Catedral de San Esteban de Viena

Catedral de San Esteban de Viena
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (edificio)
Wien - Stephansdom (3).JPG
La Catedral de San Esteban es el símbolo de Viena
Descripción
Tipo:edificio
Estilo:Gótico y Románico
Localización:Stephansplatz 3, 1010 Wien, Austria
Uso inicial:Catedral
Uso actual:Catedral
Datos de su construcción
Inicio:1137
Término:1147


La Catedral de San Esteban Viena en el Siglo XII se comenzó a edificar. Hoy en día es el edificio gótico más significativo de Austria. La Catedral de San Esteban tiene una longitud de 107,2 metros y un ancho de 34,2 metros. Cuenta con cuatro torres; La torre sur es la más alta, con 136,44 metros. Después de subir 343 escalones, se llega al salón de la torre, desde el que hay unas vistas inmensas de Viena. Tiene un total de 13 campanas. La campana más famosa de la Catedral de San Esteban, Pummerin, está situada en la torre norte a 68,3 metros de altura. Es la segunda campana colgante de iglesia más grande de Europa. En el tejado de la Catedral de San Esteban se instalaron ladrillos de colores con el águila bicéfala imperial y real, además de los escudos de la ciudad de Viena y de Austria. El equipamiento interior de la Catedral de San Esteban estuvo en reformas continuas desde ese siglo hasta la época barroca.

Ubicación

Está situada en la plaza de San Esteban (Stephansplatz), en pleno centro de la capital austríaca.

