Andrés Piquer y Arrufat

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NombreAndrés Piquer y Arrufat
Nacimiento6 de noviembre de 1711
Fórnoles, Bandera de España España
Fallecimiento3 de agosto de 1772
Madrid, Bandera de España España
OcupaciónMédico aragonés

Andrés Piquer y Arrufat (Fórnoles, 6-XI-1711 - Madrid, 3-II-1772). Médico aragonés.

Datos biográficos

(Fórnoles, 6-XI-1711 - Madrid, 3-II-1772). Médico aragonés. Estudió Filosofía y Medicina en la Universidad de Valencia, graduándose de bachiller en 1734. La carrera de Piquer es fulgurante. Ya en 1734 es nombrado por el Claustro de Medicina académico público, y en 1742, después de opositar, profesor de Anatomía de la Universidad de Valencia. En 1751 se traslada a Madrid como médico de cámara y en el siguiente año es nombrado protomédico y vicepresidente de la Real Academia Médica Matritense.

Andrés Piquer es una de las personalidades claves para entender la situación de la Medicina española del siglo XVIII y los intentos más serios de renovación. Educado en una escuela médica en donde las doctrinas de Hermann Boerhaave (1668-1738) y Albert von Haller (1708-1777) tuvieron auténtico peso, y asesorado en muchos aspectos por el gran erudito valenciano Gregorio Mayáns y Siscar (1699-1781), adquirió una formación nada común en el ambiente médico español de aquellos momentos. Su aportación original fue prácticamente nula, pero su labor de síntesis, sistematización e integración de corrientes y doctrinas médicas y filosóficas es posiblemente única en el siglo XVIII español.

De forma constante los estudiosos de Piquer suelen distinguir dos períodos en su pensamiento médico y filosófico: el primero marcado por su afinidad al mecanicismo, y el posterior a 1752 caracterizado por una actitud ecléctica en lo teórico y por un neohipocratismo en lo clínico. Sin embargo, entre una y otra no hay solución de continuidad sino un proceso de maduración y de relativización en los conocimientos. En todo ello, el papel desempeñado por Gregorio Mayáns fue fundamental, principalmente incitándole a la utilización de la historia en ese sentido. Por ello, existen más diferencias fundamentales entre su primera obra, Medicina vetus et nova (1735) y la Física (1745), que entre esta última y el resto de la obra madura de Piquer. El hito clave es 1742, fecha en que inicia sus relaciones con Mayáns.

Una constante en sus obras fue su preocupación pedagógica, y en ese sentido hay que enmarcar tanto la Física (1745) como la Lógica (1747), las Institutiones medicae (1762), la Praxis médica (1754-1766), etc.

El móvil que le condujo a escribir la Física fue la falta de preparación de los escolares en lo que se refería a Física moderna, y su intento de ofrecer conocimientos físicos útiles a los estudiantes de Medicina. Los supuestos de la obra son totalmente modernos, y así afirma que «la Física es una ciencia racional; la experiencia es su principal fundamento» y, por otra parte, «cuantos progresos se han hecho en Física Moderna en estos tiempos, deben una buena parte a la Matemática».

Posiblemente lo más interesante en su Lógica moderna sean las cuestiones metodológicas, enfocadas con un espíritu moderno y recogiendo aportaciones notables. Por ejemplo, acepta en la ciencia la descripción racional, que vendría a sustituir la definición esencial. Sin embargo, los problemas metodológicos los planteará con mayor precisión en una obra médica de madurez, concretamente en el prefacio de Las Obras de Hipócrates (1757). Allí definirá concretamente el método que debe utilizar un médico moderno para actuar como tal.

Obra

La primera obra, impresa a sus 23 años, fue Medicina vetus et nova, continens pharmaciam Galenicochimicam, et febrilogiam Galenico-modernam ad Tyrones… cum dissertatione proeliminari ejusdem Auctoris de Urinis et pulsibus ad eosdem (Valencia, 1735).

Física moderna racional y experimental (vol. I, Valencia, Pascual García, 1745). Piquer no hizo más edición de esta obra; sin embargo, hemos de citar dos póstumas: Madrid, Joaquín Ibarra, 1780, y Madrid, Blas Román, s. a. Ciertas críticas a esta obra obligaron a Piquer a contestar en una Carta apologética por la física moderna del doctor Piquer (Valencia, Francisco Prado, 1745), interesante porque en ella puntualiza el autor la utilización de vocablos castellanos nuevos.

