Casa de Cultura Inocente Fernández

Casa de Cultura Inocencio Fernández
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Institución con sede en Bandera de Cuba Cuba
Fundación:8 de agosto de 1977
País:Bandera de Cuba Cuba
Dirección:Municipio Pilón, Granma

La Casa de la Cultura de Pilón fue fundada el 8 de agosto de 1977, ubicándose en el círculo social de Pilón, que funcionaba en la actual Casa de la fiesta de la localidad; en el año 1979 fue traslado para el local que ocupa el círculo infantil de Nuevo Pilón, funcionando con una directora llamada Olaya Peña González y el instructor de música, Inocente Fernández Jiménez, quien se había graduado en la primera escuela para instructores de arte que funcionó en el hotel comedor de La Habana en 1964.

En esta oportunidad la tarea fundamental de que se encargaba la Casa de la Cultura, era de atender al movimiento de artistas aficionados y el desarrollo de actividades fundamentalmente en las comunidades del territorio. En esos tiempos predominaba la música como manifestación fundamental, así como el teatro sobre todo el cuento y la declamación que encabezaba el artista aficionado Amancio Doménech quien también se convertía en creador, incursionando en poesía rimada tanto en la política como en la romántica.

Manifestaciones

La década de los años 80, fue de gran esplendor en el trabajo de la Casa de la Cultura, partiendo del gran auge alcanzado por el movimiento de artistas aficionados atendido por los instructores de arte que salido de la escuela formadora de estos de “El Yarey” se fueron sumando donde llegó a alcanzar la cifra de 4 en música encabezado por Alvenis La Ó Machado, Francisco de La Rodríguez, unido al ya experimentado Inocente Fernández Jiménez.

  • En la especialidad de danza, ya contaba con 3 instructores, como Bárbara Tamayo Rodríguez, Esperanza Araujo La Ó, Yabusca Araujo La Ó y Leonel Borrel Beltrán.
  • En la especialidad de teatro, realizaban sus funciones los instructores Rafael Más Pérez, Eddy González Pérez.
  • En artes plásticas, se contó con la presencia del instructor Ramón Mesa Brusat, siendo la manifestación de música la manifestación más desfavorecida, pero el alcance natural de nuestros aficionados hicieron posible que se alcanzara en ella resultados positivos.
  • En la literatura se comenzó a trabajo dirigido por Nidia Anaya Fernández, dando los primeros pasos en la formación de artistas y creadores, que incursionaban de manera empírica en la poesía y el cuento, sobre todo.
  • En la música ya atendido el movimiento de artistas aficionados alcanzaron dimensiones importantes que les posibilitó participar en eventos provinciales como en 1983 el grupo Los Te Quema en el Festival Campesino desarrollado en Bartolomé Masó, alcanzando el primer lugar.

Historia

En el año 1983, se desarrolla el festival de coro Infantil en Bayamo que el representante de Pilón dirigido por el instructor Inocente Fernández (Pachín) alcanza el primer lugar.

En el año 1984 el grupo Los Te quema participa en el Festival Campesino, desarrollado en San Pablo de Yao, donde alcanza el primer lugar.

En el año 1985 el grupo Faro, participa en el festival de música, desarrollado en Manzanillo, que alcanza el primer lugar, ya que el teatro alcanza dimensiones importantes, que hace que pueda participar en eventos provinciales, lo que ya a partir de 1984 comienza a participar en el evento Paco Alfonso que se desarrolla en Jiguani y ya en 1985 el grupo de teatro adulto alcanza el primer lugar.

Estos resultados demuestran que se ha trabajado con dedicación y que aparecen las oportunidades para expresar las inquietudes artísticas, así como demostrar la calidad y el talento que acompañan a los artistas, que han sido capaces de demostrarlo en diferentes escenarios sin importar el nivel de que se trate.

Tanto la música, como el teatro se vistió de gala en diferentes escenarios del municipio para llevar lo mejor de su arte y así lograr que la población ocupara su tiempo libre y pudieran satisfacer de manera sistemática sus necesidades espirituales, así también llegar a diferentes comunidades como lo hicieron sin importar la inclemencia del tiempo, la distancia y abruptas montañas que cubren el 85% de la geografía del municipio de Pilón.

