Centollo

Para otros usos de este término, véase Cangrejo (desambiguación).
Maja squinado
Información sobre la plantilla
Majasquinado.jpg
Clasificación Científica
Reino:Animalia
Filo:Arthropoda
Clase:Malacostraca
Orden:Decapoda
Familia:Majidae
Género:Maja

Centollo o Maja squinado. También conocido como Changurro, Txangurro, Cámbara, Araña, Cabra, Cranca o Cangrejo velludo. Es un crustáceo branquiuro y decápodo. Pertenece a la familia Majidae, la misma que los cangrejos. Vive en la costa en fondos rocosos o arenosos. Habita en profundidades mayores de 100m.

Características

Su cuerpo es grueso y tiene forma redondeada. Presenta dos espinas robustas en la zona frontal. El caparazón es rugoso, con pequeñas protuberancias y está cubierto de vellosidades, espinas agudas y cerdas de tamaño variable. Sus ojos son retráctiles. Es de color rojo oscuro. Posee cinco pares de patas duras, largas, delgadas y velludas. Las dos primeras poseen pinzas pequeñas, y son alargadas y del doble de longitud que el cuerpo.

Su abdomen es pequeño y está completamente doblado bajo el cefalotórax. El tamaño y forma es distinto en macho y hembra: el de los machos es más pequeño, estrecho y delgado, mientras que el de las hembras es de mayor tamaño, de forma ovalada y más ancho y grueso. Los apéndices abdominales quedan ocultos bajo el abdomen y son utilizados por la hembra para llevar los huevos. Los primeros apéndices abdominales de los machos son utilizados para el apareamiento.

Comportamiento

Realiza migraciones estacionales y en la época reproductora se reúnen en grandes grupos, llegando a tener dos puestas al año con un promedio de unos 150.000 huevos en cada puesta.

El centollo como el resto de cangrejos es vulnerable durante la muda, por lo que se vuelve gregario durante esa época, presumiblemente para defenderse de los depredadores.

Se alimenta de estrellas de mar, algas, moluscos, erizos, invertebrados del fondo marino como los pepinos de mar y peces, sobre todo planos como el lenguado.

Vive en fondos arenosos con abundante vegetación de hasta 50 m. de profundidad, en el Mediterráneo y latitudes medias del Atlántico oriental, realizando migraciones estaciónales.

Gastronomía

Se recomienda cocer durante veinte minutos a ser posible en agua de mar, o en su defecto en agua con abundante sal, y unas hojitas de laurel. Esta es la forma más habitual de descubrir el verdadero sabor de un centollo. Pero sus posibilidades no tienen límites. Es ideal en la elaboración de salpicones, como protagonista de pasteles, o en txangurro, donde gustan de prepararlo en el País Vasco, con un leve golpe final de horno. Otras preparaciones donde establece su reinado son en las empanadas que se arriesgan a hacer algunos, o en una suave bechamel para preparar un estupendo "Soufflé" o unas deliciosas croquetas.

Dos recomendaciones finales para seguir gozando del centollo gallego. El primero, respetar como consumidores la talla mínima de comercialización, 12 cm. desde los ojos a la parte trasera de su caparazón, y la segunda, abstenerse de consumirla en época de veda. Durante los meses de verano le recordamos que el centollo gallego está en veda, pero podrá encontrar centollo francés.

Enlace externo

Fuentes