Adolfo Cambiaso

Adolfo Cambiaso
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Datos personales
NacionalidadArgentino
Medallero
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Adolfo Cambiaso (Jugador de Polo).

Biografía

Nació el 15 de abril de 1975 en Cañuelas, Buenos Aires es un jugador Argentino de polo, considerado por muchos el mejor jugador del mundo y uno de los mejores de todos los tiempos.

Adolfo Cambiaso es el Olimpia de Oro 2014

El polista Adolfo Cambiaso fue premiado con el Olimpia de Oro 2014, que otorga el Círculo de Periodistas Deportivos de Argentina al deportista más destacado del año. Consiguió por segundo año consecutivo la Triple Corona (Abierto de Tortugas, Abierto de Hurlingham y Abierto Argentino de Palermo) del polo argentino. También fue campeón en Inglaterra y Estados Unidos y en el año ganó 49 de sus 51 partidos disputados.

La fiesta del deporte argentino se desarrolló en el Salón Verde de La Rural y contó con la asistencia del Secretario de Deporte de la Nación, Carlos Mauricio Espínola; el titular del Comité Olímpico Argentino, Gerardo Werthein, y el Jefe de Gabinete del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.

El Círculo premió también con el Olimpia de Plata, entre otros, a José María López en automovilismo, Emanuel Ginóbili en básquetbol, Omar Narváez en boxeo, Angel Di María en fútbol exterior, Lucas Pratto en fútbol local, Angel Cabrera en golf, Paula Pareto en judo, Juan Martín Fernández Lobbe en rugby y Sebastián Crismanich en taekwondo.

Adolfo Cambiaso, de a pie: la otra vida del mejor polista del mundo

El hombre que ha ganado todo en el polo, y que también ha hecho todo para que su deporte trascienda, prefiere la sencillez de una milanesa en familia al glamour de una comida con la realeza; "Tenemos todo para estar bien como país, pero no lo estamos; eso me da rabia", dice. He recorrido el mundo. La reina de Inglaterra me dio ocho veces la Queen's Cup. Batistuta pidió conocerme y hoy es mi amigo. Maradona estuvo tres horas parado alentándome en el palenque, en un partido. Lomu vino a verme jugar. Me han invitado a todos lados. Es muy lindo que te reconozcan así. Pero... te soy sincero: la realeza no me moviliza. No me gustaría estar en la cabeza de la reina, pero sí en la de Federer, Nadal o en la de Maradona en el 86, cuando les metió el gol a los ingleses. Y, como digo siempre, sigo prefiriendo el asado en Cañuelas antes que una cena en el mejor restaurante del mundo", puede ser invitado a degustar el mayor de los manjares en los sitios más exclusivos. Puede compartir celebraciones con miembros de la aristocracia o reuniones con jeques multimillonarios.

Pero nada de eso es lo suyo.

Su mundo es otro cuando no está montado sobre un caballo. Su mundo es el que puede observarse en la madrugada del miércoles, por ejemplo: sentado a la mesa de su casa, en Cañuelas, hambriento, espera que su mujer, María Vázquez, le prepare algo para comer. Si son milanesas, mejor. No está ninguno de los tres hijos de la pareja. Son casi las tres de la mañana y tanto Mía, la mayor; como Adolfito y Myla, duermen en sus cuartos. Él ya no tiene puesto el incómodo traje que usó hasta un rato antes. Viste de entrecasa, con remera blanca y gorrita en la cabeza, infaltable. Parece un día más. Pero no. Es distinto, aunque él haya hecho lo de siempre. Primero, la Riccheri. Después, la autopista a Cañuelas. Enseguida, la bajada Alejandro Pettion. Más adelante, el club La Dolfina. Y, finalmente, su casa. En el camino que el polista, para muchos el mejor de la historia, recorre siempre para huir de la popularidad que supo conquistar desde su talento, esta vez tuvo una nueva compañía: el Olimpia de Oro. No pocos deportistas estarían celebrando la distinción en una fiesta multitudinaria. Es más: por el preconcepto social que existe alrededor del polo, muchos habrán imaginado que las horas siguientes a la obtención del premio fueron con un festejo a puro glamour. Pero no: Riccheri, autopista... y si hay milanesas, mejor. Adolfo Cambiaso habita en el laberinto de las paradojas. Es el mejor en un deporte en el que nunca terminó de encajar. Y nunca lo hará. Una actividad tildada de clasista, que él siempre trató de volver más popular. Da batalla desde hace muchos años. Casi desde que se inició en la actividad, allá a fines de los 80. "Aporté mi granito de arena para que todos conozcan más al polo", dice, y no disimula el orgullo. "Mi lugar en el mundo es Argentina", suele repetir también. Tanto lo siente que su casco celeste y blanco es un emblema internacional. Cuando habla del país, su voz toma una intensidad diferente. "Me gusta representar a mi país. Me encantaría que las cosas mejoren. Como hay políticos malos, debe haber buenos también... A la gente no la veo bien. Están todos muy nerviosos. Hay falta de trabajo y se ha perdido el valor del dinero. No sé de quién es la culpa, pero el país se viene cayendo. Yo, sin saber nada, puedo decir que de estar muy mal, Néstor Kirchner nos levantó. Pero después caímos otra vez. Tenemos un país espectacular, hay que cuidarlo más entre todos."

Cómo superó Adolfo Cambiaso el año más "doloroso" de su carrera

2014 fue casi perfecto en resultados para el polista, pero también muy duro en lo físico; las personas que lo ayudaron para sobreponerse a lesiones que estuvieron cerca de impedirle jugar. El podio, los trofeos, los afectos ahí mismo, la plaqueta por la Triple Corona , el llamado telefónico y las fotos con sus patrones del exterior... En sus mejores sueños podría haber estado todo eso junto. Y lo consiguió. Fue como la culminación de un 2014 casi ideal en lo deportivo. Justo al borde de cumplir los 40, Dolfi redondeó el mejor año en resultados de una carrera bestial, a la que las copas y los títulos se le caen de las vitrinas por abundancia. Pero fue, también, el año más difícil en lo personal. No por sentimientos emocionales, sino por sensaciones físicas: Adolfito tuvo que lidiar con un cuerpo que le pasa factura un poco por la edad pero más por las batallas, los caballazos ajenos a los que su habilidad lo expuso. Pocos días antes de comenzar el Argentino Abierto caminaba encorvado por el dolor. Y poco antes de la definición de zona estuvo a punto de ser internado por el sufrimiento que le causaba el nervio ciático. Y ahora, desde mañana, debe tomar un medicamento por dos semanas y dejar por un mes el polo. Lo hará feliz, con tanta gloria encima. No sólo por este 11er Palermo en sus bolsillos y esta tercera Triple Corona, sino también por todo lo que colectó fuera del país. Levantó dos copas sobre tres en la temporada de Palm Beach (la mejor tras la argentina), en la que perdió el Abierto de Estados Unidos sin jugar la final por estar lesionado. Dos sobre tres en Inglaterra, con una sola derrota eliminatoria. Tres sobre tres en España. Y ya en Buenos Aires, el Abierto de Jockey y la tríada Tortugas/Hurlingham/Palermo. Colosal.

Fuente

  • www.telam.com.ar/.../89126-premios-olimpia-2014-adolfo-cambiaso-pocanchallena.lanacion.com.ar/adolfo-cambiaso-t50000.