Combates de El Rosario

Combates de El Rosario
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Combates con tropas españolas por fuerzas al mando de Antonio Maceo.
Fecha:30 de agosto, 9 de noviembre y 18 de noviembre de 1896


Combates de El Rosario. El 30 de agosto de 1896, las fuerzas del Ejército Libertador, bajo el mando superior del lugarteniente general Antonio Maceo, fueron atacadas en este lugar por una guerrilla y efectivos de dos fuertes españoles. El 9 de noviembre de 1896, fuerzas del Cuartel general del 6 Cuerpo del Ejército Libertador, bajo el mando del lugarteniente general Antonio Maceo, combatieron en estas alturas contra una columna española. El 18 de noviembre de 1896, en este sitio fue atacado un campamento mambí por fuerzas del Batallón de San Quintín, bajo el mando del Comandante Cirujeda, y la llamada Guerrilla de Peral.

Localización

El Rosario, en esa época solo un caserío y hoy una pequeña comunidad, se encuentra cerca de Puerto Esperanza, en la costa norte de la provincia de Pinar del Río, a unos 35 km al norte de la capital provincial. Por este lugar se iniciaba la llamada trocha de Viñales, hecha por los españoles para frenar el paso de los mambises hacia el extremo occidental.

La sierra del Rosario pertenece a la cordillera de Guaniguanico, la más oriental de las sierras de esta cordillera, y que se encuentra en los municipios de Bahía Honda, Candelaria, San Cristóbal, Los Palacios y La Palma, con una longitud de 67 km. La altura máxima es de 699 m (Pan de Guajaibón). Constituye la mayor elevación del occidente del país.

Contextos

Antonio Maceo había completado exitosamente su invasión de Oriente a Occidente, llegando hasta Mantua el 22 de enero de 1896. Siempre combatiendo, regresó a La Habana el 12 de febrero y realizó diversas acciones combativas en la zona y en territorio matancero, encontrándose nuevamente con Máximo Gómez. Después de atacar a Batabanó, en La Habana, cruzó la trocha de Mariel a Majana, el 15 de marzo de 1896, para dar comienzo a su segunda campaña en la provincia pinareña y dirigirse a la zona noroccidental para esperar la expedición de Rius Rivera, en la que también venía Panchito Gómez Toro. El general de brigada Francisco Leyte-Vidal Inarra (1851-1928) desembarcó el 23 de junio de 1896 por playa Las Canas, Pinar del Río, al frente de la expedición del tercer viaje del vapor Three Friends. El 19 de julio fue su encuentro con Maceo, a quien entregó la carga. Este le reconoció el grado de coronel. El 25 de agosto inició junto a Maceo la marcha hacia el extremo occidental de la provincia de Pinar del Río en busca de la expedición del entonces general de brigada Rius Rivera. A Leyte le correspondió mandar la retaguardia de la columna. Cinco días más tarde resultó gravemente herido en el pecho cuando combatía en la trocha de Viñales.

Desarrollo

Primer combate. El 30 de agosto de 1896 las fuerzas del Ejército Libertador, bajo el mando superior del lugarteniente general Antonio Maceo, cruzaban por El Rosario atravesando la llamada trocha de Viñales, entre dos fuertes recién construidos cuando la retaguardia de la columna insurrecta, integrada por el Estado Mayor y fuerzas del Regimiento Moncada, fue atacada con fuego cerrado por una guerrilla española y por el personal de los fuertes.

Los mambises continuaron su marcha bajo el fuego enemigo y respondiendo al mismo. Durante la acción tuvieron cuatro heridos, entre ellos, grave, el coronel Francisco Leyte Vidal, quien tardó meses en sanar. No se conoce si hubo bajas en las tropas enemigas.

Segundo combate. El 9 de noviembre de 1896, fuerzas del Cuartel General del 6to Cuerpo del Ejército Libertador, bajo el mando del lugarteniente general Antonio Maceo, combatieron en las alturas de El Rosario, al oeste de Cabañas, contra una columna dirigida por el general Echagüe, la cual constituía la vanguardia de la fuerte agrupación que bajo el mando del capitán general Valeriano Weyler realizaba una ofensiva general contra las posiciones cubanas en esa zona.

El jefe cubano desplegó una línea de tiradores detrás de unos sembrados, en dirección al camino de Cayajabos, por donde debía avanzar la tropa española, que había salido de Artemisa. El centro de la columna española se adelantó a las restantes fuerzas y arremetió contra los tiradores cubanos, al tiempo que el resto se desplegaba en ambos flancos para tratar de rodearlos. Desde la altura de La Madama acudió el brigadier Rius Rivera, con su escolta y una compañía de infantería bajo el mando del coronel Vidal Ducasse, elevando así el total de cubanos a unos 230 hombres.

Se resistió la acometida española sin permitir su avance. En esos momentos, en la dirección de Manuelita comenzaba a Divisarse el grueso de la agrupación enemiga bajo el mando directo de Weyler. El teniente coronel Carlos González Clavel, ayudante de Maceo, con un certero disparo de fusil hirió a Echagüe en una pierna. Este suceso, unido a la caída de la noche, detuvo completamente el avance español y puso fin al combate.

La columna hispana se unió al grueso de sus fuerzas, que establecieron el campamento en el lugar y los cubanos se mantuvieron en las posiciones que ocupaban en las alturas del Rosario. En el parte oficial de Weyler sobre este combate se reconoció que sus bajas sumaron 67, entre muertos y heridos. Los cubanos tuvieron ocho bajas.

Tercer combate. El 18 de noviembre de 1896, en las alturas de El Rosario, a unos 18 km al sureste de Artemisa, fue atacado un campamento mambí por fuerzas del Batallón de San Quintín, bajo el mando del Comandante Cirujeda, y la llamada Guerrilla de Peral. Los cubanos tuvieron que abandonar el lugar.

Fuentes

  • Arcadio Ríos. Hechos y personajes de la Historia de Cuba. Recopilación Bibliográfica. La Habana, 2015. 320 p.
  • Diccionario enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Tomo II. Acciones combativas. Centro de Estudios Militares de las FAR, 2006.
  • Dolores Bessy Ojeda. Francisco Leyte Vidal. Santiago de Cuba, 1988. Pág. 98.
  • José Luciano Franco. Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida, 3 t., La Habana, 1973. Tomo III. Págs. 268; 331-333.
  • José Miró Argenter. Crónicas de la guerra, 2 t., La Habana, 1981. Tomo II. Págs. 524-525.
  • Manuel Piedra Martell. Mis primeros 30 años, La Habana, 1979. Págs. 384-385.
  • Francisco Pérez Guzmán. La guerra en La Habana, La Habana, 1974. Pág. 77.