Asociación Canaria (raíces en Guines)

Asociación Canaria (raíces en Guines): Los primeros canarios vinieron a Cuba con Cristóbal Colón, y por supuesto a toda la América. En la isla, comienza un período de conquista. Suelos fértiles, de abundantes aguas y exuberante vegetación, son fuente de un futuro promisorio para estos emigrantes. En esta tierra bendecida por la naturaleza, se asentaron en la primera Villa de San Cristóbal de La Habana.

Llegada de canarios a la Villa

En América Latina comenzaron a afluir corrientes de sangre tras la llegada del Almirante. Se iniciaba un proceso de encuentro y conquista de un amplio enclave que ofrecía terreno favorable para la obtención y suministro de materias primas y explotación considerable de fuerza de trabajo de grandes masas, y un perspectivo mercado, en un diversificado escenario de disímiles tierras con características muy propias.

Suelos muy pródigos, clima benigno, abundantes aguas, y exuberante vegetación, dones de la naturaleza que bendijeron la llanura y sabanas del entorno del río Mayabeque, también conocido como el río de los Güines, desembocadura sureña donde se ubicara la primera Villa de San Cristóbal de La Habana entre 15l4 hasta el 1519, El 1520, establecidas las primeras villas con sus moradores respectivos, se inicio un serio proceso absentista y de despoblación; los grupos de poder político, los militares y aventureros buscadores de fortuna parten en gigante empresa colonizadora al continente; la isla, tranquila ya, de lento desarrollo en el XVI, comienza un inseguro despegue.

Se inicia un fuerte movimiento de trasiego, en un extremo América, y al este Europa y África. Las flotas, y la navegación en general cobran niveles inauditos e impensables, de Canarias a Cuba fundamentalmente, y a América, se crea una seria afluencia que se intensifica progresivamente. El nuevo continente resulta realmente promisorio; existía la posibilidad de encontrar un futuro esperanzador, establecerse con tranquilidad y poder progresar..

Los que se asentaron en Lomas de Candela, en cuyos entornos sembraron viandas, granos y tabaco, con líderes como Pedro Candela, por cuyo apellido tomó nombre el sitio. Este apelativo de "candela", se reafirmaba cuando durante las noches de los días 12, 23 y 28 de junio, reeditando las tradiciones canarias, se encendían "fogatas" u "hogueras" esperando el 13 (San Antonio), el 24 (San Juan Bautista), y el 29 (Pedro y Pablo); las mismas se divisaban desde lejos, donde hoy está la Villa, y adonde se trasladaron muchos de ellos, a zonas altas y firmes, para atender sus vegas.

Explotación del tabaco

En  1659 los vegueros obtienen la confirmación de su derecho  a que  en  las  márgenes  y alrededores de  las  zonas  aledañas  o contiguas  a  los ríos, entre  ellos el  Mayabeque  explotaran  las  vegas de tabaco  esta  medida,  por  supuesto, provocó un incremento demográfico canario en la zona,  aumentando el  número  de inmigrantes y familiares, y se trasladan  a  la región  y  sus  inmediaciones, provenientes  además  desde  otros sitios del país.

Tras las fases de grandes propiedades y haciendas, ya a fines del siglo XVII existen huertos, sembradíos, parcelas y diversos terrenos cultivados por naturales de Canarias. En la última década era tal el monto aportado por los diezmos de los productores, que la Iglesia Católica decide que el rango de ermita a parroquia de San Julían de los Guines, cuyos primeros libros custodian reveladores datos sobre el advenimiento, estancia y presencia canaria.

Entre 1717-23, ocurrieron en diversas zonas de las actuales provincias habaneras, rebeliones sofocadas con sangre y horcas; los vegueros defendíeron sus derechos a toda costa; tras estas sublevaciones y durante el transcurso de las mismas, grande fue la afluencia hacia el territorio güinero, de forma tal que el aumento de tabaco en extensión y producción, y por supuesto, el incremento de la población, era sensible. El caserío ya era nutrido, y sus vecindades se ampliaban sólidamente, lo que hace que en 1735, la población guinera creciera del sur hacia el norte; aumentando la parte urbana..

Los hacendados de mediados del siglo comienzan a sentir ansias de progreso: quieren superarse y obtener la condición y titulo de Villa, ostentar como divisa su Escudo de Armas, y poseer Cabildo, o sea, gobierno de administración local.

