Benjamín Núñez Vargas

Benjamín Núñez
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NombreBenjamín Núñez Vargas
Nacimiento24 de Enero de 1915
Pacayas, Bandera de Costa Rica Costa Rica
Fallecimiento19 de Setiembre de 1994
San José, Bandera de Costa Rica Costa Rica
Ocupaciónsacerdote, sindicalista, capellán, diplomático, académico

Benjamín Núñez Vargas, sacerdote, sindicalista, capellán, diplomático, académico nació el 24 de Enero de 1915 en Pacayas de Cartago, Costa Rica. Sus padres fueron Juan Núñez y Mariana Vargas.

Estudios y formación Sacerdotal

Desde sus años escolares en la Escuela de Pacayas mostró sus capacidades y su talento, tanto así que el Padre Francisco Steinhoff, párroco de Pacayas, seleccionó entre sus monaguillos a aquel campesinito. Uno de los secretos de organización humana de la Iglesia Católica, es precisamente la red mundial, que le permite encontrar los mejores talentos y mejor dotados sin diferencias de clases sociales ni de oportunidades de vida. Y es que este niño monaguillo prometía a la Iglesia precisamente el material humano del que surgen sus príncipes y sus servidores de mayor talento. En 1926 lo envió a San José becado al Colegio Seminario. En esos años este colegio era la entrada al sacerdocio pero también el colegio de formación de las élites en nuestro país. En el Colegio fue conocido con el nombre de “Perfecto”, al principio en son de burla, conforme se aquilataron sus talentos no dejaba el mote de tener admiración y respeto por sus logros académicos.

El 9 de enero de 1938 se lleva a cabo su ordenación sacerdotal. Estudió sociología en EUA y en 1942 obtiene un Doctorado de la Universidad Católica. Fue el fundador de la Confederación Costarricense del Trabajo Rerum Novarum. En agosto de 1943 inició un movimiento con alrededor de 75 sindicatos, desarrollando una tendencia ideológica cristiana, organizando fundamentalmente trabajadores de las plantaciones bananeras. Durante la Guerra Civil de 1948 se desempeñó como Capellán del Ejército de Liberación Nacional y tuvo un destacado papel como negociador plenipotenciario para la firma de la capitulación del Gobierno.

El Capellán de 1948

La anulación de la elección presidencial de don Otilio Ulate se convierte en la gota que derrama el vaso y el 6 de marzo de 1948 pronuncia en la radio nacional su famoso discurso de Los Molinos de Dios. Este discurso constituye una proclama patriótica en la que la Rerum Novarum asume una posición ante la crisis política nacional. En este discurso el Padre Núñez anuncia que vendrá la victoria porque:

“Nunca están los pueblos más cerca de su redención que cuando han descendido al punto más hondo de sus humillaciones y de sus sacrificios,…”.

Armado de los Santos Oleos, un brevario romano, alba, estola, manipulo y una pistola automática Colt 45 por cualquier contingencia, que nunca sucedió, se incorporó al Ejercito de Liberación Nacional, atravesando montañas para poder llegar, como muchos costarricenses a las filas de don José Figueres Ferrer.

Ambos se habían conocido, algunos años antes, en el aeropuerto de Guatemala cuando don Pepe estaba en el exilio y habían volado juntos a Mérida. Podría decirse que dicho vuelo no se detuvo en aquella ciudad yucateca, sino que se prolongó hasta el ocaso del siglo XX dejando ya germinado el trigo de la Costa Rica del tercer milenio. En 1948 cuando se encontraron ya en el nuevo frente, don Pepe levantó la mano del Padre Núñez con un grito de “¡Viva el capellán del Ejercito de Liberación Nacional!” (Figueres, 1987). Durante el tiempo de llevar las armas entre triunfo y triunfo, don Pepe y el Padre Núñez consolidaron su amistad, no siempre exenta de tormentas e ímpetus, juntos fraguaron, como herrero e ingeniero, sus sueños plasmados principalmente en las proclamas de Santa María de Dota. Llevó alivio y consuelo como sacerdote a cientos de costarricenses de ambos bandos moribundos y convalecientes de las batallas. Llevó los últimos oficios a veces en tristes funerales colectivos de las víctimas de aquel esfuerzo por los sueños de democracia, paz y desarrollo. Fue una lucha corta pero intensa en que el ejército rebelde luchaba contra tres fuerzas: El ejército nacional, los partidarios del Dr. Calderón Guardia y los comunistas. Este último el más aguerrido y contrincante más peligroso.

Muerte

Murió en San José, el 19 de Setiembre de 1994.

Fuentes