Anexo:Primer obispado católico en Cuba

Primer obispado de la isla de Cuba. Tuvo su asiento original en la Villa Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa. Según lo pedido por Diego Velázquez de Cuellar al Rey Fernando el Católico en el año 1513, se crea el Primer Obispado de Cuba, tres años después, en 1516, razón por lo cual recibió el título de ciudad. La sede catedralicia, aunque fue efímera, perteneció a Baracoa al menos durante siete años.

Antecedentes

La dominación española en América tuvo la singularidad de estar estrechamente vinculada con la Iglesia Católica; sin embargo en Cuba la segunda quedó a la zaga, pues no poseía por sus condiciones geográficas y administrativas una organización que permitiera el desarrollo armónico de las funciones eclesiásticas.

Es por ello que durante la primera década de colonización el progreso de la Iglesia en Cuba se vio frenado. Entre otras razones se puede resaltar la pobreza de la Isla, el aislamiento de los núcleos poblacionales y la escasez de población; sin embargo se nombraron obispados y catedrales, las autoridades españolas comprendían lo ineludible del vínculo entre ambos.

Un testimonio documental que demuestra la existencia de un Obispado en Cuba en el año 1516 es lo escrito por Pedro Mártir de Anglería el 30 de septiembre de ese año. En su Década segunda, dedicada al rey Carlos l.

Es el papa León X cuyo pontificado abarcó los años 1513 a 1520, quien a solicitud del emperador Carlos V, emite la bula correspondiente para la implantación del obispado y la catedral en la Asunción de Baracoa, ello tuvo lugar en 1520 y la designación recayó en Fray Juan de White, el cual no llega a tomar posesión, ni menos aún viajaría a Baracoa a hacerse cargo de su iglesia.

Anterior a esa designación hubo otros intentos por radicar obispos en la primera villa. Se trata de fray Bernado Mesa, dominico, natural de Toledo y confesor del rey, nombrado para el obispado de la Asunción en 1516, de donde puede colegirse esta como la fecha de creación o aprobación del obispado.

Obispos

El primero de ellos, Bernardo de Mesa, Dominico, fue nombrado pero nunca se llegó a celebrar la ceremonia de ordenación canónica. Es por esta razón que en muchas ocasiones no aparece su nombre como primer Obispo en la historia de la Iglesia Católica de Cuba.

El Obispo Bernardo de Mesa renunció a su nombramiento poco tiempo después. A partir de su dimisión aparecen errores relacionados con quienes ocuparon de forma sucesiva los obispados en la isla. Se ha escrito que Fray Julián Garcés fue el Segundo Obispo de Cuba, nada más desacertado. El error consiste en que en el año 1517 el influyente Arzobispo de Burgos en España, Juan Rodríguez de Fonseca, quien ocupaba el cargo de Consejero Real de Indias, había propuesto para ocupar la vacante de Mesa a su cercano colaborador y confesor Julián Garcés. Coincidentemente en el propio año Diego Velázquez, Gobernador de la Isla, recibía la alentadora noticia de la llegada de Francisco Hernández de Córdoba con su expedición a Cozumel, isla mexicana donde se presumía existían incalculables riquezas y envió al sacerdote Benito Martín a entrevistarse con el poderoso Arzobispo de Burgos para que designara a un Obispo para la isla mexicana recién ocupada. Es entonces cuando Rodríguez de Fonseca designa para dicho cargo a Julián Garcés, por lo tanto Garcés nunca ocupó el cargo de Obispo en Cuba, solo había sido propuesto para el mismo por el omnipotente Arzobispo sin que nada más mediara para tal designación.

El segundo Obispo (1518-1525), cuyo nombre aparece erróneamente consignado como el primero, fue el también Dominico, Fray Juan de Wite, natural de Brujas, el cual fue presentado por el Rey de España Carlos l al Papa León X quien lo nombró y ordenó. A las gestiones que realizó se debió en gran medida el traslado de la sede catedralicia a Santiago de Cuba. La designación de Wite como Obispo de Cuba estuvo relacionada con su marcada influencia y relaciones dentro de la Corte española. Su designación fue solo nominal pues a partir del mismo año 1518 residió en Portugal hasta el año 1522 cuando regresó a España. Su estancia en Lisboa respondía a que la Reina Leonor había contraído matrimonio con el Rey de Portugal, y el Obispo designado a Cuba era el consejero y confesor de la monarca. Al morir el Rey lusitano regresa a España, por lo que hemos podido deducir que no existió ninguna relación del Obispo con su Diócesis.

El tercer Obispo designado por el Papa Clemente Vll y el primero en venir a ella fue Fray Miguel Ramírez de Salamanca. Fue presentado con esa dignidad el primero de enero de 1527. Cuba prescindía de un Obispo desde hacía aproximadamente dos años. El 11 de febrero de 1528 el Rey de España emitió un documento al gobernador de la Isla de Cuba para autorizarlo a tomar posesión. El Obispo Ramírez de Salamanca llegó a Cuba en enero de 1529, dos años después de ser designado para el cargo eclesiástico.

Primeros Obispos de Cuba

  • Fray Bernardo de Mesa: 1516 (Baracoa)
  • Juan de Wite: 1518-1525 (Baracoa-Santiago)
  • Miguel Ramírez de Salamanca: 1527-1532
  • Diego Sarmiento y Castilla: 1532-1547
  • Lic. Fernando de Uranga e Izaguirre: 1549-1557
  • Dr. Bernardino de Villalpando: 1559-1564

A partir de la designación de Miguel Ramírez de Salamanca los Obispos nombrados en Cuba residieron en la isla. Bernardo de Mesa y Juan de Wite, Obispos de la Diócesis de Baracoa, lo hicieron con dispensa de no residencia.

Fuentes

  • Radiobaracoa
  • Torres Cuevas, Eduardo y Edelberto Leiva Lajara. 2008. Historia de la Iglesia Católica en Cuba. La Iglesia en las patrias de los criollos (1516-1789). Ediciones Boloña. Editorial Ciencias Sociales. La Habana. Cuba .p.93.
  • Aguirre Gamboa Fidel. Viaje a la leyenda (Episodio de una historia que maravilla). Editora política. La Habana, 2006. Página 17 - 20