Alopecia en la infancia

Alopecia en la infancia
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La Alopecia Areata (AA) es una enfermedad crónica, inflamatoria, de origen in-munológico, que afecta al folículo piloso, y se expresa en forma áreas bien definidas de caída del cabello; su causa es multifactorial, en la cual los factores psicológicos como el estrés son elementos esenciales en la etiopatogenia de la misma. Se realizó un estudio de caso con el objetivo de presentar el de una adolescente con AA, cuyas manifestaciones están relacionados con diversos factores psicosociales. La alopecia infantil es un motivo de consulta poco frecuente, pero no por eso deja de ser menos importante, sobre todo, considerando que puede provocar alteraciones emocionales en los pacientes. En los niños, las alopecias pueden ser congénitas si están presentes desde el nacimiento o adquiridas si se presentan más tarde durante la vida. También se pueden clasificar en cicatriciales o no cicatriciales, dependiendo si existe o no daño reversible del folículo piloso por lesión en cuero cabelludo.

Causas

Puede deberse a causas genéticas, enfermedades o incluso alteraciones metabólicas frecuentes en los últimos años debido a los cambios en la alimentación. La alopecia y las alteraciones del cabello son un motivo de consulta muy frecuente en niños

Alopecia infantil

En la mayoría de los casos se trata de una caída del cabello localizada y que no está relacionada con el estrés. Cuando escuchamos la palabra alopecia, lo primero que se nos viene a la cabeza es la imagen de una persona adulta con calvicie o caída del cabello.

Alopecia areata

Se piensa que la alopecia areata es una enfermedad autoinmunitaria. Esto ocurre cuando el sistema inmunitario ataca y destruye por error los folículos pilosos sanos. Algunas personas con esta afección tienen antecedentes familiares de alopecia. La alopecia areata se observa en hombres, mujeres y niños.

Tratamiento

A día de hoy no existe un tratamiento curativo frente a la alopecia areata. Sin embargo, existen tratamientos médicos que en muchos casos son capaces de frenar la caída y hacer que el cabello vuelva a crecer.

  • Corticoides tópicos potentes (loción, crema, ungüento). Es el tratamiento de primera línea en niños, especialmente en las formas localizadas, y como alternativa en adultos con parches irregulares y leves que no toleran la infiltración de corticoides. El principal fármaco prescrito es el propionato de clobetasol al 0,05% o el dipropionato de betametasona al 0,05%, aplicándose 2 veces al día sobre el área afecta y 1 cm de margen sano, durante 2-6 semanas consecutivas. Se puede emplear solo o combinado con minoxidil tópico. Este tratamiento presenta una tasa de recaída del 37-63%. Los efectos adversos son los mismos que los presentes en los corticoides infiltrados.
  • Infiltración de corticoides: es el tratamiento de primera línea en adultos y en las formas localizadas de los adolescentes, siendo la triamcinolona el más empleado, con previo tratamiento anestésico tópico como lidocaína al 2,5%. En niños, el dolor puede ser un factor limitante para su uso. Se emplean en placas únicas o múltiples con una afectación inferior al 50% del cuero cabelludo. Estas infiltraciones se pueden repetir si es necesario cada 4-6 semanas, y finalizan cuando el crecimiento es completo. Por lo general, el crecimiento de pelo aparece normalmente a las 6-8 semanas tras iniciar las inyecciones intradérmicas, observándose respuesta en dos tercios de los pacientes. Si no hay respuesta en 6 meses, se debe interrumpir el tratamiento. Debe ser administrado por el dermatólogo, con control evolutivo periódico para detectar atrofia cutánea iatrogénica, que es el efecto adverso más frecuente, así como hipopigmentación o teleangiectasias en la zona. El riesgo de supresión adrenal en pacientes tratados con corticoides inyectados no ha sido estudiado.
  • Inmunoterapia tópica: el objetivo de la inmunoterapia es producir una dermatitis de contacto alérgica controlada en el cuero cabelludo para que los linfocitos produzcan dermatitis en lugar de actuar sobre el folículo piloso. Para ello, se emplean sensibilizadores, siendo los más empleados la difenciprona (DPCP o difenilciclopropenona). Es una terapia lenta, al inicio incómoda, pero con buen perfil de seguridad.
  • La inmunoterapia con DPCP comienza con una fase de sensibilización, que consiste en la colocación de un parche de DPCP al 2% en un área pequeña del cuero cabelludo, para hacer al paciente alérgico y esperar 15 días hasta que el paciente se sensibilice. Tras ello, se realiza la búsqueda de la concentración de DPCP ideal para que el paciente se pueda aplicar el producto de forma local. Se considera la concentración ideal aquella que produce una reacción, similar a una quemadura. Una vez encontrada dicha concentración, se aplicará una vez por semana sobre las zonas afectadas, con lavado de pelo unas 24-48 horas después. Mientras que el producto esté sobre la piel, deben protegerse esas zonas de la exposición solar con sombrero o pañuelo.
  • El crecimiento del pelo comienza a las 4-12 semanas del tratamiento. Una vez que se ha conseguido la máxima ganancia de pelo, se reduce el tratamiento. Si no se consigue respuesta a los 6 meses, se suele interrumpir el tratamiento.

