Castillo de Xivert

Castillo de Xivert
Información  sobre la plantilla
Castillo-Alcalá-Xivert-1600px.jpg
LocalizaciónAlcalá de Xivert, (Provincia de Castellón)
TipoArquitectura militar

El Castillo de Xivert, está situado en el término municipal de Alcalá de Xivert (Provincia de Castellón, España) es una fortificación islámica, ampliamente reformada durante el siglo XIII. Los elementos arquitectónicos que se observan en la actualidad ocupan una extensión de 8000 m2 en la cima y ladera de la montaña de Xivert, en las estribaciones del macizo de la Sierra de Irta.

Descripción

Se encuentra localizado en las estribaciones sur-oeste de la Sierra de Irta. Es de origen musulmán, de finales del siglo XI, principios del siglo XII, pero con la reconquista de la plaza por parte de las fuerzas cristianas comandadas por la Orden del Temple, sufrió posteriores modificaciones que hoy en día aún pueden apreciarse, como por ejemplo la separación del castillo y el poblado mediante una muralla, las imponentes murallas de sillería y las torres circulares gemelas.

Interior de la alcazaba

El espacio total construido, de unos 8.000 metros cuadrados, se puede dividir en tres zonas: la alcazaba, recinto que ocupa la parte más alta del conjunto, donde se ubicaba la sede político militar, el albacar, espacio amurallado donde se refugiaba la población y su ganado en tiempos de enfrentamiento y, por último, la aljama o poblado, situado en la vertiente sur-oriental de la montaña y que también estaba amurallado. Es en el castillo propiamente dicho donde se localizan las construcciones principales: torre celoquía, capilla gótica, torres gemelas, torre de poniente, aljibe gótico y una inscripción cúfica en la muralla externa, en el lado sur sur-este, pero es el recorrido íntegro de todo el conjunto el que nos puede ofrecer una visión mucho más amplia de lo que podría ser la vida cotidiana en aquellos días. Cabe destacar, además, la red hidráulica de las casas musulmanas y, particularmente, el aljibe semienterrado, situado junto a la muralla exterior. El aljibe del castillo templario es otra obra significativa, situado al lado de la alcazaba y realizado en piedra de sillería con bóveda rebajada. Diversas excavaciones arqueológicas realizadas en el lugar han puesto de manifiesto la presencia de un poblado de la edad de Bronce. Durante éstas se recuperaron del yacimiento numerosas cerámicas con decoración incisa correspondientes a un enterramiento colectivo del tipo campos de urnas. La ocupación musulmana del emplazamiento destruyó gran parte de las estructuras anteriores con la construcción de una fuerte alcazaba y una villa fortificada (ḥiṣn) que controlaba la extensa llanura situada a sus pies. Se conservan en la actualidad parte de la alcazaba, enmascarada tras las reformas posteriores, la muralla del albacar y el aljibe.

Muralla y acceso a la aljama

El ḥiṣn de Xivert

Los elementos arquitectónicos visibles en la actualidad se corresponden sin embargo con la fortificación medieval y se desconoce si hubo presencia humana en el lugar con anterioridad al siglo XI d.C. debido a que durante la construcción de la alcazaba se rebajó el terreno destruyendo los posibles restos de edificios anteriores que existieran. El ḥiṣn califal de Xivert, posteriormente modificado por los almohades, formaría parte de una extensa red de fortificaciones que jalonaban la costa levantina y que ejercería funciones de articulación de numerosas alquerías de los alrededores. La fortificación musulmana estaría formada por una alcazaba y un poblado fortificado. La alcazaba ocupaba el mismo espacio que la observable en la actualidad aunque la reforma del siglo XIII ha enmascarado casi por completo su trama. Se mantienen de época islámica la Torre de Poniente, la Torre Sur, el muro sur del albacar y el aljibe. La torre de Poniente está construida en tapial y antes de su restauración se conservaba hasta los 10 metros de altura. Posee dos estancias interiores, la inferior que pudo cumplir funciones de silo y la superior destinada a la guardia. Frente a la torre de Poniente se encuentra la torre Sur, la de mayor volumen de la fortificación. Esta torre construida en época andalusí, fue posteriormente remodelada y controlaba la entrada a la alcazaba.

