Batido de albaricoque y naranjas
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Batido de albaricoque y naranjas. Una receta fácil de elaborar y sirve para combatir el cansancio.
Sumario
Ingredientes
- 200 gr. de albaricoques.
- 200 gr. de naranjas.
- Un poco de hielo triturado.
Modo de preparación
Se lava los albaricoques y se corta en dos, y se quita las semillas. Luego se pela las naranjas y se separa los gajos. Se echa en la licuadora hasta que se conviertan en líquido. Se conserva en el refrigerador hasta el momento de tomarlo y luego se le añade el hielo picado.
Variante
Ingredientes (para cuatro personas)
- 800 gramos de albaricoques.
- 800 gramos de naranjas.
- 2 yogures naturales.
- El zumo de cuatro naranjas.
Modo de elaboración
Se lava los albaricoques, se parte en dos y se le quita el hueso. Se pela las naranjas y se separa los gajos. Se pone los albaricoques y las naranjas en la licuadora y se bate. Luego se añade el zumo de las cuatro naranjas y se pasa todo por el colador chino de manera para que no pase la pulpa de la naranja pero si la del albaricoque. Se mezcla con los dos yogures naturales y se bate hasta formar una crema homogénea. Se guarda en la nevera o refrigerador y a la hora de servir se bate de nuevo el preparado y se sirve sobre vasos tubo con pajitas y algún trozo de fruta picada para adornar en al parte superior.
Comentario dietético
Los albaricoques y las naranjas son los ingredientes básicos de esta receta, además del yogurt. Las frutas aportan su dulzor, en base a su contenido de azúcares sencillos, por lo que no es necesario edulcorarlo. Además, son ricas en vitaminas como el beta–caroteno o pro–vitamina A, folatos, vitamina C y minerales como el potasio, ácidos orgánicos (ácido cítrico, entre otros, que potencia la acción de la vitaminas C) y fibra, que mejora el tránsito intestinal.
El beta–caroteno y la vitamina C, son dos sustancias de potente acción antioxidante. El yogurt, es un derivado lácteo rico en proteínas, calcio, vitaminas del grupo B, liposolubles A y D y en calcio, y su contenido graso es bajo. Además contiene lactobacilos, bacterias beneficiosas también presentes en nuestra flora intestinal. Se sabe que el yogur y otras leches fermentadas contribuyen a equilibrar la flora de nuestro intestino y a potenciar nuestro sistema de defensas.
