Chinche del arrozal
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Chinche del arroz. Son los insectos denominados Eusarcoris inconspicuus y Eusarcoris perlatus, que causan graves daños en el arrozal y algunos hasta en el arroz elaborado. Los adultos miden entre 5-6 mm. de longitud, siendo su coloración, recién realizada la muda, rosa pálido, al cabo de unas horas y dependiendo de la exposición de la luz, adquieren el color pardo. La hembra realiza la puesta en varias veces sobre las partes aéreas, hojas y espigas de la planta de arroz, o de algunas hierbas adventicias presentes en los arrozales.
Morfología
Se distinguen de los demás insectos por tener la parte basal de las alas anteriores coriacea, mientras que la parte distal es membranosa. Sus piezas bucales están adaptadas para picar y succionar, ya que se alimentan siempre de líquidos. Forman una estructura de pico denominada rostro, en el que las mandíbulas y las maxilas tienen forma de aguja y están envueltas por el labio. El rostro está normalmente plegado en la parte ventral del animal cuando no lo utiliza.
Poseen un par de ojos compuestos y en muchos casos ojos simples sobre la cabeza. Las antenas tienen pocos artejos, aunque pueden ser largas. Las patas presentan diversas adaptaciones. De la eclosión de los huevos surgen ninfas similares a los adultos, pero sin alas ni gónadas, órganos que van adquiriendo tras mudas sucesivas.
Ciclo biológico
La pudenta pasa por cinco estados larvarios, todos ellos desprovistos de alas funcionales. Las larvas de primera edad se alimentan de las espigas de arroz, causando graves daños debido a la necesidad de alimentos para completar su desarrollo. Se trata de un insecto migratorio, cuya emigración comienza a finales de septiembre hasta mediados de noviembre, según el insecto va llegando al estado de adulto.
En primavera se produce el avivamiento escalonado de los insectos invernantes, dirigiéndose a las zonas de cultivo del arrozal; desarrollando su máxima actividad al amanecer y al atardecer, pues en las horas de mayor luminosidad y temperatura, se esconden en las partes bajas de la planta, cerca de la superficie del agua, donde las temperaturas son más suaves.
Tanto los adultos como los inmaduros (neonatos y ninfas) se alimentan de granos de gramíneas. El daño que causa al arroz es consecuencia de las picadas que producen en los granos a fin de chupar su contenido.
Su presencia en los arrozales coincide con el espigado y maduración del arroz. Por tanto, ésta se extiende des de finales de julio hasta el momento de la cosecha. Antes de estas fechas las poblaciones de pudenta se encuentran ligadas a las gramíneas espontáneas de la zona.
La pudenta pasa el invierno en forma de adulto, casi inactivo, escondido bajo la vegetación herbácea, debajo de materia vegetal muerta o debajo de las piedras. En primavera los individuos salen de sus refugios y van ocupando plantas adventicias del entorno de los arrozales hasta el momento en que las espigas de arroz ya les sirven de alimento. A pesar de que no se conoce en detalle, parece que puede desarrollar un mínimo de 4 generaciones, de las cuales las 2 últimas seguro que estarían ligadas a la planta de arroz.
Daños
Los daños son causados por las larvas de 4ª y 5ª edad y por los adultos que extraen mediante su estilete los jugos de las partes verdes de la planta, siendo su principal fuente de alimentación los granos de arroz.
Dependiendo del estado del grano en el momento de la succión, aparecerán daños diferentes. Si se produce cuando el grano está en estado lechoso, en la recolección estos granos aparecerán deformes, de menor peso que el resto. Si el ataque se produce en estados avanzados, las deformaciones son más ligeras y casi imperceptibles.
En el grano maduro, al igual que en los casos anteriores, no se aprecia orificio alguno por la picada. En este último caso, una vez elaborado se aprecia una depresión esférica de 0.2-0.3 mm., a veces, dependiendo de la climatología, alrededor de la lesión se desarrollan hongos saprófitos, que originan una coloración pardusca apreciable a simple vista. Por tanto, los daños afectan a la calidad y rendimiento-porcentaje de granos elaborados susceptibles de comercializar.
Control
Dada la evolución de la plaga, se recomienda realizar un seguimiento parcela por parcela, iniciándose este control siempre por las parcelas más adelantadas. Mientras se observen larvas de primera edad no se debe intervenir. Se aconseja esperar a que sólo aparezcan larvas de 2ª y 3ª edad.
Destrucción de la vegetación espontánea después de la recolección y en los márgenes que circundan el arrozal.
Realizando la captura de los adultos mediante manga caza-insectos.
Los tratamientos son generalmente aéreos, excepto en pequeñas parcelas, donde el agricultor realiza los tratamientos con mochila. Si la invasión de los adultos invernantes es intensa, se efectuarán dos aplicaciones: una contra la 1ª generación, a finales de julio o primeros de agosto y una segunda aplicación a primeros de septiembre, sobre la 2ª generación.
Fuentes
- Artículo Pudenta o Chinche del arrozal. Disponible en: "www.agricultura.gob.do". Consultado: 13 de octubre de 2011.
- Artículo Pudenta. Disponible en: "www.probodelt.com". Consultado: 13 de octubre de 2011.
