Ángel Alfonso Ortiz Vázquez

Ángel Ortiz Vázquez
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NombreÁngel Alfonso Ortiz Vázquez
Nacimiento2 de agosto de 1912
Purial de Vicana, Manzanillo Granma, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento6 de diciembre de 1999
Manzanillo, Granma, Bandera de Cuba
Año de doctorado1946
EspecialidadMédico general, Forense y Gineco-Obstetra

Ángel Alfonso Ortiz Vázquez. Médico general, Forense y Gineco-Obstetra. Destacado médico manzanillero. Es el que certifica la muerte de Jesús Menéndez Larrondo lider azucarrero y describe las heridas por arma de fuego haciendo notar la forma real en que se producen las mismas, o sea por la espalda, para que pueda esta muerte certificarse como un asesinato, no mediando la legítima defensa del agresor, como quiso hacer ver el gobierno de turno.

Síntesis biográfica

Nace en Purial de Vicana, barrio rural de Media Luna, entonces territorio del partido judicial de Manzanillo, el 2 de agosto de 1912. De origen humilde, es el séptimo de 8 hermanos. De forma temprana pasa a vivir en el barrio “La Marina” en Media Luna, donde realiza sus estudios primarios. Al concluir dichos estudios , con apoyo de su familia, se prepara para realizar las pruebas de aspirantura para obtener una de las dos becas que para toda la antigua región de Manzanillo ofrecía a niños pobres el colegio privado de corte religioso Santo Tomas de Aquino (Colegio Corona de Manzanillo).

Su dedicación y constancia le permiten obtener la beca y con ella iniciar los estudios de bachillerato en 1930. La difícil situación política que vive el país, le obligan a abandonar los estudios en 1932, incorporándose como obrero al Ingenio “Isabel” de Media Luna. Allí conoce de las luchas obreras y sociales e ingresa al Partido Comunista a través de su Liga Juvenil.

En 1934 es elegido para la dirección del sindicato de trabajadores azucareros, participando en la organización y realización de la huelga obrera por reivindicaciones salariales que culmino con la matanza de varios trabajadores. Por este motivo guardó prisión en el Puesto local de la Guardia Rural y en una fragata de la marina de guerra enviada para apoyar la represión.

En 1937 reinicia los estudios de bachillerato en el recién inaugurado Instituto de Segunda Enseñanza de Manzanillo, los cuales concluye en 1939. Es por esta época que establece relaciones con la joven Mercedes Estrada Oro, entonces dirigente de la Liga Juvenil Comunista en la provincia de Oriente, de fuerte ascendencia mambisa al ser hija del General de División Francisco Estrada y fundadora, junto a sus hermanos, del Soviet de obreros y campesinos del Central Mabay en 1934, la cuál sería su compañera durante toda su vida. Esta unión refuerza sus ideas políticas, por lo que al ingresar en la Universidad de la Habana en 1939 es seleccionado para integrar la dirección del Partido Unión Revolucionaria Comunista, pasando mas tarde a ser Secretario General del Seccional universitario de dicho Partido y miembro del Comité de Superación Universitaria, instancia que promovía las facilidades para el ingreso de jóvenes pobres a sus aulas.

Los años de estudios universitarios son azarosos por la difícil situación económica, su condición de joven pobre y comunista y su participación en las luchas estudiantiles de la época. Realiza varios oficios en sus tiempos libres, lo que unido al apoyo de su familia, su esposa y destacados manzanilleros como Augusto Martín Veloz, “Martinillo”, profesor de matemáticas en el Instituto y fundador en 1906 del primer Partido Socialista en Cuba, quien influyó decididamente en su vocación universitaria, y el entonces estudiante de medicina Rene Vallejo Ortiz, quien compartía sus libros y otros recursos con él, le permiten graduarse en 1945.

En los momentos en que se gradúa el Dr. Ángel Ortiz, año 1946, las perspectivas para un joven médico, eran hacer una clientela particular, trabajar en el mutualismo o en un puesto estatal mal remunerado o como hacían algunos, abandonaban el país para buscar perspectivas de trabajo.

Ya graduado comenzó a trabajar en Manzanillo en un cargo de médico municipal, con funciones además de médico forense, asumiendo también responsabilidades asistenciales mediante contrato en la Clínica cooperativa “San Rafael”, dirigida por el Dr. Miguel Benavides Ramírez, junto a un grupo de prestigiosos médicos. En este último centro desarrolla la especialidad de Laboratorio Clínico y el perfil de Gineco- Obstetricia.

