Barracón de esclavos (Placetas)

El Barracón (Localidad Benito Juárez. Placetas)
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica
Barracon.jpg
Lugar donde residían los esclavos en el antiguo Batey Zaza, edificación muy ligada al origen y fundación de la industria azucarera en Placetas.
Descripción
Localización:Batey Benito Juárez, Placetas, Villa Clara Bandera de Cuba
Uso inicial:Lugar donde residían los esclavos
Uso actual:Habitado por distintas familias
Datos de su construcción
Inauguración:1872.


El Barracón (Localidad Benito Juárez. Placetas) Lugar donde podían vivir los esclavos en el batey del Ingenio Zaza, Placetas, Cuba

Antecedentes

La construcción de esta edificación data de los años de la fundación del Ingenio, 1890, los constructores fueron los mismos esclavos, contrasta con el resto de las construcciones del Batey del Ingenio Zaza, el mismo tuvo un carácter imponente y opresivo, con una marcada intención de discriminación racial, siendo este el único lugar donde podían vivir los esclavos, permaneciendo allí recluidos sin molestar a los amos. Por esta razón se construyó a 150 metros de la casa de la familia y ubicado en forma perpendicular a ésta, de forma tal que el olor nauseabundo que emanaban estos esclavos no llegara a la casa del dueño.

Aspectos constructivos

Vista frontal del antiguo Barracón

Este Barracón tenía una dimensión de 4 156.78 varas, no está considerado como grande, es más bien pequeño si se comparas con el del Ingenio “Flor de Cuba” con 17 000 varas cuadradas o con el del Ingenio “Álava” del propio Julián Zulueta con 12 000 varas cuadradas, pero albergaba mayor cantidad de esclavos que los grandes barracones.

Naves

El mismo contaba con 6 naves, cada una con 15 cuartos, para un total 90 habitaciones. En la nave principal se encontraba el cepo, la casa del mayoral y del contra mayoral y otras habitaciones más; en los cuartos llegaron a vivir más de 385 esclavos. Las naves están distribuidas de forma tal que entre dos de ellas exista un patio central con piso de ladrillos y un desagüe que garantiza cierta salubridad de las habitaciones, en la parte delantera del edificio se extiende una nave transversal que constituye a la vez la nave principal destacándose sobre ella una segunda planta que descansa directamente sobre los muros del primer piso.

En el centro de esta fachada se encuentra una ancha puerta de medio punto que da acceso a una de las galerías de habitaciones, además de esta entrada principal existían otras dos formadas también por arcos de medio punto pero más pequeñas que permiten la comunicación con las otras habitaciones. Estas puertas eran cerradas por una reja que no les permitía la salida a los esclavos después del toque de oración.

Estas tres puertas de entrada, así como las de salida, que se encuentran en la parte posterior hacían impenetrable el barracón después del horario de sueño. A lo largo de esta nave principal se extiende un antesonado de madera con un tirante simple transversal que le sirve de sostén al piso de madera de la planta alta, a la que se llegaba a través de una escalera de ida y vuelta situada en el interior de una habitación. Las naves que ocupaban los esclavos tenían 15 cuartos, los cuales tenían pobre ventilación e insuficiente iluminación, ya que solo contaban con una puerta que era cerrada con un candado por el exterior que daba al patio central, solamente los cuartos situados en las naves laterales tenían un pequeño tragaluz a unos tres metros del piso

Zaguán

En el zaguán que está a la entrada y colgando del techo se encuentra la rondana, de donde se fijaba la campana que llamaba al trabajo a los esclavos; al lado derecho de éste zaguán se encuentra la habitación del cepo, su ubicación a la entrada del edificio era para imponer el miedo a los esclavos, ya que era el lugar para castigar a los que cometían alguna falta. Después del amplio arco de la entrada y del zaguán existe otro arco más pequeño que da acceso a las naves de esclavos. En esta puerta aún se pueden observar las bisagras que sostenían las pesadas rejas de hierro. La parte superior de este arco, al igual que las ventanas de la planta alta, tienen un elemento decorativo que a pesar de ser muy sencillo no deja de ser un elemento que ayuda a suavizar la extrema solidez de los muros y el ambiente poco acogedor de la construcción.

