Biohackers

Biohackers
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Biohacker. Trascender nuestra condición de seres humanos a partir del uso de la tecnología es la intención de un grupo de personas que buscan convertirse en ciborgs.

¿Se multiplicará esta tendencia o es una simple moda?

Casi todos los seres humanos cuentan con un par de orejas. La excepción es Stelarc, un artista de origen chipriota asentado en Australia que tiene tres estructuras cartilaginosas en su cuerpo: dos de estas, como todo el mundo, a ambos lados de la cabeza, y una tercera que «le creció» en el antebrazo izquierdo con un auricular Bluetooth. Moon Ribas es también artista, nacida en Cataluña. Y además de tener un nombre singular, la española trasciende como el único ser humano capaz de percibir un evento telúrico gracias al implante que se hizo colocar en su codo. Neil Harbisson, por su parte, podría ser considerado como un ser de otro mundo a primera vista. Y es que no todos los días uno ve un hombre con una antena en la cabeza. Todos estos casos corresponden a lo que hoy se conoce como biohackers,personas que han decidido «superar» su condición humana a partir de implantar pedazos de tecnología en sus cuerpos.

Más alla de lo Natural

En los últimos años ha nacido una nueva comunidad: los biohackers o grinders, términos que se usan para aludir a quienes experimentan para «mejorar»el cuerpo humano con tecnología y pasan a convertirse en íborgs: organismos cibernéticos. Se trata de «un campo inexplorado y emocio nante que, en gran parte, está alejado de las disciplinas convencionales de la ciencia o de la filosofía y que cambia totalmente algunas creencias éticas antiguas»,según lo define Kevin Warwick, vicerrector adjunto de Investigación en la Universidad de Coventry, Reino Unido.

Miedo a lo Diferente

Steve Mann, profesor titular del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Computación de la Universidad de Toronto, es conocido como el padre de los wearables , dispositivos electrónicos que se pueden «usar» para facilitarnos la vida . En la cotidianidad estos equipos se han hecho cada vez más comunes, como es el caso del EyeTap, un invento De Mann que consiste en unas gafas capaces de superponer imágenes a nuestra visión natural para crear efectos de realidad aumentada. Fue este invento el antecesor de [[Google Glass]], los espejuelos electrónicos creados por el gigante tecnológico.Mann es, supuestamente, la víctima de lo que sería el primer ataque a un cíborg. Y es que durante una visita a una cafetería de McDonald’s en Francia, habría sido atacado por los dependientes,quienes reaccionaron de forma violenta al ver que este llevaba el EyeTap instala do en su cabeza. La disputa entre Mann y McDonald’s,ocurrida en 2012, nunca ha quedado totalmente clara, y las fuentes siempre indican el suceso como «supuesto». Eso a pesar de que Mann publicó en su blog fotografías de sus atacantes, aunque nunca reveló sus rostros.

Siempre a la escucha

Cuando Stelios Arcadiou hizo aquel performance , todos quedaron sorprendidos. En su antebrazo izquierdo «habitaba», perfectamente delineada, una oreja. Stelarc, nombre que el mismo artista se cambió legalmente, se hizo crecer el cartílago a partir de una compleja operación quirúrgica, y no le bastó conque fuera otra oreja más: le incorporó un auricular con tecnología Bluetooth. En su página web el artista expresa que así logró tener un nuevo centro sensitivo en su cuerpo, pues es capaz de escuchar por su brazo. Algo parecido, aunque no tan visible, hizo la catalana Moon Ribas. En uno de sus codos está insertado un sensor que recibe datos de una aplicación móvil, la cual recopila todos los temblores de tierra alrededor del mundo. Esta coreógrafa ha declarado que se hizo su implante porque quería sentir el movimiento en una nueva forma.

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