Cecilia Arizti Sobrino

Cecilia Arizti Sobrino
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Retrato de Cecilia Arizti
Nacimiento28 de octubre de 1856
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento30 de junio de 1930
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
OcupaciónCompositora, pianista y educadora musical
Obras destacadasRomance, a Espadero, Mazurca, A ma mere, Impromptu, a Espadero

Cecilia Arizti Sobrino. Compositora, pianista y pedagoga cubana. Llegó a ser una impecable pianista, más fue la composición musical la actividad preferida por su espíritu y la cual se entregó con mayor ardor.

Síntesis biográfica

Nace en La Habana, Cuba, el 28 de octubre de 1856. Fallece el 30 de junio de 1930. Estudió solfeo y teoría de la música con Francisco Fuentes; a los doce años estudió piano con Nicolás Ruiz Espadero y los culminó con su padre, Fernando Arizti.

Desde niña demostró grandes aptitudes musicales creando en el piano algunas melodías. Sus primeros estudios musicales de solfeo y teoría los inició con el maestro Francisco Fuentes y en el piano con su padre el pianista y profesor Fernando Arizti (1828-1888).

En sus obras como compositora se distinguía por su excelente factura armónica, dominio de la composición técnica, calidad, fantasía y buen gusto.

Trayectoria artística

Fue discípula del sobresaliente pianista, compositor y pedagogo cubano Nicolás Ruiz Espadero (1832-1890), que la adiestró con la obra pianística de clásicos y románticos como Mozart, Lizst y Beethoven.

Se presentó por vez primera al público habanero en el Centro Gallego y más tarde en el Salón de Audiciones Musicales del Almacén de Música de Anselmo López, en cuya sala estrenó el 20 de noviembre de 1893, su Trío para violín, cello y piano, ejecutado por la autora al piano, Rafael Díaz-Albertini, violín, y Rafael Ortega, cello.

En 1896 se presentó en el Chickering Hall y en el Carnegie Hall de Nueva York. Buena intérprete de las obras de Ludwig van Beethoven, Federico Chopin y Franz Liszt, ejecutó algunas de sus piezas, acompañada al piano por Ruiz Espadero, Carlos Hasselbrinck y Fernando Arizti.

Fue profesora de piano del Conservatorio Peyrellade.

Críticas

Serafín Ramírez enjuicia así la obra de Cecilia Arizti:

«'Romance, a Espadero: Melodía de una simplicidad arrobadora [...]. Es, por fin, la dolorosa queja de Petrarca: “La mejor parte de mí se fue”. Scherzo, al doctor Belot: obra muy notable por el caprichoso dibujo del Presto, y sobre todo por el Meno mosso que sigue en re bemol, canto religioso, himno sublime lleno de majestad y grandeza [...].

Mazurca, A ma mere: Graciosa y elegante. Recuerda vivamente los cantos populares de Polonia de donde trae su origen esta clase de composición. En su motivo principal se marca, como es de rigor, el segundo tiempo de cada medida. También ha dado la autora al bajo en algunos compases mucho movimiento y vida con dificultad de ejecución, pero también con brillantísimo efecto.

Valse lente, al señor Blanck:' Delicado morceau desde la Introducción hasta su último acorde. Resalta en él una interesante melodía de acompañamiento sencillo, no obstante sus bellas combinaciones armónicas. [...].

Impromptu, a Espadero: La más extensa y desarrollada, y quizás la que mayores dificultades de ejecución encierra. Toda ella es brillante y hermosa, pero las páginas 8, 9 y parte de la 10, en la que la autora ha dado libre vuelo a su fantasía, tienen a nuestro humilde juicio una importancia notabilísima. [...], presentada en aquella forma de que tanto usó Mendelssohn en sus Romanzas sin palabras, es decir, canto y acompañamiento en la mano derecha, dejando libre la izquierda para darle una nueva melodía o algún dibujo o arabesco que aumentara su interés. La señorita Arizti ha puesto en esa mano un elegante canto de violoncello.»}}

A estos juicios de Serafín Ramírez se opone el de Alejo Carpentier, quien sitúa a la compositora en el lugar que le corresponde en la creación del Siglo XIX en Cuba.

«...El estilo de Cecilia Arizti era más castigado que el de Espadero y solía ignorar el virtuosismo tan presente en su época. El Nocturno es de una rara delicadeza. Desgraciadamente, Cecilia Arizti, como su maestro, era víctima de su afán de trabajar de acuerdo con los “buenos ejemplos” propuestos por su época.

La influencia de Rubinstein —entonces uno de los dioses del día— estaba demasiado próxima. Sólo vemos a la compositora tal como hubiera podido ser, cuando escribe páginas llenas, simples, de un sabor romántico atenuado, que hace pensar —curiosa pero real coincidencia— en el Adagietto de Poulenc.»

A excepción de algunas obras para Trío de piano, violín y violoncello, toda su obra la concibió para el piano instrumento que dominaba a la perfección y en la que percibe claramente la influencia de Chopin y Schumann y de otros compositores del Siglo XIX europeo.

Obras

Música de cámara

  • Trío, para violín, cello y piano; Romántica, romanza, para violín y piano.

Piano

Partitura Scherzo
  • Barcarola, op. 6; Mazurca, op. 7; Scherzo, op. 10 y Vals lento, op. 8, 1887;
  • Danza, Impromptu, op. 12, Nocturno, op. 13, Reverie, op. 16 y Romanza, op. 15, 1888.
  • Vals brillante, op. 18
  • Balada, op. 14
  • Balada fúnebre
  • Berceuse
  • Campesina
  • Capricho
  • Danza fantástica
  • Improvisación
  • Mazurca
  • Segundo scherzo
  • Tercerscherzo
  • Veintidós ejercicios diarios.

Entre sus obras más conocida en su época está su Trío, para piano, violín y violoncello, estrenado por su autora el 20 de noviembre de 1893 en el Salón López, en unión del violinista cubano Rafael Diaz Albertini y el violoncellista Rafael Ortega.

El pianista y compositor y también cubanos Ignacio Cervantes y el crítico Serafín Ramírez lo calificaron dicho trío de obra colosal y grandiosa. Se le considera la primera obra en su género escrito por una mujer cubana en el siglo XIX y por su calidad pianística, desenvolvimiento de la forma y el equilibrio del conjunto instrumental de sus cuatro partes constituyen por su belleza un valiosísimo aporte a la música de cámara de nuestro país.

Publicaciones

A partir de 1887 Cecilia Arizti, publicó en Nueva York y en Francia una serie de composiciones para piano:

  • Dos Scherzo
  • Nocturno
  • Reverie
  • Impromptu
  • Una Danza

Bibliografía

  • José Calero Martín y Leopoldo Valdés Quesada. Cuba musical. La Habana, Imprenta de Molina y Compañía, 1929.
  • Alejo Carpentier. La música en Cuba. México, Fondo de Cultura Económica, 1946.
  • Serafín Ramírez. La Habana artística. Apuntes históricos. La Habana, Imp. del E. M. de la Capitanía General, 1891.

Fuente