Castillo de San Jorge de Lisboa
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El Castillo de San Jorge es uno de los monumentos más simbólicos e importantes de Lisboa. Actualmente forma parte de la zona noble de la antigua ciudadela medieval (Alcazaba), y está integrado por el castillo, las ruinas del antiguo palacio real y parte de una residencia para las élites.
Descripción
Se conoce como el Castillo de San Jorge (en portugués, Castelo de São Jorge) a las ruinas de un castillo en la colina de San Jorge en Lisboa. Primitivamente conocido simplemente como Castelo dos Mouros, se yergue en posición dominante sobre la más alta colina del centro histórico, proporcionando a los visitantes una de las más bellas vistas sobre la ciudad y sobre el estuario del Río Tajo, por lo que el gobierno portugués hace grandes esfuerzos en conservarlo. El recinto del castillo cuenta con aproximadamente 6000 m². La edificación consta de varias torres y garitas, un foso y dos patios grandes. El castillo está catalogado como Monumento Nacional y hoy en día cuenta con jardines, miradores, una ciudadela, terrazas, un núcleo museológico, un núcleo arqueológico, un periscopio (Torre de Ulisses), inventado por Leonardo da Vinci en el siglo XVI; una tienda y un café - restaurante.
Historia
Este castillo fue construido por los musulmanes a mediados del siglo XI como elemento defensivo de las élites que habitaban en esta ciudadela. Fue conquistado en el año 1147 por Afonso Henriques, primer rey de Portugal, y hasta el siglo XVI tuvo su máximo esplendor como espacio cortesano. Los antiguos edificios de la época islámica fueron adaptados y ampliados para recibir al rey, a la corte y al obispo, y el archivo real fue instalado en una de las torres del castillo. En el siglo XIII fue transformado en palacio real, y escogido para acoger personas ilustres, celebrar fiestas y proclamar a los reyes a lo largo de los siglos XIV,XV y XVI. En 1580, con la integración de Portugal en la Corona de España, el castillo adquirió una función más militar, la cual se mantuvo hasta principios del siglo XX. Durante todo este tiempo fueron remodelados y construidos varios espacios, especialmente tras el terremoto de 1755. De 1938 a 1940 el castillo fue restaurado, redescubriendo así el antiguo palacio real, y recuperando las antiguas construcciones. Ya a finales del siglo XX se realizaron unas investigaciones arqueológicas que sirvieron para constatar la antigüedad de la ocupación en la cima de esta colina, confirmando aún más si cabe su gran valor histórico. Los testimonios de esa vida en épocas pasadas son ahora visibles en el Núcleo Arqueológico, donde fueron encontrados los restos que se remontan al siglo VII a.C; las ruinas de la zona residencial de la época islámica de mediados del siglo XI; y las ruinas de la última residencia palatina de la antigua alcazaba, destruida por el terremoto de 1755; y en el Núcleo Museológico, que muestra una colección constituida por los objetos hallados en el núcleo arqueológico.
Puntos de interés
Como puntos de interés dentro del complejo podemos destacar la Torre de Ulises, en la que se puede observar una panorámica de la ciudad en 360º gracias al periscopio de Da Vinci que se encuentra instalado en ella. Por otra parte, sobre las ruinas del antiguo palacio se proyecta Olisipónia, un espectáculo multimedia que realiza un repaso por la historia de Lisboa. El monumento ofrece una visita a los jardines del castillo (que poseen gran variedades de patos y pavos reales) y miradores, una cámara oscura (Torre de Ulisses), espacio de exposiciones, sala de reuniones/recepciones (Casa do Governador) y loja temática a sus visitantes. Junto al recinto del Castillejo podrás ver una zona arqueológica donde se encontraron restos de la Edad del Hierro (s. VII a.c.), asi como los restos de lo que fuera el barrio residencial islámico. El castillo defiende la antigua ciudadela árabe, o Alcázar, abriéndose en sus muros con almenas doce portones, siete de ellos por el lado de la iglesia de Santa Cruz do Castelo. Por el exterior, un paño de muralla da acceso a una torre barbacana. Dieciocho torres de sustentación refuerzan los muros. Por el Portal Sul, a través de la Rua de Santa Cruz do Castelo, se accede a la Plaza de Armas.
