Asesinato de las monjas en El Salvador

Asesinato de las monjas en el Salvador
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Fecha:2 de diciembre de 1980
Lugar:El Salvador


Asesinato de las monjas en El Salvador. Al inicio de la Guerra Civil Salvadoreña fueron violadas y asesinadas las Monjas Ita Ford, Maura Clarke, Dorothy Kazel y la Misionera Laica Jean Donovan, por agentes del govierno salvadoreño.

El hecho

El 2 de diciembre de 1980 miembros de la Guardia Nacional de El Salvador detuvieron a cuatro religiosas que habían abandonado el Aeropuerto Internacional de Comalapa, las monjas Ita Ford, Maura Clarke, Dorothy Kazel

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y la misionera Laica Jean Donovan, las mismas fueron conducidas a un lugar aislado, para más tarde ser asesinadas con armas de fuego después de ser violadas. El crimen fue realizado por cinco miembros de la Guardia Nacional.

Detalles del hecho

Las Monjas, así como la seglar pertenecían a las congregaciones de las Hermanas de Maryknoll y las Hermanas Ursulinas de Nueva York, quienes defendian a los Salvadoreños del terror desatado por su gobierno y colaboraban yudando a los refugiados de la guerra civil. El secuestro se llevó a cabo después de haber regresado dichas víctimas a El Salvador, con el fin de continuar realizando su misión de ayuda. En los cuerpos de las religiosas fueron halladas señales de los maltratos que acompañan característicamente a las violaciones. En mayo de 1984 Luis Antonio Colindres Aleman, Daniel Canales Ramírez y José Roberto Canjura, quienes llevaron a cabo el asesinato fueron capturados y culpados del tal hecho, condenándoseles a la pena de 30 años de prisión, sin embargo, los autores intelectuales de la tragedia permanecen en libertad por estar amparados por la Ley de Amnistía. La resolución del senado estadounidense fue auspiciada por el senador Russ Feingold, representante del estado de Wisconsin.

La injusticia

El Comité de Abogados para los Derechos Humanos de Nueva York inició en el año 2000 una demanda penal por homicidio contra dos generales Salvadoreños. A la acusación realizada por el periódica New York Times, la embajadora de Naciones Unidas en aquella época Jean Kirkpatrick acusó a las monjas por participar en actividades subversivas, dicha embajadora junto a su sucesor Vernon Walters, el homicida subdirector de la CIA quien organizara los batallones de matarifes de la Operación Cóndor, negaron la veracidad de los hechos. Los generales acusados son Eugenio Vildes Casanova, y José Guillermo García. Cuando ocurrió la Masacre el primero era el jefe de la Guardia Nacional y el segundo era Ministro de Defensa. Los dos viven en Florida, Estados Unidos. Los generales fueron declarados inocentes de cualquier responsabilidad en el secuestro, violación y asesinato de las religiosas en una Corte Federal de Florida. Dos años después, en otro caso, fueron condenados por la misma Corte a pagar 54,6 millones de dólares a tres víctimas de torturas durante la guerra civil del Salvador.

Otra investigación

El Senado Estadounidense aprobó el 14 de noviembre del 2007 una Resolución que solicita al Gobierno Salvadoreño, investigar el asesinato de las cuatro Monjas Mariknoll cometidos el 2 de diciembre de 1890 por unidades de la extinta Guardia Nacional y en mayo de 1984 cinco de los miembros de la Guardia Nacional que participaron en el crimen. Sin embargo los autores intelectuales que dieron la orden para llevar a cabo el asesinato no han sido juzgados debido a que son protegidos por la Ley de Amnistía. La Resolución del senado Estadounidense fue presentada por el senador Russ Feingold, representante del estado de Wisconsin. El director de la oficina en Washington para asuntos Latinoamericanos (WOLA) aplaudió la resolución en la que se urge al Gobierno Salvadoreño el proceso de investigación completa del asesinato de las cuatro Monjas, que de acuerdo a la comisión de la verdad se consideró culpable al entonces Ministro de Defensa, Guillermo García, quien no obstaculizó las investigaciones, ni dejar sin justicia a los familiares de las cuatro monjas asesinadas.
Dentro de la misma resolución aprobada por el mencionado Senado, se establece además recordar y conmemorar la vida de las cuatro Misioneras Mariknoll, apoyando a los familiares de las Monjas que dedicaron y pagaron con sus vidas por desposeerse con su trabajo para servir al prójimo.
Cuatro Monjas que dedicaron su vida con nutrido amor y esperanza, en medio del tormento para ayudar al atormentado pueblo Salvadoreño.

Consecuencias

La Guerra Civil que sufrió El Salvador, en la década de 1980 dejó una estela de destrucción y muerte imposible de superarse hasta hoy día y muchos de los familiares de miles de víctimas civiles aún continúan clamando justicia. El asesinato de tres Monjas y una Misionera Laica Norteamericanas es uno de los casos, que si bien fueron investigados y plasmados en el Informe de la Comisión de la Verdad de Naciones Unidas, continúan en la impunidad, sostiene Aronette Díaz, abogada y exmagistrada de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). A 26 años de ese crimen, diferentes sectores sostienen que la situación no ha variado mucho y el caso, al igual que otros, ha quedado en la impunidad. Este crimen y el de El Mozote, han de permanecer presente en la historia del Salvador como máxima prueba de brutalidad y violencia engendrada por el vil fascismo salvadore;o de esa época … la gente lo recuerda hoy pidiendo que no haya más crímenes, más violencia y que se construya una paz con justicia.

Fuentes