Torre poniente y parte de la muralla

Tiene planta trapezoidal y dos estancias interiores en la planta baja separadas por un gran arco apuntado. Toda la estructura fue restaurada en fechas recientes y se le añadió un terrado para consolidar sus muros e impedir la filtración de aguas. Tras las reformas la altura de la torre quedó en algo más 8,5 metros. La muralla que cierra al sur el albacar es también de época islámica y en ella se encuentra la torre de Levante, el muro de Alafia y dos torres semicirculares. El muro de Alafia tiene 12,45 metros de longitud y hasta 9,8 metros de altura. Se identifican en él varios momentos constructivos, una base de mampostería muy irregular y de escasa altura que se sitúa directamente sobre la roca, sobre ella una segunda fase realizada en mampostería encajonada, retrancada 15 centímetros respecto a la inferior y con 2,9 metros de altura y un parámetro de tapial calicostrado con decoración que imita sillería. Es este último parámetro se encuentra una inscripción en árabe, probablemente del siglo XII, donde se lee al-fatih Allah (el que concede la victoria es Dios).

El castrum de Xivert

Entrado el siglo XII el avance de la Corona de Aragón sobre los territorios del Reino de Valencia convirtió Xivert, que hasta entonces había cumplido funciones administrativas, en plaza fronteriza. En 1169 sin haber tomado aún posesión de la fortaleza el rey aragonés Alfonso II la cedió a los caballeros de la Orden del Temple junto al castillo de Oropesa. Sin embargo en 1225, aún sin haberse conquistado el castillo, el rey Jaime II lo cedió a Rodrigo Ximén de Llusia, noble que había destacado en el infructuoso sitio de Peñíscola. Hubo de rectificar el rey de Aragón y el 22 de julio de 1233 confirmó la cesión que había realizado su abuelo. De este modo el 28 de abril de 1234 los caballeros templarios tomaron posesión de la fortaleza en nombre del rey de Aragón tras firmar una rendición pacífica con sus pobladores y concederles carta puebla. Según los términos establecidos en la rendición se permitió la permanencia de los musulmanes en la ciudad (denominada arravalum o arrabal) mientras la orden militar ocupaba el castrum (castillo) y el albacarum (albacara). Los monjes-guerreros del Temple emprendieron en los años posteriores a la toma de Xivert la remodelación de la alcazaba para convertirla en sede de su encomienda.

Torres templarias de la alcazaba

Entre las principales obras realizadas destaca la construcción de dos grandes torres circulares y una nueva muralla en el sector noreste del castillo y la remodelación de la entrada principal al oeste. Las dos grandes torres y el muro que las separa fueron edificados en dos fases. En la primera de ellas se emplearon materiales de gran calidad, con sillares bien labrados donde aún hoy se aprecian las marcas de cantero. Las torres alcanzaron en esta etapa hasta 10 metros de altura y el muro poco más de 5 metros. La segunda fase se corresponde con el traslado de la encomienda de la Orden del Temple al castillo de Peñíscola, la consiguiente pérdida de importancia de Xivert para la orden tuvo como repercusión el uso de materiales de peor calidad en la construcción de la alcazaba. De este modo el remate de las torres y murallas, que fueron elevadas hasta poco más de 12 metros las primeras y algo menos de 10 la muralla, se realizó con mampostería. Adosadas al interior de la muralla existían varias edificaciones relacionadas con la vida en el interior del castillo, dormitorios, cocina y establo. Poco se conserva de estas edificaciones salvo la planta de una iglesia junto a la torre sur, en cuya estancia inferior se situaba la sacristía. Como parte de los términos de entrega del castillo los caballeros templarios construyeron un aljibe para su consumo en el interior de la alcazaba y situado junto a la entrada entre las torres de poniente y sur con unas medidas de 11x5 metros aproximadamente y orientación norte sur. También parece ser construcción del siglo XIII la entrada en acodo a la alcazaba por el oeste ya que corta estructuras andalusíes de acceso previas y se integra con el aljibe. Esta entrada consta de dos rampas empedradas con un cuerpo de guardia entre ambas. El cuerpo de guardia parece ser una torre de la primitiva fortaleza musulmana reconvertida para un nuevo uso. Tiene planta cuadrada con 4 metros de lado y se desconoce su altura total al igual que la de todas las estructuras del lado oeste de la alcazaba.12

