Bass Rock

Bass Rock
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Ubicación de Bass Rock

Bass Rock es un imponente islote de unos 110 metros de altura y casi dos kilómetros de circunferencia. Se alza frente a la costa en la entrada del estuario del río Forth, al nordeste de Edimburgo (Escocia). Es posible que albergue hasta 100.000 alcatraces atlánticos, que constituyen la décima parte de la población mundial de esta fascinante ave marina.

Origen

La isla es de origen volcánico y se eleva por encima de los 100 m de altura. A Bass Rock se la conoce a veces como "la Ailsa Craig del este".

Historia

En el siglo XV Bass Rock era un sitio para orar y meditar. Más tarde se convirtió en una prisión. En 1902 David Stevenson construyó un faro de 20 metros de altura. El faro funciona de manera automatizada desde 1988.

Población

Bass Rock es el hogar de unas diez especies más de aves marinas, pero estas compiten con la creciente colonia de alcatraces y se ven en apuros para conservar sus propios asentamientos allí.

Hace mucho que la huerta del farero ha quedado cubierta por la maleza, y los alcatraces son ahora los reyes absolutos de la zona. Las populares excursiones en barco desde el pequeño puerto de North Berwick llevan a los visitantes alrededor de la isla para ver de cerca las aves.

Alcatraces

A principios del siglo XX, los alcatraces se cazaban, pues servían de alimento. Su grasa se empleaba con fines medicinales, y las plumas eran muy apreciadas para la fabricación de colchones y almohadas. Había que desplumar a unas trescientas aves para rellenar un solo colchón. Los huevos se consideraban antiguamente una exquisitez, pero hoy día ya no se consumen.

Los alcatraces viven hasta treinta años y suelen emparejarse de por vida. Son aves migratorias, y cada enero vuelven a las mismas zonas de anidamiento, que defienden enérgicamente. Bass Rock está abarrotado de nidos construidos con hierbas y algas marinas, los cuales están separados entre sí menos de un metro. Estas aves prefieren las zonas donde sopla el viento, pues eso les permite realizar despegues y aterrizajes verticales.

Observar a los alcatraces resulta fascinante. Cuando estiran el cuello y señalan con el pico hacia arriba, están a punto de despegar. Si se inclinan y extienden las alas frente a otro pájaro, están dispuestos a defender el nido. Durante el cortejo, las parejas simulan una lucha usando el pico a modo de espada, hasta que el macho muerde suavemente el cuello de la hembra y esta se somete. Los alcatraces crían un polluelo al año, y ambos progenitores se relevan para incubar el huevo, que mantienen caliente con sus patas palmeadas.

La primera historia natural de la isla fue descrita hace alrededor de quinientos año en la obra de John Mair De Gestis Scotorum ("Los logros de los escotos") publicada en 1521.

Fuentes