La danza, alcanzó niveles importantes sobre todo en el sector infantil, llegando a lograr la creación de 16 grupos, atendidos por 4 instructoras, así como se comenzó a rescatar la danza folklórica por el instructor Leonel Borrel, fundamentalmente la afro-cubana, como resultado de la mezcla africana-cubana que fueron traídos por los habitantes de Trinidad (Cuba) que venían a realizar la zafra azucarera y que su mayoría se fueron quedando a vivir en diferentes comunidades del municipio, también se comenzó a rescatar los bailes jamaiquinos, traídos por los emigrantes de esa isla que se fueron asentando en Pilón desde principios de siglo.

Las artes plásticas, también se fueron organizando, y rescatando las tradiciones que en este sentido se venían cultivando; como fueron los relacionados al arte de pesca, con la confección de anzuelos, de cordeles y de redes tejidas con hilo, la construcción de bates y otros muy necesario en esta labor, por otro lado se destacó el trabajo de confecciones de ropa y los bordados a mano y con máquina, los tejidos con hilo y con fibras, el uso de la madera y el trabajo de carpinteros ebanistas, la muñequería, confecciones con productos del mar, el uso de semillas para pulsas y collares, la zapatería y otras propias o traída sus técnicas a la comunidad.

Por otro lado se comenzó a trabajo la pintura, el trabajo de escultura, el dibujo y se dieron pasos importantes en el pirograbado y otras disciplinas de la manifestación. En estos años tuvo su mayor esplendor el desempeño de las comparsas, que salían en determinadas fechas como en carnavales, fines de año en la fiesta de San Carlos, santo patrón de la localidad, así como en momentos que era necesario en apoyo a alguna fiesta o acción política con alcance masivo, como desfiles, marchas y otras.

Al comienzo de la década de los años 90, a pesar de atravesar la etapa del período especial, tras la caída de la URSS y el campo socialista que también influyó en el desempeño de la cultura cubana a lo que no quedó exento la Casa de la Cultura.

A pesar de estos difíciles momentos el trabajo de la Casa de Cultura se mantuvo en marcha pero no dejo de caer en el trabajar de la danza y las artes plásticas, mantenida la actividad de la música, el teatro y la literatura, transcurriendo así en marcha la vida cultural y caracterizada la etapa por constantes cambios de directores en esos primeros cinco años, donde los resultados no fueron halagadores.

Directores

  • Olaya Peña González (1979-1983)
  • Faustino Arias Jarrasay (1983)
  • Faustino Aguilera Anaya (1984-1986)
  • Juan Carlos Orasma Castillo ( )
  • Alvenis La Ó Machado ( )
  • María Elena Gutiérrez Montero (1993-1995)
  • Rafael Frómeta Elías (1995-1997)
  • Maximino Hernández García (1998-2000)
  • Daniel Sánchez Martínez (2000-2003)
  • Julio Cesar Pérez Verdecia (2003-2004)
  • Bertho Torres Machado (2005)
  • Diana Rosa Sánchez Sayas (P/S/R, 2009)
  • Rafael Frómeta Elías (2007-2010)
  • Ramón Atencio Aguilar (2011)
  • Hector Aguilar Aleaga (2011 - 2012)
  • Cecilia Viltres Cedeño (2012...)

Estos compañeros muchos sin mucha preparación para la actividad, pero han ayudado en el proceso de trabajo de la Casa de Cultura, muchos de ellos destacados, otros hicieron lo que estaba a su alcance, pero merecen su lugar en la historia.

También requiere destacar a muchos que como subdirectores pudieron aportar en el largo comienzo ya trascurrido como Eddy González, Daniel Sánchez Martínez, Lidia Pablo (Lirita), Elida Peña Cordero, Ramón Aténcio Aguilar, entre los más destacados.

Fuente

  • Lic. Rafael Frómeta Elías