Baby-led weaning(BLW)

Baby-led weaning(BLW)
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Concepto:El Baby Lead Weaning (BLW) es conocido como alimentación complementaria autorregulada o a demanda y consiste en una manera de incorporar los sólidos, eliminando la fase de las papillas.

El baby led weaning (BLW) es una expresión que significa que el “bebé dirige o conduce el destete” y da nombre a un método o plan alimentario que se conoce como “alimentación autorregulada por el bebé” o “alimentación complementaria dirigida por el bebé” y consiste en dar al niño preparaciones que forman parte del menú familiar con pequeñas adaptaciones, sin recurrir a los triturados o purés de la alimentación convencional.

La lactancia exclusiva está recomendada hasta los 6 meses, y a partir de esta edad se debe iniciar la introducción de diferentes alimentos aprovechando que el niño va desarrollando las habilidades motoras para empezar a comer.

Aquí es entonces, cuando se plantean 3 alternativas para efectuar la introducción: alimentos triturados con cuchara (la forma convencional), alimentos muy blandos en trocitos o alargados que pueden ser cogidos por las manos del bebé ( BLW), o la opción mixta que conjuga ambas modalidades.

Beneficios del Baby Led Weaning

  • El bebé participa de las comidas familiares, lo que facilitará que pruebe una mayor diversidad de alimentos y más integración.
  • Es un método que enseña a través del ejemplo y por ello la familia deberá planificar alimentos saludables, así que siguiendo este método es probable que mejore la alimentación de toda la familia.
  • Favorece las habilidades motoras y la autonomía del bebé.
  • Permite estimular más los sentidos del bebé al descubrir por él mismo, distintos sabores, texturas, colores y olores.
  • Fomenta la independencia temprana del bebé y se convierten en niños menos “quisquillosos” con la comida o niños malos comedores.
  • Los bebés determinan a la velocidad que comen, y por lo tanto disfrutan más de la comida, sin sufrir imposiciones o asociaciones negativas con la comida.
  • Al no obligarlos a comer o a terminar el plato, más adelante estarán dispuestos a probar nuevos alimentos en el futuro y el momento de comer se convierte en una situación agradable para el bebé.
  • Favorece la adquisición de buenos hábitos alimentarios que logran evitar el sobrepeso y/o obesidad en el corto y largo plazo.
  • Al no utilizarse prácticamente “cereales para bebés”, “yogures infantiles”, “gusanitos”, etc. el bebé no consume azúcares añadidos o exceso de sal (ingredientes que también suelen incorporar las papilas industriales….) y que se deben evitar tanto en el primer año de vida como en los restantes.

Precauciones

Entre los posibles riesgos del BLW, estarían el riesgo de deficiencia de energía, deficiencia de hierro y de asfixia o ahogo (aunque muchos padres lo practican con éxito); por estas razones, en la Universidad de Otago, Nueva Zelanda, se llevó a cabo un estudio llamado BLISS con el objetivo de lograr mejoras en el BLW y se llegó a la conclusión que:

Para evitar la deficiencia de energía y hierro en cada comida se debe ofrecer un alimento proteico (no dar más de 30-40 g de carne o pescado al día o bien un huevo pequeño diario y legumbres), un farináceo (arroz, pasta, pan, cuscús…), y una verdura y/o una fruta. Para aumentar el aporte de energía también podemos usar en cada comida el aceite de oliva y/o el aguacate . Para paliar el riesgo de asfixia o ahogo se aconseja evitar aquellos alimentos que pueden producir atragantamiento como frutos secos enteros (que sí pueden ofrecerse molidos), uvas enteras, palomitas, maiz, biscotes, trozos de manzana o zanahoria cruda, etc. que podrán ser consumidos en estas formas a partir de los 3 años de edad. Hay que diferenciar asfixia (atragantamiento total) de las arcadas que son habituales en los bebés ya que tienen muy sensibles los reflejos que hacen que cualquier cosa que alcance la parte posterior de la lengua o la garganta le produzca dichas arcadas o tos. Pero así van aprendiendo que pueden y que no pueden tragar. El proceso es sencillo si le ofrecemos comida blanda que pueda aplastar con la lengua y el paladar, o las encías.

Igual de relevante es no dejar solo al bebé, por lo que siempre deben comer acompañados.

Consejos para iniciarse en el método

  • Confiar en su bebé, le acompañen en el camino y le proporcionen seguridad. El niño sabe lo que necesita, y sabrá gestionar esta nueva situación, al igual que lo ha hecho y hará con otras etapas de su desarrollo a las que se vaya enfrentando.
  • Informarse de manera adecuada con profesionales que tengan experiencia en este método y en alimentación infantil. Además, cada familia es única, y puede ser que a veces no sirvan los consejos generales que podemos encontrar en Internet o en los libros, y se necesiten consejos personalizados y adaptados a unas circunstancias concretas.
  • Asegurarse de que el bebé está realmente preparado para comenzar con el BLW.

Cómo saber si el bebé está preparado para empezar

  • Si ha cumplido seis meses: en el caso de los bebés bebés prematuros debemos prestar atención a su edad corregida, no cronológica.

LA AEPap, también aconseja prestar una especial atención a los niños con alguna dificultad en su desarrollo, enfermedad crónica o riesgo de desnutrición.

  • Si se mantiene erguido o sentado sin apoyo.
  • Si muestra interés cuando ve a los adultos comer y quiere hacer lo mismo.
  • Se lleva los objetos a la boca.

A lo mencionado, los pediatras también añaden otras señales para saber si el bebé está preparado para iniciar el BLW, como comprobar si puede aplastar el alimento con la lengua y hacer movimientos laterales con las mandíbulas, y saber si es capaz de girar la cabeza para decir que ya no quiere más.

Alimentos prohibidos antes del primer año de vida del bebé

  • Por riesgo de atragantamiento, hay que evitar todos los alimentos pequeños, duros y que no se deshagan en la boca, como los frutos secos, manzana o zanahoria cruda. Tampoco se deben dar alimentos con forma redonda, como uvas o salchichas.
  • Por su contenido en metales pesados, se debería evitar el consumo de pescado azul de gran tamaño, como el atún rojo, la caballa grande o el emperador, así como ciertos maricos como las cabezas de gambas y langostinos, o los cuerpos de crustáceos por su alto contenido en cadmio.
  • Carnes que provengan de animales que hayan sido cazados con munición de plomo.
  • Verduras con gran contenido en nitrato, como las espinacas, las acelgas o la borraja.
  • La miel, por riesgo de intoxicación por Clostridium botulinum.
  • Por otro lado, algunos tipos de algas pueden contener un exceso de yodo y/o arsénico que podría resultar perjudicial para el bebé.
  • La leche entera tampoco debe ofrecerse antes del primer año de vida, pero por supueso, no nos referimos a la leche materna o de fórmula, pues es su principal alimento.
  • Además, es conveniente prescindir de la sal, el azúcar o los edulcorantes para la preparación de los patos.

Fuentes