Basílica menor de Jesús del Gran Poder
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Basílica menor de Jesús del Gran Poder El templo se levanta en el año 1965 y es obra de los arquitectos Antonio Delgado y Roig y Alberto Balbontín de Orta. Justo al lado del templo y con frente a la misma plaza se encuentra la Casa de Hermandad de la Hermandad del Gtan Poder, proyectada por los mismos arquitectos. En el año 1993 se le otorgó al templo el título de Basílica Menor.
Ubicación
Se encuentra situada en la apacible plaza de San Lorenzo del sevillano barrio de San Lorenzo, cerca de la Alameda de Hércules, en pleno Casco Antiguo de la ciudad. Su ubicación se concreta en el extremo de una de las caras de la plaza, formando ángulo con la parroquial de San Lorenzo. Andalucía, España.
Historia
La construcción de esta basílica está inspirada en el famoso panteón romano de Agripa, aunque su planta no es circular, sino ligeramente elíptica, con su eje mayor partiendo de la puerta de acceso y que llega hasta el camarín donde se ubica la imagen titular, que aparece enmarcada en un triple retablo de líneas barrocas diseñado por Manuel Guzmán Bejarano, copia a mayor escala del existente en su antigua capilla de San Lorenzo, obra de Gonzalo Bilbao. Sin columnas ni apoyos intermedios, la cubierta del templo está formada por una gran cúpula que aparece decorada con amplios casetones cuadrados y rematada superiormente por una linterna que le proporciona una tenue luz natural. Su estrecha fachada al exterior se reduce sólo a su portada, majestuosa, formada por una puerta adintelada que aparece flanqueada entre columnas de fuste estriado y cobijada bajo un alto y bello hueco acabado en arco de medio punto que enmarcan pilastras cajeadas con figuras geométricas talladas en su fuste. De líneas neobarrocas, el conjunto cuenta con múltiples elementos decorativos y se remata por varios frontones rectos partidos, centrando el de la puerta un escudo en relieve sobre marco rectangular, y el del arco exterior una espadaña de perfiles mixtilíneos.
Descripción
La fachada está inspirada en otro proyecto que tenían los mismos arquitectos para la Archicofradía de Jesús el Nazareno. La fachada es de estilo neobarroco. En el interior de la basílica, la gran cúpula y la forma de la sala parece estar inspirada en la del Panteón de Agripa de Roma. La sala tiene una forma circular sin elementos sustentantes, con un gran atrio de entrada, y una cúpula con grandes casetones. Los retablos que albergan las tallas son obra del tallista Manuel Guzmán Bejarano. El retablo central se hizo a semejanza del original de la parroquia de San Lorenzo, inspirándose en un dibujo de Gonzalo de Bilbao. El Jesús del Gran Poder se encuentra en una gran hornacina recubierta de mármol rosa y cuya parte superior tiene forma de venera. Dentro de la Basílica se venera la imagen de Jesús del Gran Poder (con la cruz al hombro), talla realizada por Juan de Mesa en 1620. Igualmente, son veneradas las imágenes de San Juan Evangelista, también de Mesa en 1620, y la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, obra anónima del siglo XVIII. Estas tres figuras de la hermandad procesional el Viernes Santo. El resto del año los elementos de los pasos de gran valor artístico se exhiben en una sala-museo en la calle Hernán Cortés, detrás de la basílica.
Imágenes
En su interior se venera la imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, una extraordinaria talla procesionan realizada por el escultor Juan de Mesa en el año 1620 y que cada Viernes Santo de "madruga" sale en procesión para deleite de todos los admiradores de la Semana Santa sevillana. Igualmente son veneradas las imágenes de María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso y de San Juan Evangelista, asimismo cotitulares de la Hermandad de Jesús del Gran Poder y que procesionan en paso de palio tras la imagen del Señor. Durante todo el año los elementos de los pasos, de gran valor artístico y económico, se exhiben en una sala-museo existente junto a la basílica, donde además pueden adquirirse algunos objetos de recuerdo como fotos, medallas, insignias, etc.
Restauración
Son varias las restauraciones que se han llevado a cabo sobre esta noble imagen a través del tiempo. Así, se sabe que en 1776 Blas Molner retocó las espinas de su corona. Doscientos años más tarde, en 1977, Francisco Peláez del Espino llevó a cabo una desafortunada restauración de la imagen. Y no mucho después, en 1983, volvió a ser restaurada, esta vez por Isabel Pozas y Joaquín y Raimundo Cruz Solís, del Instituto de Restauración del Ministerio de Cultura, que volverían a restaurarlo posteriormente en el año 2010.
