Castillo de Pedraza

Castillo de Pedraza
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Fachada-principal-del-Castillo-de-Pedraza.jpg
LocalizaciónSegovia, España
UbicaciónCalle Mayor, 22, 40172 Pedraza,
PropietarioPropiedad privada
Abierto al públicoVisitable

El Castillo de Pedraza Es una fortaleza, se encuentra situada en un extremo del cerro donde se asienta la población, fue erigida en el siglo XIII, sobre los restos de fortificaciones anteriores y modificada posteriormente en los siglos XV y XVI, permanece en pie al borde del cerro en el que se asienta la localidad. Además de por el precipicio, está protegida por el foso que la rodea y que la transforma en un bastión inexpugnable.

Historia

Perteneció a las familias Herrera y Fernández de Velasco (duques de Frías y condestables de Castilla). En 1529 los hijos del rey de Francia, Francisco I, fueron rehenes en este castillo. Fue residencia del pintor Zuloaga, y hoy día alberga un museo dedicado a su obra. Cuenta una leyenda que, allá por el siglo XIII un infantón que señoreaba el castillo se casó con una bella plebeya llamada Elvira que había tenido amores con un muchacho de su misma condición llamado Roberto. Al desposar ésta, el joven ingresó en un convento. Muerto el cura del castillo y teniendo que partir el noble de viaje hizo llamar a un nuevo monje, coincidiendo que este era el padre Roberto. A la vuelta el noble se enteró de la relación de su esposa y el monje y se vengó, poniendo sobre la cabeza del segundo una corona de hierro puesta al fuego y a la primera que huyó hacia la torre, prendiendo fuego a la misma. Dicen que el noble desapareció y no se supo más de él. Uno de los grandes hechos históricos que tuvo lugar en el castillo de Pedraza fue la reclusión de los hijos del rey francés Francisco I, que fue vencido en la batalla de Pavía. Para asegurarse de que cumplía con todas las obligaciones derivadas de su derrota, Carlos I tomó a sus hijos como rehenes y los retuvo –rodeados de sirvientes y muy bien tratados, en esta fortaleza. A lo largo de su historia, el castillo de Pedraza ha sufrido incendios y expolios que lo dejaron en una situación de semirruina.

Descripción

A la puerta principal se accede mediante un pequeño puente fijo, que hace siglos, cuando esta fortaleza cumplía su objetivo defensivo, era levadizo. También el foso era por entonces más profundo, pero los muchos escombros lanzados en su lecho le han arrebatado la profundidad que en aquellos tiempos constituía otro elemento defensivo primordial. La muralla que lo rodea está jalonada de pequeños torreones circulares. Antiguamente el castillo estaba incluido en las murallas que rodeaban la población, pero que hoy ya no se observan. La planta es de tipo irregular. Es de destacar su cisterna en forma de bóveda. Además existe unos lienzos externos que presentan cubos de diferente amplitud cuya función es la defensa de ese flanco vulnerable de la fortaleza. La puerta se halla recubierta con puntas de hierro que dificultaban la labor de los arietes.

Patio de armas del Castillo

El pintor Zuloaga tuvo su estudio en la torre del homenaje de este castillo. Actualmente pertenece a los herederos del pintor Ignacio Zuloaga, que lo utilizan como vivienda y museo. El acceso al interior está restringido. Precisamente esa puerta, de madera de álamo negro, es uno de los primeros focos de atención cuando te acercas: está llena de “pinchos” que sobresalen y que ocupan toda su superficie, salvo la cerradura (también muy original, con símbolos cristianos y una enorme y pesada llave para abrirla). Estos pinchos son largos clavos que están clavados por el lado interior de la puerta y que sobresalen hacia el exterior para oponerse a un posible ataque con ariete (ya sabéis, esa especie de larga viga rematada por la cabeza de un carnero con la que nuestros antepasados echaban abajo las puertas). Sobre ella, un escudo hace alusión al señor que lo levantó, el condestable Fernando de Velasco.

Detalle de la puerta del castillo

El patio de armas, hoy completamente diáfano, aunque en los muros se perciben los huecos de las vigas que sostenían las galerías exteriores, por las que el cuerpo de guardia vigilaba la posible llegada de enemigos. Allí, existe perfectamente conservado el aljibe en el que se almacenaba el agua con el que se abastecía el castillo. También un nevero, en el que se guardaba la nieve invernal (una capa de nieve, una capa de paja, otra capa de nieve, otra capa de paja y así sucesivamente) para conservar los alimentos. Al subir las escaleras, unas letrinas medievales.