Historia

Aunque anteriormente se creía que se había construido en un campo abierto fuera de las murallas de la ciudad, la nueva iglesia parroquial fue construida, probablemente, en un antiguo cementerio que data de la antigüedad romana; las excavaciones realizadas en el año 2000 para instalar un sistema de calefacción pusieron al descubierto unas tumbas, a 2,5 metros por debajo de la superficie, que fueron fechadas en el siglo IV con la técnica del carbono 14. Este descubrimiento sugiere la existencia de un edificio religioso, incluso anterior a la iglesia Ruprechtskirche. La historia de este templo se inicia en el año 1137, con una iglesia de estilo románico que, unos cien años después, se reconstruyó en un románico tardío. En el siglo XVII se amplió utilizando un estilo barroco. El pórtico románico está flanqueado por las dos Torres de los Paganos, ambas de 64 metros de altura. La torre del norte, inacabada y con una altura de 68 metros, se cerró en 1579 con una cubierta renacentista. En tiempos de la Contrarreforma la catedral fue provista de adornos barrocos. Algunos de los elementos colocados tienen una simbología asociada: las gárgolas del exterior representan a los malos espíritus. Esta parroquia se consagró al patrono de la catedral de Passau, San Esteban. En 1137, todas las demás iglesias de la ciudad fueron colocadas bajo la jurisdicción de esta iglesia parroquial. En abril de 1147 se produjo la consagración parcial de la iglesia, aún en obras, en presencia del obispo de Passau. Sus dimensiones eran exageradas para lo que era Viena en aquel entonces, lo que señala la visión de futuro de su creador, quien la preparaba para llegar a ser sede episcopal o iglesia del ducado. Esta iglesia parroquial fue concluida en 1160, y poseía, con sus 83 metros de largo, el perfil de una catedral. Estaba orientada de la misma forma que la actual, hacia el punto de salida del sol del 26 de diciembre de 1137. No queda casi ningún resto de la antigua iglesia, aunque gracias a estudios arqueológicos se conocen las medidas de la nave central, que tuvo 12 metros de ancho (unos 26 si se suman las tres naves), y una longitud, incluyendo el ábside, de 83 metros. La segunda construcción románica, iniciada en 1240 y consagrada en 1263, y de la que se conserva la fachada poniente con la gigantesca puerta, fue promovida esencialmente por los nuevos poderes, la burguesía y la casa ducal. El nuevo edificio gótico de San Esteban empezó a construirse en 1304. El espacioso recinto de la nave, una de las más anchas de Europa, testimonia que aquí la burguesía pudo alcanzar la posición dominante. Entre 1304 y 1344 se levantó el coro. A partir de 1359 se comenzaron a construir las paredes laterales de la nave central, las cuales encerraron como una funda la antigua nave románica. Hasta 1446 no se concluyeron las últimas bóvedas bajo el gigantesco techo. Entre 1359 y 1443 se levantó la torre meridional. El primer rayo que recae sobre el altar mayor e ilumina el lugar se usa como símbolo del cielo abierto que, según lo enunciado en los Hechos de los Apóstoles, pudo observar San Esteban antes de morir. Las únicas partes que aún perduran del antiguo edificio son la Cámara Negra, situada en un nivel inferior de la Torre Pagana sur, y que actualmente alberga un confesionario, y una parte de los bajos de la planta oeste. Entre 1230 y 1245 se construyó este edificio, del que se conserva la parte oeste. Con el propósito de que la iglesia fuera sede episcopal, se demolió hasta los cimientos y se construyó nuevamente, excepto las partes inferiores de las Torres Paganas. Poseía un profundo coro central, un transepto saliente y una planta basilical de tres naves. Entre las dos Torres Paganas se situaba la galería oeste, semejante a la Catedral de Carlomagno en Aquisgrán y a las galerías de las antiguas catedrales imperiales alemanas, concebidas como un espacio con independencia propia pero orientado hacia el altar. En 1258 sufrió un incendio, y posteriormente se construyeron los pisos superiores. Las nuevas medidas del edificio, consagrado el 23 de abril de 1263 por el obispo Otto de Passau, eran de 70 m de largo y 65 m de altura. En 1267Gerhard de Transilvania fundó la Curia (que aún perdura) a cargo de la parte espiritual de la catedral, Hans Puschbaum y realizó la bóveda de la nave central. Federico III fue quien logró que se creara el obispado de Viena, y en 1450 colocó la primera piedra de la torre norte, iniciándose su construcción en 1467. El Coro Albertino, construido entre 1304 y 1340 durante el gobierno del duque Alberto II e influenciado por la burguesía vienesa, es un coro gótico de tres ábsides. En su diseño se usó como modelo el coro de la abadía cisterciense de Heiligenkreuz, y Albert de Passau la consagró el 23 de abril de 1340. Posteriormente, bajo el gobierno del duque Rodolfo IV el Fundador se construyeron las dos capillas laterales oeste de dos plantas, denominadas capillas ducales. En 1359 el duque colocó la primera piedra de la reforma gótica. La construcción siguió lentamente durante un siglo. Así es como se colocó la piedra de Colmano el 23 de marzo de 1361 en la cual, según se dice, fue martirizado San Colmano. Ese mismo año se comenzaron a construir los muros de las naves. El duque Rodolfo IV constituyó en 1365 en el lugar la sede del Capítulo Colegial de Todos los Santos, ubicando su sala capitular en la galería oeste. Esto sirvió como antecedente para la creación del obispado. En 1433 se finalizó la aguja de la torre sur, en 1440 las cornisas de la nave central, y el tejado antes de 1474. La sacristía inferior se edificó entre 1417 y 1430, pegada a la nave sur. Los muros de la nave central se edificaron rodeando exteriormente los muros románicos, de manera que las obras permitiesen continuar las celebraciones religiosas en el interior. Los muros románicos no se derribaron hasta 1430, cuando finalizó la construcción gótica. En 1440 se comenzó a construir la armadura del tejado con madera de alerce y sin emplear un solo clavo. Posteriormente se abovedó el edificio, siendo el abovedamiento de la nave central obra de Hans Puschbaum, a partir de 1466. Federico III colocó la piedra inicial de la torre norte en 1450, construcción que no se iniciaría hasta 1467. Un dato anecdótico es que, debido a las malas condiciones climáticas, la producción de vino de ese año resultó malograda por ser éste demasiado ácido, motivo por el que fue utilizado como mortero para los cimientos. La catedral tuvo una ampliación, de estilo barroco, realizada en dos partes: el altar mayor de los hermanos Pock fue finalizado bajo el mandato del príncipe obispo Breuner en 1647. En este período se realizaron también los ornamentos rojos de Breuner, que actualmente se usan en la festividad del santo patrono de la catedral. El altar mayor lo donó el episcopado, mientras que la burguesía hizo lo mismo con la ornamentación de la nave central. Unos años más tarde, en 1677, se comenzó una nueva ornamentación siguiendo el mismo estilo en los altares laterales, los oratorios imperiales y los órganos. En 1683, durante la segunda invasión turca a la ciudad, la catedral fue impactada por aproximadamente mil balas de cañón (algunas de las cuales se conservan en la actualidad). Con el fin de engañar al enemigo y hacerle creer que había recursos materiales de sobra, el tejado fue reparado con lona. La ciudad fue liberada el 12 de septiembre de 1683, después de una misa celebrada por el capellán Marco D'Aviano. Como recuerdo de la batalla se encargó la campana Pummerin, forjada con la fundición del bronce de los cañones turcos abandonados, que fue colocada en la torre sur. En 1693 se colocó el icono de "María en el Sol", y en 1697 la imagen de "María Pocs". En 1723 el templo elevó su categoría a iglesia metropolitana, al convertirse Viena en una arquidiócesis. El sacristán Johan Wachter elaboró en 1732 una estadística de las liturgias en esta época: en un día se realizaban de promedio ciento cincuenta misas, y como mínimo una pontifical. Wachter contabilizó ese año 1.095 rosarios y 129.000 confesiones. Ese mismo año se cerró el cementerio contiguo a la iglesia. En 1755 se amplió por orden de María Teresa la cripta donde descansan los restos del duque Rodolfo IV y otros miembros de los Habsburgo, y en 1782 se prohibieron los entierros en la catedral. Ese mismo año el Papa Pío VI convenció al emperador José II de que cambiara su política religiosa, y concelebró una misa de Pascua en este lugar. En la Cámara de Ornamentos se conservan valiosos objetos donados en esa oportunidad por el papa al arzobispo de Viena, cardenal Migazzi. En 1699 se demolió la "Casa de las Reliquias" debido al menosprecio y a la pérdida de valor que éstas sufrieron tras la Reforma. Para 1792 habían desaparecido los edificios de los cantores, ministros eclesiásticos y prestamistas, que estaban ubicados en la parte oeste. Al inicio de la Segunda Guerra Mundial se protegieron las obras de arte más importantes: el Portal Gigante, el Púlpito y el Mausoleo de Federico III. Gracias a ello lograron salvarse del incendio sucedido entre el 11 y 12 de abril de 1945, provocado por las chispas generadas por las casas que ardían en los alrededores. Como consecuencia del incendio se quemaron el tejado gótico, la sillería gótica de los Consejeros, el monumento a la liberación turca, las vidrieras, la gran cruz de Wimpassing, la cruz del jube (de la que se conservan la cabeza y los brazos), los oratorios imperiales, el órgano del coro, el Gran Coro, y casi la totalidad de las campanas, incluyendo la "Pummerin". El altar mayor fue remodelado en 1989 para cumplir con las especificaciones dispuestas por el Concilio Vaticano II. Además se instaló un nuevo altar, y en 1991 arribó un nuevo órgano conmemorando el 650 aniversario de la consagración del Coro Albertino, que fue colocado en el Coro de los Apóstoles. En 1997 se inauguró el Portal Gigante con motivo de los 850 años de la consagración de la iglesia románica. Dicho Portal fue restaurado previamente; una tarea que demandó varios trabajos. En el exterior se encuentra una vasta cantidad de figuras, muchas de ellas réplicas del siglo pasado. Los originales se exponen en Museo de Historia de la Ciudad. Las estatuas representan santos y antepasados de Rodolfo IV: entre ellas se destaca la figura de San Esteban datada alrededor de 1460. Es un original ubicado en la torre sur, sobre la primera planta, en el denominado Banquillo de Starhemberg, desde donde el conde Rüdiger von Starhemberg vigilaba los movimientos de las tropas turcas. Las gárgolas colocadas en el exterior del templo cumplían la función de espantar a los malos espíritus: con el mismo fin se utilizó material proveniente de Roma en la construcción del templo, pues se creía que las piedras paganas santificadas les quitaban el poder. En el arco interior derecho del Portal Gigante se encuentra una lápida funeraria romana escasamente legible. En 1996 se identificó la figura de una mujer escondida, la Mirona, que procedía de otra lápida romana. En el Portal del Obispo, en una hornacina enrejada se hallaban los llamados Tártaros; unas divinidades paganas: una leyenda que todavía se puede apreciar advierte sobre la veneración de estos ídolos, e invita a respetar la fe cristiana. Bajo los relojes de las Torres Paganas se encuentran las representaciones de un falo a la izquierda y una vulva a la derecha: representan un santuario pagano dedicado a una divinidad de la fertilidad. Recientes excavaciones realizadas en el Portal Gigante permitieron descubrir una gran cantidad de sepulturas. El 2 de junio de 1467, diecisiete años después de la realización de los cimientos, se reanudaron las obras con la colocación de la primera piedra sobre éstos por el obispo de Passau. En los planos originales se puede observar que la torre sur fue usada como modelo. En 1511 la torre alcanzó su altura actual, 68 m, y la obra fue interrumpida. En 1578 se levantó la cúpula, de estilo renacentista, que alberga la campana Pummerín. Entre los siglos XVII y XIX se proyectó la continuación de la obra, pero nunca se llevó a cabo.

