Castillo de Concabella

Castillo de Concabella
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Obra Arquitectónica  |  (Castillo)
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Es el castillo o casa fortificada más grande de la comarca
Descripción
Tipo:Castillo
Localización:Concabella, en el municipio de Els Plans de Sió
Datos de su construcción
Inicio:siglo XI

El Castillo de Concabella: El castillo de Concabella fue un palacio señorial situado en el núcleo de la población de Concabella, en el municipio de Els Plans de Sió (Segarra). Es el castillo o casa fortificada más grande de la comarca.

Localización

El Castillo de Concabella se encuentra en el pueblo al que da nombre, integrado en el municipio de Plans de Sió, al oeste de la comarca de la Segarra, colindante por poniente con la comarca de Ugel (Lérida).
El río Sió, que nace en Gàver y se une al Segre cerca de Balaguer, lo cruza de levante a poniente.

Extención territorial

Tiene una extensión de unos 56 km2 y, partiendo de la agregación de dos municipios (L'Aranyó y Les Pallargues) se formó reuniendo once pueblos que, ordenados de norte a sur y de este a oeste, son Les Pallargues, Sisteró, Mont-roig, Pelagalls, Ratera, Concabella, Hostafrancs, Múller, L'Aranyó, Montcortés y el Canós, además de alguna masía y molino dispersos.

En su rico patrimonio destacan los castillos. No en vano el municipio se da a conocer bajo el nombre "Tierra de Castillos": además del de Concabella, destacan los de Pallargues (visitable por el público), de L'Aranyó, de Montcortés y el Castillo-Molino de Ratera. Además tiene un remarcable patrimonio de edificios religiosos románicos (San Esteve de Pelagalls y San Salvador de Concabella) y neoclásicos (San Bartomeu d'Hostafrancs y la Mare de Déu de la Cinta de Mont-roig).

Asimismo, abundan relevantes elementos de arquitectura popular, entre los que vale la pena conocer las pletas (refugios para el ganado y los pastores) de Mont-roig y de Pallargues y el pozo de hielo de Pelagalls, así como las numerosas cabañas y bancales de piedra seca y yacimientos arqueológicos de época ibérica y romana, entre los que destacan el de Vilagrasseta (que está actualmente siendo excavado), y necrópolis altomedievales, como es el caso del columbario de L'Aranyó.

Clima

El clima es mediterráneo, caracterizado por la continentalidad térmica y la sequía pluviométrica. Así, los inviernos son fríos y los veranos muy cálidos y soleados, con una marcada amplitud térmica. Las nieblas son normales, mientras que las heladas son más puntuales.

Historia del castillo

A pesar de que algunos historiadores apuntan que el origen de la fortificación es árabe, la documentación más antigua del castillo se remonta al siglo XI, cuando los territorios que hoy corresponden a Plans de Sió fueron conquistados por el obispo Ermengol de Urgel y vinculados al término de Guissona, dentro el condado de Urgel.

La cuadra de Concabella fue dada en alodio a Guifré y su esposa, Bonadona. A finales de siglo ya se documenta el apellido de los Concabella, que formarán parte del cortejo del conde de Urgel y conservarán el dominio de este castillo y el de Pallargues hasta el siglo XIII.

A partir del siglo XIV, el castillo pasa por las manos de los Peramola, de los Oluja, de los Ortiz y, hasta la desamortización del XIX, a los Erill.

Mas tarde, el castillo fue adquirido por los vecinos de Concabella, que lo emplearon para instalar residencias particulares y para aprovechar sus sillares en nuevas construcciones. Durante la guerra civil, el año 1938, los bajos del castillo (y edificios próximos) fueran ocupados por el campo de trabajo número 4, lugar de concentración de entre 800 y 1300 presos (no sólo prisioneros de guerra, sino también delincuentes comunes, presos políticos y religiosos del régimen republicano), traídos desde la prisión Modelo de Barcelona para hacer trabajos forzosos para las obras de fortificación de la retaguardia del frente republicano, en especial la llamada línea L-2.

Desde hace unos pocos años, se ha empezado a restaurar para albergar el local social, el centro de salud y, últimamente, el ambiciosos e ilusionante proyecto del Centro de interpretación de los Castillos del Sió.

Descripción

El gran castillo actual, el mayor de la comarca de la Segarra, responde a la mutación, habitual en estas tierras durante la baja Edad Media, desde la fortaleza propia de los tiempos de conquista hasta el palacio renacentista adaptado a las nuevas necesidades de la aristocracia pudiente.

Su origen está en gran Torre de la fachada meridional, núcleo de la defensa del territorio y símbolo del poder de sus propietarios en época feudal. Su planta cuadrada y la disposición de los sillares de su primer tramo hacen pensar a algunos autores que su origen sea islámico, del mismo modo que se especula en los próximos castillos de Castellnou de Oluja o de Ribelles y en algunos tramos de la muralla de Guissona.