Producción azucarera

En 1762 ocurre la Toma de La Habana por los ingleses, lo que produjo una ocupación ventajosa que casi duró un año, llegando consigo un gran desarrollo económico. Desde el mismo momento del hecho el monto de la población y las riquezas se multiplicó. Tras la Revolución Francesa, y la desencadenada gran revolución de Haití, se puso de claro manifiesto la rentable necesidad económica de sustituir la producción tabacalera por la azucarera. La competencia desarrollada por los intereses del gran capital, se desató furiosamente, dejando en la ruina a centenares de vegueros, quienes pasaron a una muy miserable situación de despojo.


Entre 1815-18. la cúpula que tenía el poder económico de la región, liderada por Don Francisco de Arango y Parreño, logró centralizar su hegemonía al obtener las añoradas mercedes que habían solicitado los vecinos desde l775: título de Villa, Cabildo y Escudo de Armas. El costo de estas peticiones que fueron concedidas por la Corona y su Real Consejo de Indias, fue de 20,000 libras de tabaco verdín, recolectadas entre la población, y por supuesto, aportadas en su mayoría por los cosecheros de tabaco. El rentable cultivo de la caña, la alta producción de azúcar, alcoholes y mieles, el elevado número de ingenios, el incremento de la cantidad y densidad de la población, la demanda de fuerza de trabajo, fundamentalmente esclava africana además de la asalariada, la afluencia de capitales y lujuriantes riquezas concentradas en una minoría que constituía la oligarquía terrateniente en detrimento de las amplias masas, eran las características de esta zona donde pululaban los criollos y canarios y sus descendientes. Por el aporte brindado a la economía nacional de este territorio mayabequino, se selecciono para la construcción del denominado camino de hierro Habana-Guines, que se convirtió en la primera línea férrea de toda Iberoamérica; que el 19 de noviembre de 1838 llegaba a su destino preconcebido y planificado: la Villa de San Julián de los Guines, haciéndose así eficiente y multiplicando dividendos, participando en ella un significativo número de canarios.

Influencia canaria en la cultura

Francisco Calcagno Monzón, hijo del italiano Calcagno Monti. niño aún, estudió en lo que fue la primera  escuela de esta Villa, donada por  otro muy grande avecindado en Guines: el egregio patricio  y primer  economista  cubano Francisco Arango y Parreño;  los  tres Franciscos los enlazaba vínculos de amistad. Calcagno Monzón, quedo huérfano de madre desde  muy  pequeño;  el amor,   los  cuidados  y  desvelos  femeninos  y  maternos,   tan necesarios  en la infancia, se los dispensó la canaria Barbara, conocida cariñosamente como "Barbarita".Promovió la primera academia de idiomas, la  primera imprenta, el primer periódico, la idea de la  primera biblioteca,en su  formación  estuvo presente la influencia canaria.

El cabildo, local lucumí, de origen africano, del barrio sureño conocido por Leguina, en Guines, en afán de rendirle culto a su Changó, adoraba y sacaba en procesiones a las calles un cuadro que enmarcaba en su interior una oración, la cual, en su margen interior posee impresa una imagen de Santa Bárbara.

En el año l860, el cura párroco Tomás Rodríguez Mora, natural de Tenerife, hizo una colecta pública reuniendo varias onzas de oro, para traer desde Barcelona, España, en 1864, una bella imagen, que fue la primera de la Patrona de los Artilleros en ser introducida en Cuba, y que se adora masivamente y con gran afluencia de público, en su mismo y transformado sitio, la cual constituye una tradición güinera.

En la cultura territorial, y con connotación nacional, se consolidaron raíces de la literatura a través de las obras promocionadas y auspiciadas por la revista Cúspide, hasta su mismo cierre con el ejemplar de noviembre-diciembre de 1939, que coincidió con el fallecimiento de el director; las ideas democráticas y progresistas eran esparcidas por esta amplia tribuna impresa imbricada en las problemáticas internas e internacionales que se dirigía desde el antiguo ingenio Merceditas, de Melena del Sur, al límite este del municipio de Güines; ejecutadas por el intelectual de valía José Cabrera Díaz, natural de Tenerife.