A partir de entonces su consulta particular se convierte en posibilidad de asistencia medica gratuita para militantes y trabajadores, al igual que hizo durante muchos años en sus visitas periódicas a su viejo barrio de Media Luna.

El prestigio ya ganado por el Dr. Ángel, en el ejercicio de su profesión, así como sus dotes de orador y su definida posición antiimperialista, lo llevan a pronunciar un discurso el 3/12/1947 en homenaje al natalicio de Finlay en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento de Manzanillo, y que el Colegio Médico y la Editorial “Arte” publicaron al siguiente año, como muestra de elocuencia y de valentía.

Al respecto decía en su discurso:

“Nadie que se asome a nuestras genuinas fuentes históricas desconoce que en nuestro Finlay se perpetró una de las más escandalosas usurpaciones científicas de todos los tiempos”.

En este caso hacia explicita referencia a la actitud de las autoridades gubernamentales y científicas de los EE. UU que trataban de negar la gloria finlaysta y adjudicar sus meritos al norteamericano Dr. Walter Reed y colaboradores.

Y terminaba su brillante discurso:

“Es necesario que nuestra población perciba de un modo profundo nuestra herencia cultural y que no pase por la vida inadvertida de las fuerzas que moldean sus destinos y tuercen sus realidades.

Que junto a la exaltación científica de Carlos J. Finlay vaya, señoras y señores, nuestra fe en mejores destinos para nuestra patria libre de esos tutelajes que le extorsionan en lo social y le niegan en lo científico”.

Un hecho trascendental en nuestra historia y en la vida del Dr. Ortiz, lo fue sin dudas la muerte de Jesús Menéndez. El 22 de Enero de 1948 el líder obrero es asesinado por el Capitán del Ejército Joaquín Casillas Dupuy en la estación de ferrocarriles de Manzanillo, el cuerpo es llevado a la casa de socorro y es este médico el que certifica su muerte y describe las heridas por arma de fuego haciendo notar la forma real en que se producen las mismas, o sea por la espalda, para que pueda esta muerte certificarse como un asesinato, no mediando la legítima defensa del agresor, como quiso hacer ver el gobierno de turno. El periódico Diario de Cuba, edición del 24 de febrero de 1948 publica lo certificado en la casa de socorros. En contraposición a ello, el Ejercito designa médicos militares para impugnar el dictamen realizado por el Dr. Ortiz, pero este, al igual que el otro forense civil, Dr. Juan Borbolla, se mantiene firme en sus criterios, y esta determinación sirve de prueba fehaciente para acusar al Capitán Casillas de asesinato premeditado.

No se hicieron esperar las presiones que el Dr. Ortiz y su familia sufrieron. Asedio de la casa, comparecencia en el Cuartel, etc., cosas estas que no mellaron la decisión del médico.

En 1955 es elegido presidente de la Sociedad recreativo cultural Antonio Maceo, y miembro del ejecutivo del Colegio Médico de Manzanillo. En la primera, logra con el apoyo de su ejecutivo, su transformación en la primera sociedad multirracial de Oriente, siendo la misma tribuna de destacados intelectuales progresistas como Salvador García Agüero, Jesús Orta Ruiz, Manuel Navarro Luna y otros.

Angel Ortiz no tuvo una participación activa en el proceso insurreccional, aunque prestó apoyo a gestiones medico asistenciales del Dr. René Vallejo, posteriormente medico y comandante de la Sierra Maestra.

Al triunfo de la revolución, su integración personal al proceso revolucionario fue nítida, destacándose su labor en la Sanidad Militar de las nacientes Milicias Nacionales Revolucionarias, con las que participó en distintas movilizaciones, atrincheramientos y otras actividades. Fue, a propuesta del Comandante René Vallejo, presidente del Comité de apoyo a la Reforma Agraria en Manzanillo.

A partir del triunfo revolucionario se produce un cambio radical en el cuadro de salud cubano, y la atención al pueblo pasa a ser una tarea priorizada por el estado y el gobierno, como se planteara en el programa del Moncada. Se dan los primeros pasos para la creación de un sistema nacional que diera respuesta a las necesidades reales de todo el pueblo, llevando la prevención, la asistencia y la docencia a todas las provincias del país.