El castillo, como sus vecinos de la comarca, conservó hasta el siglo XIII su función defensiva, a partir de una estructura muy maciza y con pocas aperturas, que dificultaban el acceso.

A partir de la Baja Edad Media, lejos ya la frontera con la Hispania de los sarracenos, las necesidades de comodidad de los señores van transformando la fortaleza hacia las elegantes casas señoriales que han perdurado hasta nuestros días. La robusta torre, ya dentro de la arquitectura del gótico, sigue revistiendo las características defensivas, pero ahora ya más por razones simbólicas de ostentación de poder que por motivaciones militares. Es a partir de ella que se alza el castillo en planta cuadrangular, en este caso dejándola en una de las esquinas (como también vemos en Ciutadilla o a la Guardia de Tornabous), a pesar de que otros castillos góticos próximos la planta cuadrada rodeará la torre originaria (Les Sitges, Alòs de Balaguer, Guimerà).

Aquí, la ampliación del recinto tiene como nuevo eje el patio central, organizador de todas sus dependencias y, a cada esquina de los lienzos de cierre, una torre, de las que se conservan, además de la más grande en la esquina sudeste, una torre octogonal (el único ejemplo de esta planta a la Segarra, junto con la arruinada del castillo de la Manresana) en el costado suroeste, y otra cuadrangular en el flanco noroeste, de la cual sólo se conservan los arranques en talud de sus muros. En el lado noreste posiblemente hubo una cuarta torre, hoy perdida (o tal vez inconclusa).

Es en el siglo XVI, período de máximo esplendor de la comarca, tanto por la producción propia de cereales como por ser vía de comunicación y punto de comercio de la ruta triguera Lleida-Barcelona, cuando los Erill, señores del castillo, invierten sus ganancias en la transformación de la fortaleza defensiva al palacio residencial (del mismo modo que acontecerá en los próximos castillos de Montcortés, L'Aranyó, Pallargues, Castellmeià o Gospí, por poner algunos ejemplos). Así, la proliferación de elementos ornamentales hacen desaparecer la imagen guerrera y maciza de la fortaleza.

En la fachada principal, lado oriental, se abre un gran portal de bellos sillares, presidida con toda seguridad por el blasón de los señores (hoy desaparecido) y, coincidiendo con el salón noble, aparecen una serie de ventanales alineados decorados con molduras. La parte superior está rematada por una galería de arcos pequeños, evolución natural de las antiguas almenas, muy común también en fortificaciones y casas fuertes vecinas (L'Aranyó, Fonolleres, Montcortés...). En el flanco occidental, enmarcada entre las dos torres, encontramos una fachada con otros dos grandes ventanales (uno de ellos bellamente decorado con representación de hojas, cabezas humanas y bestias) alineados con un tercero situado en el lateral de la torre cuadrada. En la fachada lateral vemos una ladronera (tal vez una letrina), a la altura de la sala principal.

Su interior, desde el abandono del siglo XIX, se deterioró y vio desaparecer la práctica totalidad de sus elementos, de forma que ya no es posible identificar sus dependencias. Aún así, permanecen los "festejadors" (asientos de cortejo, a cada lado de los ventanales), propios del salón y las estancias principales, una sala cubierta con arcos en cruz en la planta baja (ocupada hoy por la cafetería) y el bodegas, que permanecen tapiadas a la espera de su turno en el proyecto restaurador.

Leyenda

El castillo es el escenario de la leyenda del barbero de Concabella. Cuentan que el chico estaba muy disgustado con el señor del castillo que había ejercido su derecho de pernada con Rita, su esposa, a pesar de su firme oposición. Paciente, esperó su oportunidad hasta que el señor acudió a su barbería dónde, tras enjabonarlo, aprovechó la ocasión para cortarle el cuello de oreja a oreja.

Evidentemente, la viuda del señor no toleró su ofensa e hizo apresar el barbero, la cabeza del cual fue separada del cuerpo y exhibida en una jaula de hierro que colgaron de la torre mayor del castillo. Hoy todavía se conserva la barra de hierro que sujetaba la jaula, que dicen haber visto los más viejos del lugar.

Estado de conservación

El Castillo ha sido recientemente restaurado por el Consell Comarcal de La Segarra en su mayor parte, aunque debido a su inmenso volumen, quedan aún algunos sectores pendientes de intervención (la torre principal y las bodegas, principalmente).

La restauración ha tenido como objeto emplazar en su parte superior el Centro de Interpretación de los Castillos de la Ruta del Sió, proyecto por el que se pretende dar a conocer los castillos, molinos fortificados y casas fuertes que, por su condición de tierra de frontera, se levantan en la ribera del Sió. Bajo la denominación "Castells del Sió", se pretende dar a conocer la articulación de un territorio fronterizo y la configuración de una organización feudal en expansión y, a la vez, propiciar un trabajo supra comarcal, reuniendo los Consejos Comarcales de la Segarra, de l'Urgell y de la Noguera, en las tierras del Pla de Lleida. En los bajos del castillo hay una cafetería y un Centro de Salud.

Fuentes