Cenicienta (Ballet)

Cenicienta
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La Cenicienta por Moscow State Ballet
AutorCharles Perrault
Año1813
ActosDos actos y cuatro escenas
Puesta en escena
Lugar de estrenoViena, Bandera de Austria Austria
CoreógrafosLouise Antoine Dupor y Pedro Consuegra
Música incidentalJohann Strauss (hijo)
Diseño de escenografíaArmin Heinemann

Ballet Cenicienta. Obra de ballet tradicional, basado en el cuento homónimo de Charles Perrault. Este ballet ha sido interpretado por muchas compañías de ballet a través de los años, manteniéndose en la actualidad dentro del repertorio del Ballet Nacional de Cuba y otras importantísimas compañías de ballet.

Argumento

Primer acto

Comienza la historia con las escenas en las que Cenicienta soporta las maldades de su madrastra y sus hermanastras. La media punta y los grands battements son los elementos artísticos que utilizan las cuatro bailarinas para mostrar el desparpajo de sus papeles y un aire cómico, peleando entre ellas y envidiándose mutuamente. En este acto ya queda patente la profusión de vestuarios y figuraciones propias de los ballets rusos.

Segundo acto

En el segundo acto, en el que se celebra la fiesta del príncipe, los invitados llegan al castillo y bailan danzas de corte. Es en esta ocasión, cuando podemos disfrutar del cuerpo de baile en su conjunto y cuando hace su aparición en escena el Príncipe, quien desde el inicio pone de manifiesto el nivel artístico de la compañía. La coreografía en este momento del cuento destaca por los pasos a dos, los grandes saltos y grandes jetés. Cenicienta atrae la atención del público con su realización de fouettes, típicos giros de ballet. Éste segundo acto termina cuando las doce campanadas anuncian la medianoche y la joven huye del castillo, perdiendo uno de sus zapatos de cristal.

Tercer acto

Viengsay Valdés interpretando el rol protagónico en el Ballet Cenicienta

En el tercer y último acto, el Príncipe busca desesperadamente a su bella desconocida viajando a los países de los invitados al baile. Los cambios escenográficos prestan especial apoyo a la comprensión del cuento en este punto. Finaliza la historia, como todos sabemos, con el encuentro de la pareja y la celebración de la boda, escenas en las que las variaciones reafirman las palabras de Prokofiev, el compositor de la obra: “Era importante para mí que La Cenicienta fuera lo más bailable posible. Por ello la compuse en la mejor tradición del ballet clásico”.

Historia

El interés de los coreógrafos por llevar a la danza la historia del famoso cuento Cenicienta de Charles Perrault data de casi 200 años. El primer ballet basado en esta obra fue coreografía del francés Louise Antoine Duport, estrenado en la ciudad de Viena en 1813.

Luego, el 2 de mayo del año 1901 se presenta en Berlin, Alemania. Su música la compuso Johann Strauss para este ballet específicamente, no como otras obras del autor que se han utilizado en diferentes ballets después que fueron creadas. Strauss muere antes del estreno del ballet.

En el año 1908 se presenta en la Ópera de la Corte de Viena. Estuvo en ecena muy poco tiempo, apesar de la popularidad de la música de Strauss.

Versión cubana

En el año 1988, el coreógrafo cubano Pedro Consuegra presenta su versión por vez primera. Esto ocurre en el teatro Ópera de Marsella y lo interpretan los bailarines del Ballet Nacional de Cuba. Se considera que Pedro Consuegra enriquece esta coreografía en aspectos técnicos y dramáticos. En Cuba se presenta el estreno de la versión de Pedro Consuegra, el 9 de marzo de 1996, en La Habana.

Selección de críticas

Partiendo de la creación original, Pedro Consuegra recreó esta coreografía —estrenada en la compañía cubana en marzo de 1996
«Esta nueva versión de La Cenicienta (música de J. Strauss y coreografía de Pedro Consuegra) parte de una escenografía y puesta en escena —obra de Armin Heinemann—que buscan un efecto alegre y divertido. El primer acto, eminentemente narrativo, mantiene como tónica la vivacidad de los elementos coreográficos, y se logra una gran conjunción técnica e interpretativa. Nos parece evidente la gran calidad de los bailarines que realizaron los personajes principales..
«En el segundo acto, la apoteosis final retorna al tutú clásico y al paso a dos, entremezclando elementos de danzas tradicionales en un ambiente con ciertas influencias del «music-hall». El estreno ha tenido una excelente acogida por parte del público, que acudió masivamente a casi todas las representaciones.»
Ana Elvira Esteban. Por la Danza , Madrid. no. 24-1 Otoño, 1996.
«El estreno español de La Cenicienta era, precisamente, una de las principales llamadas de atención del Ballet Nacional de Cuba [...] La versión de la compañía que dirige Alicia Alonso la ha realizado el coreógrafo Pedro Consuegra, con escenografía y diseños de Armin Heinemann. Los dos han querido, lógicamente, subrayar el carácter infantil del cuento de hadas, escapar de cualquier interpretación, y poner sobre el escenario la historia tal cual. [...]Consuegra cuenta, para la coreografía, con la ventaja de que el público conoce perfectamente el cuento, pero aún así su narración es sencilla y clara; [...] y pone al cuento el epílogo de un divertimento al estilo de los grandes ballets clásicos y un paso a dos final arriesgado, brillante y elaborado».
Julio Bravo, ABC , Madrid, 1996..
«Desde la primera mirada al comodín concebido por el diseñador Armin Heineman, La Cenicienta , del Ballet Nacional de Cuba se proclama como una nueva versión del inmortal cuento de Perrault, una versión en la cual el carácter y el espíritu permanecen subordinados a la clásica narración del tipo «había una vez...[...] y el Ballet Nacional de Cuba siempre ha sabido bailar con fabulosa vitalidad, por lo cual en este montaje existe algo que nos complace ver y oír.»
Lewis Segal, Los Angeles Times , Estados Unidos, 1998.
«Podemos decir algo mejor: mucho nos complace esa atmósfera de júbilo que ellos poseen. Estamos ante la presencia de bailarines que sin lugar a dudas se divierten y, con generosidad invitan al público a participar en esa diversión [...] Al final, la alegría del público se transformó en empatía.
«Mucho ha aportado a esta versión el claro entusiasmo, el talento y la técnica de los bailarines.
«Estos cubanos poseen un cálido brillo, y he aquí que tanto el adjetivo como el sustantivo han sido cuidadosamente seleccionados.»
Clive Barnes , New York Post , Estados Unidos, 1998.
«...bien vale la pena asistir a estas funciones de La Cenicienta , porque aún siendo una comedia de enredos constituye una curiosidad en la danza y además por ser el único ballet compuesto por Strauss.»
Anna Kisselgolff , New York Post ,Estados Unidos, 1998.
«...Algo extraordinadio está ocurriendo en Cuba [...] es digno decir que los mejores bailarines se encuentran en Cuba. La reciente visita del Ballet Nacional de Cuba a los Estados Unidos, una semana en Costa Mesa (California) y otra en Nueva York, fue suficiente para presentar al público norteamericano una nueva y grandiosa generación de bailarines.»
Octavio Roca. San Francisco, Chronicle , Estados Unidos, 1998.

Galería

Fuentes