Arroyo Seco (Sitio arqueológico)

Arroyo Seco (Sitio arqueológico)
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Ciudad antigua de México
Bandera de Arroyo Seco
Bandera

Escudo de Arroyo Seco
Escudo

EntidadCiudad antigua
 • PaísBandera de los Estados Unidos Mexicanos México
Arroyo Seco sitioarqueologico.jpg
Vista de la ciudad

Arroyo Seco. Sitio arqueológico mexicano.

Ubicación

Desde Dolores Hidalgo se toma la carretera hacia San Luis de la Paz (carretera 110) hasta llegar al municipio de San Luis de la Paz. Ubicado en el Municipio de Victoria, en el nororiente de Guanajuato, es quizá uno de los sitios arqueológicos de pintura rupestre más importantes de la entidad; llama la atención por la gran cantidad de grafismos que contiene, así como por la variedad y riqueza iconográfica que presenta.

Descripción del sitio

Asiento de cazadores-recolectores desde épocas ancestrales, estas sociedades dejaron plasmadas en cuevas, abrigos y frentes rocosos, una gran cantidad de motivos pictóricos que reflejan una parte fundamental de su forma de vida y de su cosmovisión. La población de Victoria, antiguamente conocida como San Juan Bautista Xichú (o Xichú de Indios), se localiza en el centro de un pequeño y fértil valle cruzado por el cauce de un río que está seco la mayor parte del año; se encuentra en una entrada natural que desde la Mesa del Centro conduce hacia la Huasteca y las zonas más escarpadas de la Sierra Gorda.

Los cerros que rodean el valle están compuestos por tobas suaves, que la acción del viento y el agua han modelado hasta crear un paisaje de características singulares: caprichosas columnas a manera de extravagantes esculturas de piedra, que fueron particularmente aprovechadas para plasmar los motivos rupestres.

Aunque la fundación definitiva de Victoria se remonta a 1580, el valle y la región circundante estuvieron habitados desde tiempos inmemoriales por diversos grupos de cazadores-recolectores y agricultores. Durante la segunda mitad del siglo XVI, los españoles y sus aliados otomíes llegaron a estos parajes y se enfrentaron durante décadas a los belicosos “chichimecas”, que intentaban proteger sus ancestrales territorios de sustentación. A raíz de esos enfrentamientos, los cazadores-recolectores corrieron con diversa suerte: algunos se refugiaron en inexpugnables reductos de la Sierra Gorda, mientras que otros fueron sometidos y confinados en misiones a cargo de los religiosos.

La mayor parte murió de hambre y de enfermedades traídas por los españoles, hasta casi perderse en la memoria el recuerdo de su paso por esta región. A pesar de ello, se conserva un legado que atestigua su presencia en estas tierras y que refleja su rica y compleja cosmovisión: las pinturas rupestres plasmadas en cuevas, abrigos, frentes rocosos y columnas. Hasta fechas recientes se habían localizado poco menos de 30 sitios de arte rupestre en Victoria y sus alrededores, pero gracias al trabajo de campo iniciado con proyecto “Arte rupestre en la cuenca del río Victoria”, el número se está incrementando.

El que existan tantos sitios arqueológicos con manifestaciones rupestres en las inmediaciones de un valle tan pequeño indica la importancia que debió tener este paraje en la cosmovisión de los antiguos cazadores-recolectores. Las razones que los impulsaron a plasmar en la roca motivos que reflejan su forma de pensar pudieron ser variadas, pero con toda probidad tenían un importante componente ritual.

Los sitios de arte rupestre de la región presentan características muy heterogéneas: algunos tienen apenas un puñado de dibujos, mientras que otros están compuestos por varios centenares, lo que podría indicar que existió una jerarquización de lugares y, en consecuencia, que algunos frentes o abrigos fueron más relevantes que otros. Los colores más empleados fueron el rojo y el naranja, seguidos del amarillo y el negro; ocasionalmente se encuentran motivos pintados en blanco, que por regla general pertenecen a tradiciones pictóricas tardías, particularmente de la época colonial o posterior.

Si bien una gran cantidad de motivos son monocromos, un rasgo que distingue al arte rupestre de Victoria son los elaborados en dos y hasta tres colores, usualmente en composiciones de rojo y amarillo o rojo y negro; en casos menos frecuentes, se encontraron motivos en los que se combinaron los tres colores. La técnica más común fue el delineado, y en menor medida, la tinta plana y la impresión de manos en positivo; hasta el momento no se han localizado ejemplos de manos al negativo. Es probable que los materiales utilizados en la preparación de los tintes sean en gran parte de origen mineral, como los óxidos de hierro para las tonalidades rojas, aunque no se descarta la posibilidad de que se hayan empleado productos de origen orgánico o una combinación de ambos.

Características

El sitio arqueológico Arroyo Seco está integrado por una planicie y dos pequeñas elevaciones naturales de relevante valor paisajista, donde se ubican los conjuntos pictóricos que le confieren a lugar su valor patrimonial y que lo distinguen como una de las concentraciones de arte rupestre más importantes del país.

Fuentes