Adoración de los magos

La adoracion de los magos
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Datos Generales
Autor(es):Sandro Botticelli
Año:1475
Estilo pictórico:Renacimiento
Técnica:temple sobre lienzo
Dimensiones:111 X 134 cm


Adoración de los magos Es una pintura al del pintor Sandro Botticelli realizado en el año 1475, Se conserva en la Galería de los Uffizi de Florencia.

Historia

Cuadro pintado sobre el 1475: en ese momento Sandro Botticelli era un joven artista, protegido por la familia Medici. La obra originalmente se encontraba en la iglesia de Santa Maria Novella, en particular en la capilla de la familia del Lama.

Fue un encargo para la capilla funeraria de Guasparre di Zanobi del Lama, la Capilla Lami, ubicada en la pared de la entrada de la iglesia de Santa Maria Novella. Por su comitente y el propósito original la pintura es conocida también como "altar Zanobi". Posteriormente pasó a formar parte de las colecciones mediceas.

Es una obra famosa por su altísima calidad y, además, por la identificación de los personajes representados.

Personajes

Botticelli, empezando por los mismos Reyes Magos, a quienes pintó con los rasgos de tres Médici ya difuntos, pero claves en la historia de la dinastía. Al fundador de la misma Cosme el Viejo, le correspondió el papel principal, actuando de rey Gaspar. Aparece representado con una enjoyada túnica negra, arrodillándose para besar los pies del niño Jesús. Unos peldaños más abajo aparecen los otros dos reyes, presentando sus ofrendas. Se trata de los dos hijos de Cosme: el mayor es Pedro, apodado el Gotoso, viste unos llamativos ropajes rojos; a su lado está Juan vestido de blanco.

También aparecen los dos hijos de Pedro el Gotoso, quienes gobernaban la ciudad por aquellas fechas: a la izquierda, justo detrás de Cosme el Viejo se encuentra Lorenzo el Magnífico, vestido de blanco y tocado con un vistoso sombrero; a la derecha se encuentra Juliano, de negro y rojo, que tres años después sería apuñalado durante la conjura de los Pazzi, mientras salía de una misa en Santa María de Fiore. Justo a su espalda se puede ver al donante de la obra, se trata del anciano canoso que mira hacia el espectador y se señala con el dedo.

Entre el séquito se encuentran otras figuras destacadas de la corte florentina, como el filósofo Pico della Mirandola, gran impulsor del pensamiento neoplatónico, o el poeta Angelo Poliziano. El propio artista no se pudo resistir y pintó su autorretrato, se trata del joven vestido de amarillo que nos mira desde el extremo derecho del cuadro.

Composición

El éxito de esta tabla pintada al temple fue inmediato, no sólo por los afamados retratos que aparecen en ella, sino especialmente por su calidad técnica. Destaca tanto por los vistosos y variados colores, perdidos en gran medida por la mala conservación y una serie de defectuosas restauraciones; como por la complejidad a la hora de distribuir los personajes, cada uno con una pose diferente: de espaldas, de perfil, de frente, de cuerpo entero, arrodillado, inclinado...

Sin embargo el rasgo que más huella dejó fue su peculiar composición, hasta ahora las epifanías se solían representar con todas las figuras en el mismo nivel, como si se tratase de una procesión con los reyes a la cabeza, pero Botticelli propone una estructura cerrada en forma de pirámide, con San José, la Virgen y el Niño en la cúspide, y escalonando en diversos niveles el resto de personajes. Así se consigue mayor jerarquía de las figuras y más espacio para las mismas al colocarlas en varios planos, permitiendo además dotarlas de mayores detalles. Esta composición sería imitada posteriormente por otras figuras del Renacimiento como Filippino Lippi o Leonardo da Vinci.

La adoración de los magos y la religión

Debido a que representa una de las escenas más importantes de la Biblia, La adoración de los magos tiene un significado religioso. La Sagrada Familia, compuesta por Cristo, María y José, es el foco central y se coloca por encima de todas las demás figuras de la escena. La estrella que llevó a los Magos a Belén se puede ver en la parte superior del cuadro, brillando directamente sobre Cristo.

Los tres Magos (el hombre arrodillado de negro a la izquierda de Cristo, el hombre arrodillado de rojo directamente debajo de María, y el hombre arrodillado de blanco / dorado junto a él) y sus asistentes (las otras figuras de la escena) han traído sus regalos para ofrecer a la Sagrada Familia. Esto sugiere que la Sagrada Familia (y específicamente Cristo) merece nuestra adoración y reverencia.

Aunque la pintura resalta el carácter sagrado de la escena, también hay un humilde realismo en ella. Por ejemplo, la escena se desarrolla en ruinas antiguas. Y aunque Cristo, María y José son santos, parecen seres humanos normales. ¡Parece que Joseph incluso podría estar durmiendo! Es fácil imaginar que José probablemente estaba bastante cansado después de la terrible experiencia de viajar a Belén y tener un recién nacido. Por tanto, Botticelli pinta a la Sagrada Familia como divina y, sin embargo, accesible, santa y sin embargo humana.

Fuentes