Basílica de Sant'Agostino en Campo Marzio

Basílica de Sant'Agostino en Campo Marzio
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (edificio)
Sant agostino.JPG
Descripción
Tipo:edificio
Estilo:renacentista
Localización:Via di S. Eustachio, 19, 00186 Roma RM, Italia
Uso inicial:Basílica
Uso actual:Basílica
Datos de su construcción
Inicio:1479
Término:1482

Basílica de Sant'Agostino en Campo Marzio empezó a edificarse en 1296 por voluntad de Bonifacio VIII, aunque se terminaría sólo en 1420. Su aspecto actual se debe a una reconstrucción llevada a cabo por Jacopo di Pietrasanta y Sebastiano Fiorentino en los años 1479-1483. Sucesivamente, en 1756, Luigi Vanvitelli transformó completamente el interior del templo y modificó su campanario (del siglo XV). En la primera capilla a mano izquierda se halla el famoso óleo de Caravaggio “la Virgen de los Pelegrinos” 1604 y el tercer pilar de la nave central está decorado con un fresco de Raffaello que representa al “Profeta Isaías” 1512.

Ubicación

Basílica de Sant'Agostino en Campo Marzio está ubicada en: Via di S. Eustachio, 19, 00186 Roma RM, Italia

Historia

Los orígenes de la iglesia se remontan al Siglo XIV, cuando los agostinianos decidieron construir una nueva sede dedicada a San Agustín para sostituir la precedente Iglesia de San Trifone in Posterula. Edificada entre finales del Siglo XIV y principios del Siglo XV, la nueva iglesia se ultimó alrededor del 1420. No obstante, el edificio resultó demasiado pequeño para las exigencias de la comunidad y estaba sometida a las continuas crecidas del Tíber. Por eso, el Cardinal Guillaume d'Estouteville entre [[1479] y 1483, financió la construcción de un nuevo edificio, esta vez definitivo. La Iglesia de Sant'Agostino en octubre de 1999 fue elevada por el Papa Juan Pablo II a la dignidad de basílica menor. El aspecto actual se debe a una reconstrucción que tuvo lugar en los años 1479-1483 por obra de Jacopo di Pietrasanta y Sebastiano Fiorentino. En 1756 Luigi Vanvitelli transformó radicalmente el interior de la iglesia y modificó su campanario del Siglo XV. La fachada, típico ejemplo de arquitectura renacentista romana, presenta en el orden inferior un gran portal con tímpano triangular. A los lados hay dos portales menores coronados por dos ventanas circulares. El interior de la iglesia, con planta de cruz latina, se divide en tres naves y presenta cinco capillas a cada lado. Entre las obras principales que se pueden admirar a la derecha del portón central se encuentra la célebre Virgen del Parto de Jacopo Sansovino 1521 que según la tradición popular es milagrosa. Una leyenda cuenta que la estatua fue realizada adaptando una antigua esfinge que retrata a Agrippina con su hijo Nerón en brazos.

El poeta romano Gioacchino Belli en un irreverente soneto comenta la excesiva ostentación de joyas de en la estatua de la Virgen. Entre las otras obras más significativas se cuenta sin duda la Virgen de Loreto de Caravaggio, llamada también Virgen de los Peregrinos. Se trata de uno de los cuadros más famosos de Caravaggio, que el artista donó a la iglesia como muestra de agradecimiento. Se dice, de hecho, que el tormentado pintor, para escapar a la condena de homicidio del padre de una chica a la que había seducido, encontró refugio precisamente en la basílica. Según muchos, las facciones de esa mujer, Lena, aparecerían retratadas en la obra para representar a la Virgen. El tercer pilar de la izquierda de la nave central alberda al Profeta Isaías 1512, importante fresco de Rafael, mientras que en el altar mayor, realizado en el 1627 por Bernini, se encuentra la Virgen con el Niño procedente de la iglesia de Santa Sofía en Constantinopla. No hay que perderse tampoco el retablo que representa a San Agustín, Juan Evangelista y erónimo dee Guercino 1591-1666 situada en la capilla del transepto derecho. La iglesia alberga las tumbas de diversos difuntos ilustres entre los cuales Santa Monica, madre de San Agustín, el poeta humanista Maffeo Vegio da Lodi, Contessina de' Medici hija de Lorenzo el Magnífico, el cardinal Jerónimo Verallo y el cardinal Egidio de Viterbo. Una curiosidad... la Basílica de Sant'Agostino era la única iglesia de Roma que admitía la entrada a las cortesanas, a las que se reservaban los primeros bancos, para protegerlas de las miradas del pueblo y para evitar así ¡la fácil distracción de los fieles! En la iglesia se encuentran las tumbas de algunas de ellas, por ejemplo, Fiammetta Michaelis, amante de Cesare Borgia o Giulia Campana con sus hijas, Penélope y la célebre Tullia de Aragón.

Fuentes