Participación de canarios  las luchas Independentistas.

Centenares de criollos, entre ellos múltiples descendientes de canarios, estaban marcados con el sentimiento consciente y sólido de la nacionalidad cubana a mediados del siglo XIX.

Al fragor de la llamada "Guerra de Martí", catalogada como ¨justa y necesaria¨ e iniciada el 24 de febrero del 95, múltiples canarios y descendientes se incorporaban al Ejército Libertador "mambí". Cuatro canarios lograban alcanzar el grado de generales en dicho honroso gran cuerpo militar representativo del pueblo cubano: Julio Santana Santana, Manuel Suárez Delgado, Matías Vega Alemán y Jacinto Hernández Vargas. La población civil indefensa cae vil e innecesariamente asesinada, víctimas de las tropas colonialistas. En el Gato, antiguo ingenio "Nuestra Señora de la Encarnación". al sureste de Catalina de Güines se enfrentaron españoles con mambises dirigidos por Antonio Maceo, el 20 de febrero de 1896, tras el combate, los militares al servicio de la metrópolis ultimaron a pacíficos, y entre ellos a canarios, provocando la repulsa y denuncia del "Titán de Bronce", quien manifestó que a pesar de haber obtenido un triunfo, se lamentaba del hecho, ya que el mismo provocó el alevoso crimen de los españoles contra ciudadanos inocentes. Como respuesta trágica al apoyo masivo que la población le prestaba a los libertadores, el Capitán General de Cuba, Valeriano Weyler y Nicolau, "El Marqués de Tenerife", decreta el tristemente célebre y criminal "Bando de Reconcentración", costandole la vida a miles de personas entre l896-98, y recrudeciendo el bloqueo naval yankee a la isla; perecieron centenares de canarios y sus descendientes,expuestos al rigor de las enfermedades, el hambre, la desnudez y la miseria más generalizadora y absoluta.

En el transcurso de la primera intervención norteamericana en Cuba, ejercia como Alcalde de Güines, el General Jacinto Hernández Vargas, entre el 14 de junio de 1899 y el primero de julio de l901; este natural de Tenerife tuvo una conducta ciudadana ejemplar, muy activa y patriótica. Ganándose el respeto y cariño de todos los güineros.

Personalidades en la Villa,descendientes de canarios

Leopoldo Víctor Berriel Fernández, descendiente, su padre era de Lanzarote, graduado de derecho en la Universidad de La Habana, en 1868 catedrático y posteriormente decano; en 1898 rector de la misma. Miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País, e integrante entre 1900-1901 de la Asamblea Constituyente donde quedo discutida y aprobada la Constitución que se puso en vigor en 1902. Renovador del sistema de instrucción en el alto centro docente. Entre 1925-33, dos alcaldes dirigieron los destinos de Güines, desde su ayuntamiento, y ambos eran canarios: Cayetano González y Manuel González Regalado. El poeta y mambí güinero José Trujillo Armas, hijo de José y hermano de Manuel, sufrió destierro en febrero de 1869. José, descendiente de canarios, padre de Rosa Trujillo, destacada educadora poeta, publicista, feminista, fundadora y directora de la revista Letras Guineras.

Incansable luchador guinero y boxeador Rodolfo de Armas Soto, destacado revolucionario antimachadista y hombre de confianza de Antonio Guiteras Holmes, fue militante de la organización la Joven Cuba y participante en las brigadas internacionales en la Guerra Civil Española, en defensa de la República cuya abuelita materna y canaria, había fallecido víctima de la reconcentración en el antiguo Parque de la Villa de Güines. Murió en Morata de Tajuña, España, el 24 de febrero de 1936.

Actualidad

La Asociación Canaria de Cuba, en Güines, agrupa a más de 900 naturales y descendientes que se componen de miembros que se mantienen activos y latentes; en su listado, sobresalen y se reiteran los siguientes apellidos: Hernández y González en primer sitio, seguidos de García, Díaz y Rodríguez, y a continuación Alfonso, Pérez y Acosta, y después Martínez, Trujillo, Vega y Martín, y les siguen muchos más. Es inobjetable que en la historia y la cultura de Guines, está la presencia canaria.


Fuente

Lic. González Abilio. (Investigador Agregado).Biblioteca Municipal de Güines.