Tipos

En la mayoría de los casos,las alopecias en los niños corresponden al tipo no cicatricial, son adquiridas y localizadas. La más frecuente la tiña capitis,la alopecia areata y la tricotilomanía.

La tiña capitis

Es una infección micótica del cuero cabelludo. Cuando aparece, se aprecia una placa alopécica con descamación y prurito en la mayoría de los casos. El diagnóstico se confirma con el cultivo de hongos positivo. Con un adecuado tratamiento,la situación se puede revertir sin secuelas indica la doctora Sáenz de Santa María.

La alopecia areata

Se identifica por placa alopécica redondeada con cuero cabelludo sano. En los adultos este tipo de alopecia está asociado en la mayoría de las veces a un factor emocional estresante emocional, sin embargo, en los niños, se ha visto mayor asociación con alteraciones autoinmunes que deben ser estudiadas, indica la dermatóloga.

La tricotilomanía

Es considerada un desorden mental en donde el arrancamiento del pelo va más allá de un hábito inconsciente, sino que puede corresponder a un trastorno ansioso y/o compulsivo que lleva a una pérdida perceptible del cabello, dice la doctora.


Efluvios anágenos y telógenos

El cabello se cae como consecuencia de algún factor estresante. Son el tipo más frecuente de alopecia difusa en la infancia, y el tratamiento se fundamenta en tratar la causa, por ello es fundamental una correcta anamnesis para establecer el diagnóstico.

Efluvio anágeno

Se trata de una alopecia de rápida instauración, mientras los folículos se encuentran en fase anágena o fase activa del crecimiento del cabello. Se puede observar después de tratamientos radioterápicos o quimioterápicos, incluyendo ciclofosfamida, doxorrubicina, metotrexato y azatioprina. Por lo tanto, el agente detonante suele ser evidente y el cuadro clínico no suele indicar otros diagnósticos. Una vez suspendida la causa, el cabello crece, aunque en ocasiones puede alterarse la textura o el color. Rara vez la perdida de pelo es permanente.

Efluvio telógeno

En este tipo de alopecia se produce una pérdida generalizada de cabello sano al existir un factor estresante que provoca el paso de los folículos que están en fase anágena, de crecimiento, hacia una fase telógena fase de reposo o de caída del cabello. Esta pérdida de pelo se produce unos 3 meses después, aproximadamente, del factor desencadenante. Entre dichos factores se encuentran enfermedades febriles, medicamentos, hemorragias intensas, cambios en la dieta periodos ayuno, cirugías, estrés emocional, etc. Si el efluvio se mantiene durante más de seis meses, pasa a denominarse efluvio telogénico crónico, que tiene como causas más frecuentes alteraciones tiroideas, déficit de hierro, malabsorción celiaquía o malnutrición anorexia.

Alopecia traumática

En la mayoría de las ocasiones, es una alopecia de tipo friccional, debido a peinados como trenzas o coletas muy apretadas que tensan el pelo de manera constante, apareciendo una disminución de cabellos en las áreas de mayor tensión.

Alopecia cicatricial

Por último, breve mención a las alopecias cicatriciales. Estas pueden ser el resultado de un defecto del desarrollo, infecciones que produzcan un daño inflamatorio severo, traumatismo físico intenso, irradiación, enfermedades infiltrativas y otras dermatosis, afortunadamente infrecuentes en la infancia, como el liquen plano, lupus discoide o esclerodermia.

Fuentes

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