La aljama de Xivert

Hasta la llegada de los templarios la población de Xivert había venido residiendo en la cima de la montaña junto a la alcazaba. La muralla que aún se conserva protegía tanto las viviendas como el aljibe y la mezquita situada junto a él. La rendición a los caballeros cristianos obligó a los habitantes de la medina a trasladarse a la ladera occidental para dejar libre el espacio que ocupaban antes para la construcción del albacar, un terreno despejado donde podrían residir temporalmente las tropas o guarecerse la población. En el arrabal (aljama o morería) recién formado los moriscos pudieron mantener sus costumbres, lengua y culto, dedicándose principalmente al cultivo de algarroba. En 1319 tras la caída en desgracia de la Orden del Temple gran parte de sus bienes en la región pasaron a depender de la Orden de Montesa, entre ellas el castillo y aljama de Xivert. No existen datos demográficos de la aljama de Xivert hasta 1320 cuando se lista una población de 300 habitantes con motivo de la llegada de los caballeros de Montesa. En 1421 cuando se elabora una lista de los mudéjares que pagan los impuestos del morabatí la población residente se sitúa en unos 140 habitantes y el castillo ya no se hallaba ocupado. Durante el trascurso de la guerra de las Germanías, el 29 de junio de 1521, las tropas dirigidas por el general Miguel de Estellés saquearon y quemaron el castillo, la mezquita y la aljama, consiguiendo un gran botín. En la década de 1570 la población de Xivert aumentó hasta más de 200 habitantes debido fundamentalmente a la llegada de moriscos de otras poblaciones cercanas. Así en 1580 Pedro Luis Garcerán de Borja último maestre de la Orden de Montesa otorgó el título de villa a la población, tal era la importancia que había tomado.

Inscripción árabe en la muralla del albacar

En 1596 surgieron diferentes pleitos entre las comunidades de Xivert y la vecina Alcalá debido a los privilegios que según los cristianos viejos de la segunda población se habían dado a los moriscos. Según el testimonio del síndico de Xivert en 1596 la población de la aljama se hallaba completamente integrada en los usos y costumbres exigidos y hacía tiempo que habían adoptado la religión cristiana y abandonado su lengua. Argumentaba también que ningún vecino de la población había sufrido procesos por parte de la Inquisición. Sin embargo nada de esto impidió que la totalidad de los habitantes de la villa fueran deportados al norte de África tras la firma de su expulsión el 22 de septiembre de 1609 junto a otros 150.000 moriscos del Reino de Valencia. Aunque la aljama fue repoblada con cristianos en los años siguientes las familias establecidas abandonaron definitivamente la villa apenas unas décadas después. La destrucción del emplazamiento, incluyendo la fortaleza, fue aumentando en los años siguientes y ya en 1677 todo el lugar aparecía en ruinas.15 En la actualidad la aljama de Xivert conserva gran parte de su trama urbana correspondiente a la medina del siglo XVII. Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el lugar han puesto de manifiesto la importancia del lugar al tiempo que han permitido restaurar dos viviendas, trazar el recorrido de alguna de sus calles y consolidar la muralla

Fuente