Bruno Amadio
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Bruno Amadio. Pintor y escultor italiano, cuyo seudónimo era Giovanni Bragolin. Es el supuesto creador, de fama algo extraña, de una serie de 27 retratos conocidos como Los Niños Llorones.
Sumario
Síntesis biográfica
Nacimiento
Nació en Venecia Italia en 1911
Trayectoria
Bruno Amadio, fue un pintor que estudió las artes plásticas de manera academicista, aunque posteriormente desarrollaría una técnica, pincelada y estilo propios, siendo joven se adhirió (como cientos de miles de italianos) al movimiento mussoliniano. En éste caso se podría pensar que entabló relación con los artistas plásticos futuristas de aquel movimiento, liderados por Marinetti.
De esta época artística de Bruno Amadio se ha logrado recuperar la imagen de una obra suya que retrata a una bella y airosa mujer disparando una flecha con un arco, que según los datos, parece estar pintada en 1941.
Bruno Amadio fue movilizado como soldado en el ejército italiano durante la Segunda Guerra Mundial. Es durante ésta experiencia cuando ve el sufrimiento de los niños de diversas aldeas y ciudades a causa de la contienda. Ésta angustiosa imagen agrietó la sensibilidad del artista y marcó posteriormente de forma significativa su obra.
Terminada la guerra, se marcha a España y se instala en la ciudad de Sevilla. Posteriormente al parecer residiría en Madrid. Bruno Amadio Utilizaría un seudónimo para firmar sus cuadros: Giovanni Bragolin. Es en ésta nueva época de su vida donde al parecer comienza a pintar una serie de cuadros hoy conocidos como "Los niños llorones", que muestran imágenes de niños y niñas en primer plano de cara y busto, los cuales muestran gesto triste con grandes y visibles lágrimas escurriéndoles por la cara.
Estos cuadros fueron posteriormente reproducidos en láminas de papel y tabla y se comercializaron muy ampliamente por numerosos países del mundo sobre todo durante la década de 1970 y 1980. Actualmente aún se venden algunas reproducciones.
Era un ferviente seguidor de Mussolini que se fue a la guerra. Con lo que se puede concluir que todo ese dolor de plasmar en los cuadros, son referentes a la guerra, ver tantos niños sufrir o hasta morir. Después de la guerra quedó tan dolido que pintó esos cuadros (se llegó a pensar que era un depravado sádico que hacia llorar a los niños).
También se decía que los cuadros estaban malditos, que traen mala suerte (incendios, muertes, voces o lo que sea) tanto que en Inglaterra, al difundir el "The Sun" un informe sobre esos cuadros, se dice que fue un chabón sufrido y con los cuadros solo trataba de difundir su dolor.
Pintó bodegones de estilo academicista. Regresó a Italia en la década de 1970 y se instaló en una Villa de la ciudad de Papúa. Se afirma que durante algún tiempo pintó cuadros para turistas en ésta ciudad y también en Florencia. En 1979 continuaba pintando, según testimonios.
Muerte
Falleció en Papúa, Italia en el año 1981.
Su obra
Bodegones de Bruno Amadio
Es este uno de los temas del pintor; una serie de bodegones de tipo figurativo realista, con cierto estilo del siglo XVII, en los que los contrastes de luz y los sfumatos en sombras nos dan una idea de la posible formación original académica del artista. Los motivos que aparecen en sus hasta ahora conocidos bodegones suelen ser frutas y libros.
En ambos se observa una gran dosis de realismo, unos buenos efectos de reflejo de las frutas sobre una mesa impolutamente barnizada; una carta y fotografía en uno de ellos que parecen poder cogerse con las manos, y una muestra del gran talento del pintor a la hora de realizar los juegos de luz y sombra. Ambos originales al óleo fueron puestos a la venta en galerías de arte en la red entre los años 2007 y 2008. Uno de ellos está datado en 1967.
El niño llorón
Es conocido básicamente por una peculiar pintura conocida como “El Niño Llorón”. Cuenta la historia que en él retrató a un niño de un orfanato. Años más tarde el orfanato se incendió y el espíritu del niño quedo atrapado en la pintura. Desde entonces, se dice que quienes poseen el cuadro sufren desgracias y muertes, ya que el cuadro esta maldito.
En la década de los 50 se dieron muchos casos de casas incendiadas donde todo se encontraba destrozado y quemado, cadáveres carbonizados y lo curioso de todo esto es que el cuadro permanecía colgado en la pared sin un solo rasguño. Se dice que al ver el cuadro, uno siente como el niño de ojos llorosos y mirada tierna te sigue con la mirada, y te pone los pelos de punta.
Se dice que este cuadro atrae desgracias a quienes lo posean. No obstante, ha sido el cuadro de mayor difusión de este artista, siendo muy solicitadas sus reproducciones en países como España, Inglaterra y Chile, ya que algunos le interpretan una función de protección a los niños pequeños.
Mucha gente posee este cuadro, pero dice que solo ataca a aquellos que descubren que el cuadro esta encantado. En la noche se escuchan lamentos lejanos, el niño sale del cuadro sube a tu habitación y te mata, si es que no mueres antes de la impresión al ver su rostro endemoniado. Luego incendia la casa con todos adentro y borra así la evidencia de su crimen.
Descripción de la foto de Bruno
La imagen parece coincidir con la edad que tendría Amadio en 1979 (68 años), muestra a un sonriente Amadio en una pose simpática, (totalmente alejada de "misterios", "depresiones" y "oscuridades" que algunos han querido ver en la personalidad del artista), y lo muestra junto a la imagen de una vaca.
La vaca aparece enmarcada en una estructura rectangular, que muestra un cuadro o pintura; las hierbas que están justo en la mitad derecha del marco, parecen "transparentarse" de las que están en el camino de tierra, detrás del artista y la vaca, por lo cual también hace pensar en una vaca de verdad asomándose por el marco vacío de un cuadro o por una fina alambrera rota mientras el pintor toca uno de sus cuernos, pero también parece que ésas hierbas transparentadas pueden ser un efecto óptico del lienzo en el que está pintada la vaca. La campestre imagen coincide con la descripción de los datos que de Amadio se dan en aquellos años "vivía en una finca en papua.
En 2007 se ponía a la venta este cuadro; óleo sobre lienzo que parecía ser uno de los originales de Bruno Amadio/Giovanni Bragolin. Los rasgos de su firma son muy diferentes a lo habitual, por lo que nace la duda de ser uno verdadero o una falsificación.
