Cichlasoma salvini
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Cichlasoma salvini. Especie de cíclido de amplía distribución dotado de una intensa coloración que plantea problemas de mantenimiento debido a su gran violencia y marcado carácter territorial.
Sumario
Descripción
De ahí que no sea conveniente mantener más de una pareja a menos que el tanque sea de gran tamaño. Este comportamiento se ve agudizado ante especies de su mismo género.
Se trata de un pez mordedor de tendencias carnívoras que no atacará a otras especies fuera del periodo de cría lo suficientemente grandes para evitar ser devoradas.
No es conveniente asustarse y mantener a una única pareja en solitario, sin otras especies, puesto que se sentirán intranquilos y estresados, volviéndose tímidos y asustadizos.
Si respetamos lo expuesto anteriormente nos encontramos ante una espléndida especie, que además de su enorme colorido nos obsequiará con una freza y reproducción muy atractivas y relativamente sencillas de lograr para el aficionado medio.
Tamaño
Machos hasta 18 cm, hembras hasta 14.
Hábitat
Aguas generalmente turbias que atraviesan tierras selváticas y bosques tropicales. Su distribución en América Central (México meridional) y Sudamérica (Honduras y Guatemala). Tanto en los cauces de los ríos como en lagos.
Longitud del acuario
Acuario desde el metro de longitud.
Condiciones del agua
h 6,5 a 7,5; agua medianamente dura.
Temperatura
De 26 a 29º C. Evitar temperatures inferiores a 24 º.
Mantenimiento
Mantener emparejado con otras especies de cíclidos de gran tamaño, en acuarios con fondo de arena o grava, dotado de una zona con sombra y que disponga de escondites a base de raíces y rocas. Es recomendable plantar el tanque con plantas resistentes de hojas duras con las raíces protegidas con rocas. La especie no es especialmente cavadora. Necesita grandes espacios libres para nadar. Habrá que ser riguroso en los controles de los niveles de nitritos y en la temperatura.
Alimentación
Especie principalmente carnívora y omnívora que no plantea inconvenientes en la alimentación. Se le puede alimentar con alimento vivo, liofilizado y congelado. Además de hojuelas y papillas a base de pescado blanco y camarones crudos. No excederse en las tomas de alimento puesto que el pez es extremadamente voraz.
Diferencias entres sexos
Las diferencias entre sexos son apreciables; los machos son de mayor tamaño y tienen las aletas más desarrolladas. Los machos presentan una mayor coloración en conjunto pero los colores de las hembras son más brillantes en el vientre y en la aleta dorsal. Las hembras además portan una mancha oscura con tonalidades azules en el centro de la aleta dorsal y otra cercana al opérculo.
Asociación
Mantener junto a otros cíclidos de carácter sociable y de natación activa de suficiente tamaño para no ser devorados. Iniciar su cuidado en un grupo formado por varios especimenes jóvenes. Una vez se forme una pareja se debe retirar al resto de congéneres, de lo contrario existen muchas posibilidades de que el macho dominante los cause heridas de importancia o la muerte a todos ellos. El acuario habrá de ser lo suficientemente grande puesto que establecen un gran territorio, en el cual no permitirán la entrada a los otros peces por muy grandes que sean. Si no hay suficiente espacio conviene dejarlos solos debido a que el cuidado de la prole la realizan de forma intensiva y muy violenta.
Reproducción
Frezador en espacios abiertos que realiza puestas de hasta 500 huevos sobre piedras o troncos. La puesta es vigilada con fiereza por los progenitores. Dependiendo de la temperatura las larvas eclosionan a los dos días y durante un periodo de unas 48 horas se mantendrán ocultos en alguna oquedad cercana al lugar del nacimiento.
Una vez consumidas las reservas con las que nacen la hembra los guiará en un denso cardumen en busca de alimento. No se alejará en exceso del refugio. Los cuidados de la prole se alargarán por un periodo superior al mes, durante el cual el macho se expondrá a cualquier peligro mientras el grupo de crías y la hembra se ponen a cubierto.
Cualquier objeto incluyendo la mano del acuarista serán objeto de los ataques desesperados del macho. No conviene retirarles todas las crías a la pareja demasiado pronto, puesto que el macho puede forzar a la hembra a volver a reproducirse y puede matarla ante la imposibilidad de ejecutar una nueva puesta.