Restauración

Durante el siglo XIX se restauró el edificio: en 1853 se terminaron de reconstruir los frontispicios de la nave central; entre 1838 y 1860 se demolió y construyó nuevamente la aguja de la torre sur, y entre 1859 y 1887 se colocaron vidrieras neogóticas (que serían destruidas en 1945 durante la Segunda Guerra Mundial). En 1900 los restos de las reliquias medievales fueron trasladados de la sala capitular a la capilla de San Valentín, situada en la parte oeste.Para su reconstrucción se emplearon 605 toneladas de acero provenientes de Pastorna (Chequia), sustituyendo los tres mil troncos de la cubierta gótica destruida en el incendio de 1945. Estos 3.000 troncos equivaldrían a un bosque de 1,5 km². El tejado actual se compone de 230.000 tejas esmaltadas de varios colores, con un peso unitario de 2,5 kg. Una fila con todas las tejas de la cubierta mediría 51 km. Dos clavos de cobre incrustados en argamasa las sujetan a los cabrios. Las tejas se colocaron formando un dibujo de diez colores en zigzag, interrumpido por una franja de rombos. Al sur del tejado del Coro Albertino se observan el escudo del Imperio austríaco, fechado en 1831, y el monograma F I Francisco I. Al norte figuran los escudos de la ciudad de Viena y de la Segunda República, fechados en 1950.


Fuentes