Balero
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Balero. Término que se emplea de distintas maneras en varios países de América Latina.
Sumario
Definición
El balero es un juguete de malabares compuesto de un tallo.
En qué consiste el juego
El juego consiste en impulsar la bola hacia arriba para tratar de que, en su caída, ingrese en el palo, para lo cual se debe lograr la coincidencia entre un orificio de la bola y el palo en cuestión.
Historia del balero
Los orígenes del balero son remotos. Puede recibir otros nombres (emboque, coca, choca, capirucho, bolero, kendama), tener distintas características y usarse para jugar con diferentes modalidades, aunque siempre requiriendo de la habilidad del jugador para que pueda cumplirse el objetivo. En el continente americano, el balero surgió en tiempos precolombinos. Se cree que los mayas, por ejemplo, tenían un juego similar al balero donde la “bola” era un cráneo. En Europa, en tanto, hay numerosos registros del balero en la época medieval, e incluso se dice que el rey francés Enrique III solía jugarlo.
Partes del juguete y modalidades de juego
El balero se compone básicamente de un palo y de una bola. El palo tiene un sector inferior extenso, donde el jugador coloca la mano; una parte central más gruesa; y una zona superior angosta que tiene que encajar en el agujero de la bola. La bola, también señalada como mazo, presenta, al menos, un agujero. La unión entre el palo y la bola se realiza a través de un cordón o cuerda. El juego consiste en tomar el palo y, sin soltarlo, impulsarlo hacia arriba para que la bola, gracias al cordón, suba. Cuando la bola comienza a bajar, se debe intentar que su agujero encastre en la parte superior y angosta del palo. La modalidad de juego más habitual consiste en considerar ganador a quien logra realizar más emboques de manera consecutiva. Otra posibilidad es que gane el jugador que consigue más emboques en un tiempo preestablecido.
Balero como cabeza
En el lenguaje coloquial de Argentina y Uruguay, suele llamarse balero a la cabeza de un individuo. La noción puede aludir tanto a la cabeza en sentido físico (la parte del cuerpo que contiene el cerebro y los órganos sensoriales más importantes) como a la inteligencia o la capacidad de raciocinio. “El chico se cayó del árbol y se dio un terrible golpe en el balero, pero por suerte ya está bien”, “Ese muchacho está muy mal del balero, tiene un comportamiento difícil de entender” y “Voy a buscar una gorra que el sol me está pegando justo en el balero” son algunas expresiones que recurren a este uso del concepto. En un ámbito formal, de todos modos, no se apela a esta idea. Un médico, por citar un caso, no hará alusión a un “golpe en el balero” sino que hablará de un “traumatismo de cráneo”.
