Artritis canina

Artritis canina
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La artritis canina es una enfermedad muy común en los perros; esta es una enfermedad muy común entre los caninos adultos y consiste básicamente en la inflamación o el desgaste de una articulación. Al igual que en los seres humanos, los perros sufren el paso de los años y conforme pasan los años van apareciendo las goteras.

Aunque se trata de una enfermedad que no tiene cura, hay diferentes cuidados que podemos realizar para que nuestros fieles compañeros no sufran tanto y tengan la mayor calidad de vida posible. Para ello, aparte de unos cuidados específicos debemos darle la mejor alimentación posible.

Que es la artritis en perros:

La artritis afecta a las articulaciones de perros y humanos y hace que estas se inflamen, de hecho su nombre significa exactamente eso “articulación inflamada“. Esta inflamación no se debe a una única enfermedad, sino que hay decenas de causas que pueden provocar artritis en los perros, como:

  • una infección
  • un golpe
  • causas genéticas
  • mecanismos autoinmunes: en los que el cuerpo del perro se ataca a sí mismo y destruye o inflama los tejidos de la articulación.
  • artritis degenerativa que afecta a los perros más viejos, también se conoce como osteoartritis o artrosis.

Ciertamente los perros jóvenes pueden sufrir artritis, debida a un golpe, a causas genéticas, etc., pero es lo que más frecuentemente encuentran los dueños de perros, es que cuando éstos se hacen mayores, muchos de ellos comienzan a tener osteoartritis y se estima que aproximadamente 1 de cada 5 perros sufre de esta enfermedad.

Este tipo de artritis en perros viejos es una enfermedad degenerativa que afecta a los perros senior y que va destruyendo los cartílagos de sus articulaciones. El cartílago es el tejido que recubre los extremos de los huesos que forman la articulación, y por tanto actúa como un “amortiguador”. Conforme pasa el tiempo, avanza la enfermedad y el cartílago se deteriora y desaparece, entonces el perro comienza a sentir dolor, y sus huesos reaccionan. Incluso pueden comenzar a crecer osteofitos (protuberancias óseas comúnmente llamadas “espolones”). Estos espolones por sí solos no provocan dolor, pero si al crecer presionan sobre un nervio, sí pueden llegar a ser muy dolorosos.

Síntomas

Si sospechas que tu perro puede estar sufriendo de artritis canina hay varios comportamientos y síntomas que puedes observar en él y que pueden desvelarte si realmente se trata de esta enfermedad.

El primero de los síntomas, y más común entre ellos es la cojera. Si observas que tu perro anda de forma o con dificultad mantente alerta, la artritis afecta a nuestro amigo canino dándole mucha rigidez a su cuerpo y por ello les cuesta mucho trabajo moverse.

La disminución de interés por jugar y pasear, puede ser otro de los síntomas de la artritis canina, debido a que el dolor de sus articulaciones no les permite moverse mucho. En muchos casos, los dueños de los perros no suelen darse cuenta de que su mascota sufren artritis hasta que no tiene un nivel bastante avanzado, ya que al principio se trata de un leve dolor, pero poco a poco este va aumentando hasta convertirse en insoportable.

Esto le provoca al perro un cambio de actitud. Podemos notarlo en que se vuelve un poco apático, ya no quiere estar tanto tiempo con nosotros, se produce un alejamiento con los miembros de la casa. Incluso puede volverse en un ser apático.

Por último, si ves que tu perro pasa el día durmiendo, tumbado e, incluso, gimotea y llora sin sentido, deberías mantenerte alerta. Esto es un símbolo de que tu mascota no está bien y algo le pasa. Debido al dolor en sus articulaciones tu perro pasará casi todo el tiempo tumbado, durmiendo, para evitar movimiento.

Factores de Riesgo

Aunque la artritis es una enfermedad que puede afectar a cualquier perro, hay algunos factores que favorecen a la aparición de este tipo de enfermedad de las articulaciones.

La edad es la primera causa de aparición de la artritis. Cuanto mayor sea nuestro perro, mayor riesgo de contraer esta enfermedad tendrá. Como surge con el ser humano, los perros conforme van creciendo y convirtiéndose en ancianos van contrayendo mayores enfermedades.

Otro factor a tener en cuenta es el tamaño o talla de nuestro perro. Cuando mayor sea el tamaño de este, mayor es también el riesgo de sufrir artritis. Más del 45% de los perros que sufren dicha enfermedad son de tamaño grande o gigante, mientras que en torno al 25% de los perros medianos o pequeños contraen esta enfermedad a lo largo de su vida.

Por otro lado, el peso de tu perro también va a influir mucho en esta enfermedad. Los perros que tienen obesidad tienen más riesgo de sufrir artritis canina, ya que la obesidad, en este caso, provoca sobrecarga en las articulaciones y por ello una mayor dificultad en el movimiento del perro.

