Carta de Gemlich

Carta de Gemlich
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Creación1919
PaísBandera de Alemania Alemania
AutoresAdolf Hitler

Carta de Gemlich. Documento, escrito a máquina, que está fechado en 1919 y constituye el primer registro histórico de las teorías que luego pondría en práctica, como políticas de estado, el líder del Tercer Reich, Adolf Hitler.

Contexto histórico

Los historiadores consideran que es uno de los documentos clave para explicar la historia del siglo XX, que revela el espíritu del líder del nazismo de manera más acabada que su libro fundacional, “Mi lucha”, publicado seis años más tarde. La carta proviene de la participación de Hitler, en ese momento un soldado en la reichswehr, en un mitin del Partido de los Trabajadores Alemanes, un movimiento de extrema derecha. El futuro dictador se inscribió para infiltrarse para pasar información al Servicio Secreto de la entonces República de Weimar, sospechoso del florecimiento de tales movimientos. La carta trata sobre temas antisemitas, en los que Hitler, ahora de treinta años, explica a su comandante las razones por las que es aconsejable atacar y condenar a los judíos. La importancia del documento se debe al hecho de que es el primer texto antisemita escrito por Hitler, muchos años antes de Mein Kampf, pero a partir del cual ya brilla la base de su ideología política.

Ideario brutal

Según los historiadores, la carta deja entrever que, detrás del “antisemitismo de la razón”, se incita a poner en marcha un plan a gran escala que exige la participación de un gobierno. En su escrito, Hitler esboza un ideario que exige un gobierno implacable que tenga el coraje de eliminarlos por completo. Lo que queda claro es que, ya desde muy joven y todavía siendo un desconocido en la política alemana, tiene la idea de que esa lucha no puede hacerse con pandillas o con actos esporádicos, sino con una organización de gobierno detrás.

Resultados

Esas ideas fueron las que guiarían, 22 años después, su gestión al frente del Reich y la Segunda Guerra Mundial, en la que unas 50 000 personas perdieron la vida y un tercio de la población judía del mundo fue exterminada.

Núremebeg

En Juicios de Núremberg, no hubo ninguna evidencia con la firma de Hitler, nada que permitiera una posible atribución directa a su persona de todo lo que ocurrió en el Holocausto. Así que los historiadores han debatido por largo tiempo quién dio las órdenes para eso.

Fuentes