En torno a una discrepancia entre Piquer y otros doctores de la ciudad de Valencia sobre el diagnóstico de un enfermo, se entabló una discusión pública de gran interés para sondear el auténtico pensamiento médico de Piquer, al margen de declaraciones solemnes, así como el nivel medio de conocimientos de un grupo prestigioso de médicos. Manifestación de las razones y fundamentos que tuvo el Dr. Andrés Piquer, etc., para juzgar y declarar ser hético Vicente Navarro (Valencia, 1746); Reflexiones críticas sobre los escritos que han publicado los doctores y catedráticos de Medicina Manuel Morera, Joseph Gossalbes y Luis Nicolau, respecto de la última enfermedad de Vicente Navarro (Valencia, Pascual García, 1746) y Carta joco-seria de Don Matías Llanos, cirujano latino, al Dr. Mariano Seguer (Valencia, 1746).

Lógica moderna, o arte de hallar la verdad y perfeccionar la razón (Valencia, 1747). Una nueva edición con una nueva «Introducción», en Madrid, Joaquín Ibarra, 1771.

Tratado de las Calenturas, según la observación y el mecanicismo (Valencia, 1751). Se reimprimió enmendada en Valencia, 1760, y una tercera vez con más modificaciones, en Valencia, 1768. De la última se hizo una cuarta en Madrid, Blas Román, 1788. Se tradujo al francés, en una buena edición de Amsterdam, 1776.

Philosophía moral para la juventud española (Madrid, 1755). Esta obra planteó algunas controversias por haber utilizado el autor la autoridad y filosofía de los gentiles en puntos de Teología moral.

Discurso sobre la aplicación de la filosofía a los asuntos de la religión para la juventud española (Madrid, 1757).

Las obras de Hipócrates más selectas, con el texto griego y latino puesto en castellano, e ilustrado con las observaciones prácticas de los antiguos y modernos, para la juventud española que se dedica a la medicina (vol. I, Madrid, Joaquín Ibarra, 1757; idem, 1770 y 1778; vol. II, Madrid, Joaquín Ibarra, 1761; idem, 1774; vol. III, Madrid, Joaquín Ibarra, 1770; idem, 1781). Una traducción francesa del vol. I, se publicó en Montpellier en 1822.

Institutiones medicae ad usum Scholae Valentinae (Matriti, Joachinnum Ibarram, 1762); otra edición, Matriti, Joachinnum Ibarram, 1773.

Praxis medica ad usum Scholae Valentinae (vol. I, Madrid, 1764; vol. II, Madrid, 1766; 2.ª, Madrid, Joaquín Ibarra, 1770; 3.ª, Madrid, Benito Cano, 1786; 4.ª, Madrid, Viuda de Joaquín Ibarra, 1789). También hay una edición de Amsterdam, Turnes, 1775, y Venecia, 1776.

Discurso… sobre el sistema del mecanicismo (Madrid, Joaquín Ibarra, 1768). Viene a ser su rectificación pública por haber utilizado el mecanicismo en su juventud.

Obras póstumas del Dr. Andrés Piquer (Madrid, Joaquín Ibarra, 1785), publicadas por su hijo Juan Crisóstomo Piquer, con una biografía del padre. Contiene una serie de escritos muy diversos, alguno de gran interés.

Bibliografía

Peset y Vidal, J. B.: Memoria biográfica, bibliográfica o crítica acerca de Don Andrés Piquer; Valencia, Ferrer de Orga, 1878. Magraner y Marinas, J.: «Ensayo biográfico-bibliográfico del Dr. Andrés Piquer Arrufat»; Solemne sesión apologética celebrada por la Facultad de Medicina de Valencia para honrar la memoria de sus antiguos catedráticos los doctores Plaza, Collado y Piquer, Valencia, Federico Doménech, 1895, pp. 111-268. La correspondencia entre Piquer y Mayáns ha sido publicada por Peset Llorca, V.: Gregorio Mayáns y Siscar. Epistolario. I: Mayáns y los médicos; Valencia, Ayuntamiento de Oliva, 1972. Id.: Mayans I Siscar I la cultura de l’Il·lustració; Barcelona, Cucial, 1975. López Piñero, José M.: «La mentalidad antisistemática en la Medicina Española del siglo XVIII. La influencia de la “Alte Wiener Schule”»; Cuadernos de Historia de la Medicina Española, 12, 1973, pp. 193-212. Fernández Clemente, Eloy: «Las ideas filosófico-pedagógicas de Andrés Piquer»; Teruel, 39, 1968.

Fuentes