Habitaciones

Las habitaciones tienen una amplitud de 3.2 metros de ancho por 4.7 metros de largo y la utilizaban varios esclavos, lo que hacía la vida incómoda e inhumana, con poca ventilación y muy hacinados unos con otros, lo que casi no les permitía poder descansar. El mobiliario de estas habitaciones estaba integrado por hamacas que se amarraban a los rieles empotrados en la pared, aún quedan testigos de estos rieles. Están divididos por paredes de mampostería de 18 pulgadas aproximadamente, este grosor se debe a los materiales de construcción que se utilizaban (piedras Cársicas, ladrillos, trozos de tejas y una mezcla de arena y Cal). El piso era de tierra, las habitaciones de la derecha están divididas por altas paredes de madera y algunas de ellas se comunican a través de puertas con las habitaciones vecinas.

Techos

Los techos de las naves son de teja, en las habitaciones del cuerpo central los techos son de un solo fardón o de un agua, protegiéndose suficientemente para formar colgadizos que rodean el patio central. El techo a dos aguas que sigue el sentido de la nave transversal descansa sobre el arquitrabe que a su vez es sostenido por horcones de madera con pies derecho rústicos

Planta alta

Las habitaciones altas ocupadas por el mayoral y el contra mayoral, en tiempos de la esclavitud y después de su abolición por los gallegos, los cuales tiene suficiente ventilación, espacio y claridad. En cada una de las tres habitaciones de la planta alta existe una ventana-puerta que funge como mirador, las mismas tienen un vano muy alto que remata en arco de medio punto.

Abasto de agua y drenajes

Otro aspecto insalubre del barracón es la no existencia de fosas ni cañerías. El agua era llevada al lugar a través de pipas arrastradas por Bueyes.

Bóvedas

Existían bóvedas de 2 metros de largo por 1 metros de ancho y 2 metros de alto, eran utilizadas para guardar aguardiente en toneles y azúcar, en las mismas cabía una persona de pie. El Aguardiente lo dejaban añejar en estas bodegas para los días de reyes, que les daban fiestas a los esclavos y comidas especiales y los mismos bailaban al ritmo del Tambor, cada uno de acuerdo a los bailes y tradiciones de sus países de origen.

Dotación de negros esclavos en el Barracón

Se bautizaron 103 negros de esta dotación, los que estaban comprendidos en la edad de 0 a 2 años; por lo que todos son criollos. El sexo masculino (153) está por encima del femenino (129), la mayor parte de estos esclavos (71%) son criollos, solamente el 28 % aparecen como bozales. La procedencia étnica de los bozales es como sigue:

ETNIA MASC. FEMEN. TOTAL
Lucumí 11 19 30
Congo 5 9 14
Gongá 6 4 10
Carabalí 7
2
9
Mira - 4 4
Costa África 2 2 4
Macuá
-
3
3
Bibé
-
2
2
Mandinga
-
2
2
Arará
1
-
1
Total
31
48
79

La mortalidad era muy elevada, siendo la mayor en la edad de 0 a 15 años (43.2 %) motivada por la alta mortalidad infantil; solo el 17 % fallecían con más de 60 años.

La causa fundamental de las muertes eran lo que los amos llamaban muerte natural (62.7 %), ya que bajo este término se justificaba la falta de atención médica y se enmascaraban las causas verdaderas de la defunción y también servía para ocultar las muchas epidemias que azotaban a Cuba en esos momentos; le siguen en orden las causas siguientes: Disentería, Paludismo, Senectud y otras.

La disentería y el raquitismo son enfermedades que demuestran la mala alimentación y la falta de higiene en el barracón, mientras la muerte de pulmonía se debía fundamentalmente a las malas condiciones de las habitaciones con exceso de humedad y poca ventilación.

La mayoría de los esclavos solo llevaban el nombre y algunos el apellido del amo, pues muchos no tenían padre reconocido.

El Barracón y la abolición de la esclavitud

Después de abolida la esclavitud el Barracón fue utilizado por los propios esclavos liberados, éstos seguían dependiendo y explotados por Zulueta, quien los veía como esclavos todavía, después a medida que se desocupaban algunos cuartos estos fueron ocupados por los Gallegos (Españoles) que a principios de siglo llegaron con el florecimiento de la Industria azucarera

El Barracón hasta el presente

En la actualidad el barracón está habitado por distintas familias, las cuales han hecho pequeñas variaciones en su interior para dotarlas de mejores condiciones de habitabilidad. La fachada se mantiene con pocas alteraciones en la planta baja pero en el piso superior el muro frontal ha sufrido derrumbes parciales y está muy deteriorado.

Enlaces externos

Fuentes

  • Cubas Pérez Alberto: Monumentos del Batey Zaza. Monografía sin publicar.