Autoconcepto

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Concepto:Combinación entre los procesos internos y las condiciones externas

Autoconcepto. Se le llamó a la combinación entre los procesos internos y las condiciones externas, que es típica de cada etapa del desarrollo, se le conoce además como situación social de desarrollo.

Rol de la familia

El rol de la familia y de la escuela es básico en la conformación de la situación social del desarrollo del niño, pues ésta no sólo se determina por las exigencias históricamente formadas por el medio social, sino además, por las exigencias planteadas al niño en contextos concretos con condiciones de vida, objetivas, subjetivas y específicas.

Por otro lado, es necesario señalar que es a través de la mediación de las relaciones que el niño establece con los adultos y con otros niños, que conoce lo que le rodea y se conoce a sí mismo.

Por tanto, es de vital importancia en el estudio de procesos internos de la persona, y en este caso del niño, considerar las condiciones de su educación dentro de la familia y la escuela como contextos donde se gestan las experiencias más importantes a través de las cuales se desarrolla, mantiene y/o modifica su autoconcepto.

Contexto familiar

En la actualidad se reconoce el cambio trascendente que ha sufrido la familia en la última parte del siglo; ya que no se puede hablar del modelo tradicional conformado por un matrimonio con dos o más hijos, pues la mayor parte de los niños viven en familias monoparentales,familias reconstituidas, hogares adoptivos, familias extensas con parientes o con otro tipo de arreglo. La familia sigue siendo la célula básica de la sociedad y la fuente principal del desarrollo de su personalidad, en especial los padres o quienes cumplen las funciones que éstos tienen.

La familia no es una colección de individuos; es un sistema social, y como sistema social sus interacciones son recíprocas y representan un dar y recibir continuos, en lugar de patrones de interacción lineales de causa y efecto. En la familia, el funcionamiento de cada uno de los miembros del sistema ayuda a mantener y cambiar el comportamiento de los otros.

En general, a la familia se la adjudican tres grandes funciones: a) económica, b) biológica y c) educativa y de satisfacción de necesidades afectivas y espirituales. Esta última función tiene un papel primordial en la transmisión de valores y normas hacia las nuevas generaciones.

La familia tiene la obligación ante la sociedad de conducir el desarrollo integral de sus hijos y contribuir a su formación física y espiritual. La elevación cultural, económico y social de la familia favorece de forma objetiva la realización de esta labor.

Relación de apego entre la madre y el niño

Un estudio longitudinal demuestra que una relación de apego seguro entre la madre (o cuidador) y el niño,en los primeros años de vida,es importante para que desarrolle un adecuado autoconcepto y autoestima. Además de que las prácticas de crianza, el estilo de interacción entre padres e hijos y el ambiente familiar, concretizado en medios materiales, acceso a actividades culturales, nivel de aspiraciones, estabilidad familiar, cualidad del lenguaje empleado, hábitos de trabajo y relaciones democráticas en casa son considerados como determinantes en la motivación al logro en las actividades académicas de los niños.

Actitud y conducta de los padres

La actitud y conducta de los padres, sus creencias y expectativas en relación a la capacidad y logros del niño, favorecen o no el desarrollo de un autoconcepto académico positivo, así como la motivación hacia las tareas escolares, lo cual repercute en los resultados académicos que éste obtenga. Los padres que estimulan la curiosidad, la persistencia, independencia, entre otras, hacia las actividades escolares y tienen altas expectativas en cuanto al rendimiento de sus hijos,promueven el desarrollo de sentimientos positivos de autoconfianza y autocompetencia, que favorece la motivación intrínseca hacia el aprendizaje, influyendo positivamente sobre el rendimiento.

Contexto escolar

La escuela tiene el encargo de preparar al niño para la vida adulta, teniendo como eje central la actividad de estudio, que tiene un carácter obligatorio y socialmente importante. Es aceptada por la generalidad de profesionales implicados en la educación que la escuela es mucho más que una transmisora de conocimientos. Aunque se sigue poniendo el acento sobre su labor en el plano intelectual, sin embargo, sus funciones principales son instruir y educar atendiendo a la formación integral del niño, posibilitando, junto a la adquisición de conocimientos y destrezas, la adquisición y desarrollo de la competencia, que está vinculada con el desarrollo de factores afectivos, cognitivos y de la personalidad.

Meta de los sistemas educativos

Precisamente, la meta primordial de los sistemas educativos, en el mundo actual, es el desarrollo integral de los educandos, puesto que una “educación verdaderamente desarrolladora”está orientada a la formación de la personalidad del individuo; lo cual implica no sólo el desarrollo del componente cognitivo-intelectual del niño, sino una serie de capacidades (motrices, de inserción social, de relación interpersonal y de equilibrio emocional),que están comprendidas dentro de las finalidades educativas de diversos planes, programas y centros de enseñanza.

En el ámbito de la institución escolar los “otros significativos”, de manera sobresaliente, son el profesor y los compañeros de aula. La percepción del ambiente o clima escolar, por parte del niño,está en función de las condiciones actuales de la clase, las cuales a su vez son determinadas por el estilo y orientación psicopedagógica del profesor. Sin embargo, una misma clase es percibida diferente por los niños a partir de sus diferencias individuales, las cuales son debidas, en parte, a sus experiencias anteriores y a las diferencias de su personalidad, pero también depende de la manera en que los niños son diferencialmente tratados por el profesor (y por sus compañeros).Los niños son muy susceptibles a percibir el trato diferencial del profesor. El trato diferencial del profesor se manifiesta en conductas como: interacción verbal y no verbal, cantidad y calidad de las tareas, tipo y grado de ayuda educativa que brinda.

