Cinco en una vaina

Cinco en una vaina
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Cinco en una vaina. Cuento escrito por Hans Christian Andersen, El cuento Cinco en una vaina es el n.º 26 de la colección de Andersen.

Trama

Cinco guisantes estaban encerrados en una vaina, y como ellos eran verdes y la vaina era verde también, creían que el mundo entero era verde. Por fuera lucía el sol y calentaba la vaina, mientras la lluvia la limpiaba y volvía transparente. El interior era tibio y confortable, había claridad de día y oscuridad de noche, tal y como debe ser; y los guisantes, en la vaina, iban creciendo y se entregaban a sus reflexiones, pues en algo debían ocuparse .Ellos estaban ansiosos por salir de la vaina y ver el mundo .Me gustaría saber quién de nosotros llegará más lejos —dijo el menor de los cinco—. No tardaremos en saberlo. —Será lo que haya de ser —contestó el mayor. un día sintieron un tirón en la vaina; había sido arrancada por las manos de alguien, y, junto con otras, vino a encontrarse en el bolsillo de una chaqueta. ¡Zas!, estalló la vaina y los cinco guisantes salieron rodando a la luz del sol. Estaban en una mano infantil; un chiquillo los sujetaba fuertemente, y decía que estaban como hechos a medida para su cerbatana. El niño metió la mano en su chaqueta y sacó el primero y sopló . ¡Heme aquí volando por el vasto mundo! ¡Alcánzame, si puedes! —y salió disparado. Así sucesivamente fueron lanzados cada uno de ellos. El último por su parte opinó ¡Será lo que haya de ser! Pronto cada uno llego a su destino el primero . Pues verás: Aquel que salió volando por el amplio mundo, diciendo: «¡Alcánzame si puedes!», cayó en el canalón del tejado y fue a parar al buche de una paloma. Los dos perezosos tuvieron la misma suerte; fueron también pasto de las palomas, con lo cual no dejaron de dar un cierto rendimiento positivo. En cuanto al cuarto, el que pretendía volar hasta el Sol, fue a caer al vertedero, y allí estuvo días y semanas en el agua sucia, donde se hinchó horriblemente. ¡Cómo engordo! —exclamaba satisfecho—. Acabaré por reventar, que es todo lo que puede hacer un guisante. Soy el más notable de los cinco que crecimos en la misma vaina. Y el vertedero dio su beneplácito a aquella opinión. Mejor suerte tuvo el último fue a caer cerca de una ventana de una niña enferma, llego la primavera y el guisante comenzó a crecer en la rendija de la ventana de cristal y la madre y la hija estaban felices al verlo crecer y florecer. Expresó la niña El guisante crece a las mil maravillas, y también yo saldré adelante y me repondré al calor del sol. Dios mío, hasta flores echa! —exclamó la madre una mañana y le entró entonces la esperanza en la casa de las dos ¡Dios misericordioso la plantó y la hizo crecer para darte esperanza y alegría, hijita! — dijo la madre, radiante, sonriendo a la flor como si fuese un ángel bueno, enviado por Dios.

Publicación

El cuento Cinco en una vaina fue publicado por Andersen en sus cuentos de hadas. Cuentos que fueron cada vez más famosos y leídos. Fue publicado por primera vez en 1838 por C.A. Reitzel en Copenhague en la colección “Cuentos de hadas contados para niños”. Nueva colección. Primer tomo. 1838. (Eventyr, fortalte for Børn. Ny Samling. Første Hefte. 1838). Fue reeditado nuevamente en 1849 en Cuentos de hadas. 1850 (Eventyr. 1850) y de nuevo el 15 de diciembre de 1862 en la colección “Cuentos e historias de hadas”. Primer tomo. 1862. (Eventyr og Historier. Første Bind. 1862).

Fuentes