Conferencia Internacional Monetaria Americana

Conferencia Internacional Monetaria Americana
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Fecha:1981
Lugar:Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos
País(es) involucrado(s)
Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos Bandera de Inglaterra Inglaterra Bandera de Francia Francia Bandera de Uruguay Uruguay
Organizaciones involucradas:
Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos

Conferencia Internacional Monetaria Americana. Convocada por los Estados Unidos en 1981, con el fin de lograr un acuerdo para la adopción de una moneda común de plata de uso forzoso en las transacciones comerciales de todos los Estados de América y promover una reunión internacional en Londres o París, dirigida claramente a presionar a Europa -con todo el peso de Latinoamérica- para reinstaurar el bimetalismo en el sistema monetario mundial.

Argumentos

Más allá de las divergencias técnicas que prevalecían en los Estados Unidos sobre las ventajas y desventajas del patrón oro o bimetalismo los verdaderos designios imperiales de ese país fueron expresados con palabras cortas y bruscas en los debates de la conferencia por uno de sus delegados en este evento, el exsenador Nathaniel P. Hill, según narra nuestro Apóstol José Martí en carta a Gonzalo de Quesada de fecha 11 de febrero de 1891. Relata a Martí:

El Hill, atufado insiste:...que vendrá el día en que los Estados Unidos sean bastantes fuertes para imponer al mundo su moneda de plata. La vocasión hegemónica de Hill-quien al menos aspiraba a que la moneda imperial tuviese un sustento metálico-, quedaría minimizada años más tarde por las desiciones del presidente Richard Nixon, que en virtud únicamente de su poder imperial, logró imponer al mundo un signo monetario de papel sin ningún valor antrínseco.

Para los cubanos, esta reunión tiene un gran interés histórico, en tanto José Martí, en su condición de cónsul de Uruguay, fue uno de los participantes. Al final, fue precisamente Martí el encargado de presentar el informe redactado por encargo de la conferencia y leerlo en sus versiones en inglés y español el día 30 de marzo. El documento concluye con una negativa a la monetización de la plata-aunque planteada diplomáticamente -, al expresar que reconociendo plenamente la gran conveniencia e importancia que vendría al comercio de la creación de una moneda o monedas internacionales, no se cree por ahora oportuno recomendarla, vista la actitud de algunos de los grandes poderes comerciales de Europa hacia la plata, como uno de los metales en curso, y los diversos tipos de relación establecidos entre el oro y la plata por los varios países representados en la Comisión:

Si los países de Hispanoamérica venden, principalmente, cuando no exclusivamente, sus frutos en Europa, reciben de Europa empréstitos y créditos, ¿que convenciencia puede haber en entrar, por un sistema que quiere violentar al europeo, en un sistema de moneda que no se recibiría, o se recibiría depreciada, en Europa? Si el obstáculo mayor para la elevación de la plata y su relación fija con el oro es el temor es el temor de la producción excesiva y su valor ficticio en Estados Unidos ¿qué conveniencia puede haber,ni para los países de Hispanoamérica que produce plata plata ni para Estados Unidos mismo, en una moneda que asegure mayor imperio y circulación a la plata en Estados Unidos?.

Desición final

Finalmente este país adoptó el patrón oro en 1900, en momentos en que las principales economías del mundo operaban ya en este sistema

Fuentes