Aquellos perros que en su infancia y juventud han tenido mucha actividad, en especial durante su crecimiento, tienen un mayor riesgo para sufrir artritis. Sobre todo si esta actividad ha sido en un nivel intenso, el riesgo se multiplica.

Por último, la predisposición genética también está muy ligada a ello. Hay algunas razas que tienen una mayor tendencia que otras a sufrir artritis, como por ejemplo son los pastores alemanes.

Tratamientos

Supongamos que has detectado que algo no va bien con tu mascota, lo llevas al veterinario y éste le diagnostica artritis a tu perro. Aunque por lo general la artritis no es nada fácil de curar, el propio veterinario pondrá un tratamiento a tu perro, que por lo menos le ayudará a aliviar su dolor y a tratar de frenar en lo posible el avance de la enfermedad. Sobre esto poco podemos decir, ya que dependerá de cada caso y será el especialista quien determine qué tratamiento es más recomendable para tu perro. Entre las opciones que existen para tratar a los perros con artritis y que te proporcionarán en la consulta veterinaria están:

  • fármacos que incluyen antibióticos, antiinflamatorios y por supuesto analgésicos (es decir, fármacos para reducir la sensación de dolor).
  • suplementos alimenticios: como el sulfato de condroitina, los antioxidantes o los ácidos grasos como el Omega 3. Los suplementos se aportan para intentar ayudar a que el cartílago deje de estropearse o se regenere en la medida de lo posible. Algunos suplementos también tienen propiedades antiinflamatorias
  • intervención quirúrgica: no siempre ni mucho menos, pero dependiendo del caso puede que tu veterinario considere que una operación pueda mejorar el estado físico de tu perro o aliviar su dolor.

Como cuidar a un perro con artritis en casa:

Además de lo que haga el veterinario como parte del tratamiento (fármacos, cirugía, etc.), puedes llevar a cabo una serie de hábitos y rutinas en casa cada día, que ayudarán mucho a que tu perro con artrosis gane calidad de vida y su movilidad mejore dentro de sus posibilidades, o al menos se ralentice su deterioro:

  1. No dejes que tu perro engorde: Las articulaciones deben soportar el peso del cuerpo y cuanto más pese el perro, más sufren sus articulaciones -así de simple y de lógico. Si tu perro ha sido diagnosticado de artritis y está gordo, ponlo a dieta y reduce la cantidad de comida que le ofreces diariamente. Esta es una medida que está en la mano de todos los dueños de mascotas y es muy efectiva y necesaria, ya que evita que las articulaciones que ya están frágiles encima tengan que trabajar “extra”.
  2. Ofrece a tu perro una dieta completa y equilibrada: Dale el mejor pienso que te puedas permitir, y prepararle también comida casera natural cuando tengas tiempo.
  3. Cúrcuma para perros con artritis: La cúrcuma es una especia amarilla típica de Asia (suele consumirse en polvo, y es la que aporta el color amarillo al curry). La curcumina es una de las substancias activas presentes en esta planta aromática, y desde la antigüedad se ha aplicado para tratar diversas dolencias, tales como dolor de muela, golpes y traumas, y por supuesto, también se emplea para ayudar a combatir la artritis, por sus efectos antiinflamatorios. ¿Cómo dar cúrcuma a un perro? Puedes espolvorear en su comida diariamente un poco de cúrcuma en polvo y una pizca de pimienta negra. O si lo prefieres, puedes hacer un té con la propia raíz de cúrcuma seca, y dar a beber este líquido a tu perro, o bien, mezclarlo con su comida.
  4. Ejercicio moderado, paseos: El ejercicio es crucial. Es indispensable que el perro se mantenga activo, para no anquilosarse del todo, pero no es bueno un ejercicio “a lo bruto”, ni demasiado ejercicio. No le hagas correr ni saltar, y sobre todo no hagas que se ponga de pie sobre sus dos patas traseras.
  5. Lleva a tu perro a nadar: Esto en algunos casos nos es simplemente imposible, pero si tú eres uno de los afortunados que puede hacerlo, debes saber que nadar es uno de los ejercicios recomendados en casos de artritis en el perro. Al nadar, el impacto sobre las articulaciones es menor que en otros ejercicios (como correr), ya que el agua soporta parte del peso del cuerpo. Por eso nadar está indicado en la artritis canina -porque el perro se ejercita pero no se hace sufrir tanto a sus articulaciones.
  6. Saltos no! Adapta tu casa mediante rampas: A los perros con problemas en las articulaciones no les va nada bien saltar. Así que por un lado no los incites a dar saltos, ni los dejes caer desde cierta altura. Además si puedes adaptar la casa colocando una simple rampa que les evite saltos cotidianos (como por ejemplo, una pequeña rampa para subir al sofá).
  7. Terapias alternativas y masajes: Entre las terapias alternativas, la acupuntura es de las más recomendadas a la hora de tratar la artritis en perros y hoy en día ya es posible llevar a nuestras macotas a recibir este tipo de terapias en bastantes sitios.

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