El Dr. Ortiz asimila inmediatamente los cambios que se están produciendo y es precisamente la clínica donde laboraba, conjuntamente con otros cuatro médicos, la primera que es entregada voluntariamente al estado, renunciando a la consulta privada, y poniéndose sus médicos a disposición del gobierno revolucionario, donándose todos los equipos médicos de la clínica al hospital recién creado por el Ejercito Rebelde en el Caney de las Mercedes, en Manzanillo. Con posterioridad, en 1968, el Dr. Ortiz hace entrega a la Cruz Roja cubana del inmueble que era sede de la clínica para su utilización por esta institución.

Una de las tareas principales que se desarrolló para mejorar de forma rápida la asistencia médica, fue la formación de enfermeras y técnicos de la salud, tarea que asumió el Dr. Ortiz con profesionalidad y amor.

Dr. Ángel Ortiz Vázquez en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento de Manzanillo

Ya en esta etapa posterior en el desarrollo de la docencia, también contribuye a la formación de especialistas de Ginecobstetricia, materia esta que agradece múltiples aportes del profesor Ortiz como fueron los programas de educación sexual que conjuntamente con otros, dieron posterior origen a los programas de atención materno Infantil. Esta preocupación existente desde los inicios del ejercicio de la medicina, lo motivan a él y su compañero de especialidad, Dr. Orlando Rigol, de la Habana, a escribir un artículo sobre la repercusión médico legal del aborto realizado de forma clandestina por personas no competentes, lo cuál ocasionaba un sin números de muertes maternas. En esta etapa era ilegal la práctica del aborto, y el citado articulo promovió su legalización institucional, salvando así numerosas vidas.

La obstetricia agradece también a este médico la introducción en Cuba del uso de los primeros DIU (Anillos de Nylon, diseñados y fabricados artesanalmente en Manzanillo) así como el diseño y fabricación de anniótomos y guías para DIU.

Por muchos años dirigió el profesor Ortiz el Consejo Científico Provincial de Granma, organizó y participó en múltiples jornadas científicas brindando su ejemplo y sus no pocas experiencias como médico general, Forense y Gineco-Obstetra y dirigió el boletín médico provincial “29 de Noviembre”.

Ocupó diversos cargos de dirección como subdirector facultativo, técnico y docente en los hospitales Caymari y Fe del Valle.

Como datos significativos de su currículo docente recogemos la elaboración o participación en más de 60 trabajos, múltiples eventos y jornadas, así como su colaboración en la elaboración de las Normas Nacionales de Gineco Obstetricia.

Sus vivencias aún llegan a nosotros pues como una forma más de contribución a la formación integral de las nuevas generaciones dictó conferencias en algunos eventos o escribió sobre personalidades como el Dr. Ángel A. Avallí, maestro de la Pediatría cubana. De él tomó mucho del alto sentido ético y ejemplo de dedicación.

En uno de sus trabajos cita Ángel un párrafo de un discurso del Dr. Avallí, que parece ser pronunciado por el más alto líder de nuestra Revolución, y queremos citarlo como ejemplo del papel protagónico del médico en todas las épocas y momentos históricos.

“... El siglo actual, que no sin razón debía llamarse el siglo de los niños, y sin embargo se ve amenazado de demolición por la falta de concepciones puras, tergiversando la conciencia del hombre actual que en vez de cantar himnos de amor al prójimo se aferra en estrechos criterios que sólo se explican por el culto que se rinde, desgraciadamente, a la envidia, a la avaricia, al afán de dominar que ha sumido a los pueblos en las lúgubres sombras que solo iluminan la luz de los estallidos de los cañones... haciendo cada día menos posible levantar la blanca bandera de la Paz “.

Estas hermosas palabras denotan el sentir de un medico que hizo propias las mejores conductas éticas y patrióticas de nuestros predecesores, actuando siempre en consecuencia con los intereses de su pueblo, de cuyo seno mas humilde había emergido.

Muerte

El 6 de diciembre de 1999, a los 87 años de edad, dejo de existir en su querido Manzanillo.

Fuentes

Archivo Histórico de Manzanillo. Policlínico Universitario # 2 Dr. Ángel Alfonso Ortiz Vázquez.