Retroalimentación

Incide significativamente no sólo en la dimensión académica del autoconcepto del niño, sino también en su competencia física (fuerza, velocidad, habilidad para los deportes), atractivo físico y su conducta (comportamiento en clase, participación en el grupo y actitudes hacia la autoridad). Las evaluaciones realizadas por profesores y compañeros, predicen cambios en la competencia autopercibida de los niños a lo largo del curso escolar.

La retroalimentación del profesor es fuente para el desarrollo del autoconcepto, expectativas de autoeficacia, e incluso el rendimiento académico del niño. La relevancia de las expectativas del profesor en el logro y rendimiento del niño es tal que hay quien las nombra “profecías que se cumplen por sí mismas” o “profecías de autorrealización

El niño recibe la información del profesor, que le indica las expectativas de éste, en función de su autoconcepto y de su autoestima. A partir de esto y de si existe ajuste o no a sus propias expectativas, el niño reaccionará de manera distinta ante la conducta del profesor,confirmando o no sus expectativas, lo que se reflejará en su motivación y rendimiento.

El impacto de las expectativas del profesor en el autoconcepto del niño también está en función de variables como la edad y las necesidades afectivas de este último, pues es un hecho que el profesor llega a convertirse en un sustituto del padre sobre todo cuando proviene de un hogar disfuncional.

Elementos que intervienen

Por parte del profesor, además de sus actitudes y atribuciones hacia el alumno, son sus características personales y la teoría de enseñanza que implícitamente se encuentra en su quehacer profesional. Así como en el caso de los padres, el profesor que tiene un autoconcepto y autoestima positiva, sobre todo en relación al ejercicio de su profesión, influye en la manera en que recibe información sobre el rendimiento del alumno y en la manera de conducirse hacia él.

En la medida en que el profesor se concibe como mediador en el encuentro del alumno con el aprendizaje y siente seguridad en el trabajo que realiza, por contar con las condiciones y la preparación necesaria para ello, en esa medida podrá estar más abierto a recibir información nueva sobre el alumno. Sus expectativas, para con el alumno y para consigo mismo, podrán ser más flexibles si pone el acento en las potencialidades más que en las debilidades, y si está abierto a la diversidad de estilos y capacidades para aprender por parte de los alumnos.

Bajo la perspectiva del maestro no como mero transmisor de conocimientos, ni como animador o supervisor, sino como organizador y mediador del aprendizaje se parte de reconocer ante todo el potencial del alumno. Tal potencial puede valorarse a través de lo que Vigotski llamóla zona de desarrollo próximo, este concepto permite ubicar el papel del profesor y la naturaleza interpersonal del aprendizaje. La zona de desarrollo próximo posee un límite inferior dado por el nivel de ejecución que logra el alumno trabajando de forma independiente o sin ayuda (llamado zona de desarrollo actual); mientras que existe un límite superior, al que el alumno puede acceder con la ayuda del profesor (llamada zona de desarrollo potencial)

Zona de desarrollo próximo

Conociendo la zona de desarrollo próximo del niño, el profesor puede establecer metas y objetivos escolares realistas, que no estén por debajo ni por arriba de lo que puede realizar, de tal manera que se disminuya el riesgo de exponer al niño a situaciones de fracaso y a los consecuentes sentimientos de frustración; por otro lado, más libre de tensión, el profesor podrá mantener una actitud más positiva en las actividades, con respecto al niño.

Los elementos que intervienen en la elaboración de expectativas por parte del profesor,además de sus actitudes y atribuciones hacia el alumno, son sus características personales y la teoría de enseñanza que implícitamente se encuentra en su quehacer profesional. Así como en el caso de los padres, el profesor que tiene un autoconcepto y autoestima positiva, sobre todo en relación al ejercicio de su profesión, influye en la manera en que recibe información sobre el rendimiento del alumno y en la manera de conducirse hacia él.

En la medida en que el profesor se concibe como mediador en el encuentro del alumno con el aprendizaje y siente seguridad en el trabajo que realiza, por contar con las condiciones y la preparación necesaria para ello, en esa medida podrá estar más abierto a recibir información nueva sobre el alumno. Sus expectativas, para con el alumno y para consigo mismo, podrán ser más flexibles si pone el acento en las potencialidades más que en las debilidades, y si está abierto a la diversidad de estilos y capacidades para aprender por parte de los alumnos.

Conociendo la zona de desarrollo próximo del niño, el profesor puede establecer metas y objetivos escolares realistas, que no estén por debajo ni por arriba de lo que puede realizar, de tal manera que se disminuya el riesgo de exponer al niño a situaciones de fracaso y a los consecuentes sentimientos de frustración; por otro lado, más libre de tensión, el profesor podrá mantener una actitud más positiva en las actividades, con respecto al niño.

Fuentes

  • ÁLVAREZ, C.(1999), La Escuela en la vida. Editorial Pueblo y Educación, La Habana.
  • ABBAGNANO, N (2004 ),Historia de la Filosofía, Ed. Félix Varela, La Habana,, T. 1
  • Alvarez de Zayas, Carlos (1999). Didáctica. La Escuela en la vida. Ciudad Habana: Ed. Pueblo y Educación.
  • Álvarez de Zayas Carlos (1996). Hacia una escuela de excelencia. La Habana: Ed. Academia.
  • Álvarez de Zayas, Carlos (1986). Elementos de Didáctica de Educación Superior. Holguín: Ed.ISP “Enrique José Varona”.
  • Álvarez de Zayas Carlos (1995). Metodología de la Investigación Educativa. Santiago de Cuba: Ed. CEES “Manuel F Gran”, Universidad de Oriente, 1995.