Museo Ignacio Zuloaga

Manifiesta el gran pintor eibarrés: En 1908.- "...Yo no quiero pintar más que en Castilla, que es lo más hermoso de España. Te aseguro que, si no estuviera casado, ya estaba tomando el tren para esa querida Segovia." En 1909 : "...y no siento más que una cosa, y es el no poder vivir siempre en esa singular Segovia..." En 1917:" ...Hace dieciocho años que voy a Segovia; he pintado en ésa mis principales cuadros y deseo seguir pintando mientas pueda, pues ya he cobrado verdadero cariño a ese pueblo ... Ya en 1945, muy pocos meses antes de su repentina muerte manifestaba: “Por eso amo tanto a Castilla, por eso Castilla me ha dado la plenitud de sus deslumbramientos y penumbras, sus oposiciones vigorosas de azules, granas y amarillos, y esos grises incomparables de sus lejanías caliginosas, los elementos cardinales de los fondos culminantes y de los únicos paisajes integrales que ha perpetuado mi paleta”. El año 1925 Zuloaga escoge el castillo roquero de Pedraza de la Sierra, en Segovia para colmar esos deseos de tener vivienda en Castilla.

Colecciones en el museo

En el otoño del año 2011, su nieta, María Rosa Suárez Zuloaga, pone a disposición de Pedraza, Segovia y quienes visiten el castillo una magnífica colección de obras propias del genial vasco así como piezas importantísimas de la colección de arte que, desde su juventud, influenciado por su padre, fue logrando. Las estancias de Ignacio Zuloaga en Segovia se iniciaron a finales del año 1898. El descubrimiento de Segovia y las primeras obras que en ella realizó, supusieron su reconocimiento en el mundo artístico europeo.

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  • Retratos realizados en el año 1898 en una vivienda donde residía su familia, Daniel Zuloaga, esposa e hijos, pinto a sus hijas mayores Cándida y Esperanza. Pocos meses después, lo compró en París el gobierno francés para su museo del Luxemburgo. En cuadro lleva por nombre "Mi tío y mis primas"

Será casi de inmediato cuando, el gobierno belga adquiera el cuadro "El alcalde de Juarros de Riomoros y su mujer" para el museo de Amberes; el de Gante, "Tipos segovianos".

  • En 1899 se le concede la Primera Medalla en la Exposición de Arte de Barcelona,
  • A principios de 1902 se le concede el título de Asociado en el Salón de la Nacional de París, a los que unen los derivados de sus exposiciones en Bruselas, Berlín, Colonia y Düsseldorf.
  • El cuadro "Ignacio y Uranga pintando" de Daniel Zuloaga, nos acerca a la realidad de ese caserón, donde en una desamparada habitación con sólo un inmenso baúl de madera y los caballetes, es el taller de los dos artistas. Es muy posible que de este estudio salieran, en años inmediatos posteriores, "Enano y dos tipos segovianos", "Aldeano segoviano con capa y sombrero", "El poeta DonMiguel", "Antes del paseo", "El sereno", "La calle del amor", "Coquetería gitana", "Dos bebedores", "Penitente con una calavera", "Viejas casas de Segovia", "Rincón segoviano", "Preparativos para la corrida", "El piropo", "El vendedor de miel", "El alcalde de Torquemada" y, quizás, algún otro.
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  • El comité español excluye a Zuloaga del grupo que representará a España. A la vista de ello, el Gobierno italiano le cursa una invitación especial. Presentó veinticinco obras, catorce “segovianas”. Obtuvo el Gran Premio del Rey de Italia.
  • Sucesivamente lleva cuadros a Berlín, Dresden, Düsseldorf, Stuttgart, Munich, cuyos éxitos continuarán Londres, Glasgow, Rotterdam, Viena, Praga y Budapest. Informa Zuloaga: En Munich organicé yo mismo mis tres salas y la inauguración tendrá lugar el jueves. La infanta Paz vino a ver mis cuadros con toda su familia y salió asustada
  • A la exposición (1912) acudió la citada infanta, esposa de Luis Fernando de Baviera, quien con frecuencia veraneaba en La Granja y paseante por Segovia en compañía de familias aristocráticas.
  • En 1914 acudió por última vez al Salón de la Sociedad Nacional de Bellas Artes de París. Las anteriores fueron: 1894, 1898, 1899, 1903,1905, 1908 y 1912. Este año de 1914 es el que la familia Zuloaga inaugura vivienda en Zumaya, en la finca Santiago Echea que Don Ignacio había comprado y acondicionado. Allí tendrá, demás su estudio, museo de sus colecciones artísticas, capilla y casa de guardias.

Para más satisfacción personal, en meses de este año, su gran admirado. Luego, en el pueblo, abrirá escuela para niños y levantará un monumento al genial zaragozano, obra de Julio Antonio (1920). Tomó parte activa en el Concurso de Cante Jondo de Granada, en 1922, por su afición y amistad con los organizadores y colaboradores: Manuel de Falla, Antonio Chacón, Andrés Segovia, Ortega Munilla, Rusiñol, Gallego Burín, y su recomendado Amalio Cuenca.

  • Pedraza, en aquellos años, su lugar de descanso y meditación. Sólo tres cuadros realizó el gran pintor vasco. La “cuestión Zuloaga” , debatida en tertulias y periódicos durante muchos años, quedó muy atrás.
  • Reproduce ese año el patio de la "Posada Los Vizcaínos" en dos dibujos que ilustrarán la obra de Falla "El retrato de Maese Pedro".

Fuente