Costa de la Luz (España)
Costa de la Luz (España) | |
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| Costa de la Luz.jpg | |
| Entidad | Región |
| • País |  España |
| Subdivisiones | Cádiz |
La Costa de la Luz, diferencia de las costas mediterráneas españolas, está prácticamente virgen y poco explotada por la llegada de turistas. Ofrece un verdadero estilo andaluz, tranquilidad e impresionantes entornos naturales, manteniendo el encanto y la cultura española, que brindan una cálida bienvenida. Su población exacta en la zona es difícil de calcular.
Su nombre se debe a la vivísima luz del sol, que resalta la pulcritud de las calles, el encalado de los muros, brillando en todas las estaciones y que se refleja de manera muy especial en sus claros e inmensos arenales y en sus rojos atardeceres en las dunas y el reflejo del mar.
Ubicación
La Costa de la Luz se encuentra en la Costa Atlántica andaluza que se extiende por las zonas costeras de las provincias de Huelva y Cádiz, desde la desembocadura del río Guadiana hasta Tarifa, y está bañada por el Océano Atlántico. Está conformada por la costa española del golfo de Cádiz y transcurre desde la frontera de Portugal en Huelva. Los principales aeropuertos internacionales son los de Jeréz y Sevilla al norte, y Gibraltar al Este.
Historia
En varias de las localidades de la Costa de la Luz, se encuentran numerosos vestigios de una larga historia. Comenzando en la prehistoria, pasando por las más antiguas civilizaciones, (como tartesos, fenicios, griegos y romanos) y continuando con la dominación musulmana, la reconquista y el descubrimiento de América.
La rica historia de esta costa data desde las ruinas bien conservadas de una pequeña ciudad romana; Cabo de Trafalgar, donde, en 1805, a la vista de esta colina, el almirante inglés, Horacio Nelson, derrotó a una flota combinada de franceses y españoles.
Todos fueron periodos históricos en que estas tierras fueron codiciadas y disputadas, debido a su situación estratégica y a su excepcional riqueza en recursos naturales. A lo largo del siglo XX la Costa de la Luz ha evolucionado de un lugar agrícola a abrirse al mundo mediante el turismo de masas desde los años 1960, consolidando un notable desarrollo económico y urbanístico.
Espacios naturales protegidos
La Costa de la Luz hoy día, se mantiene siendo un verdadero paraíso de gran riqueza natural, tal vez por haberse conservado libre de los grandes grupos de turistas durante muchos años, y por gozar de numerosos espacios naturales protegidos, entre los que se encuentra el Parque Nacional de Doñana, la más importante Reserva Biológica de España , donde especies amenazadas, como el águila imperial ibérica y el lince ibérico, pueden ser vistos ocasionalmente.
También destaca la bahía de Cádiz, acantilado y marismas de Barbate, los acantilados costeros de La Breña, los extensos humedales en las desembocaduras de los ríos Tinto y del Odiel, donde abundan las aves acuáticas y, en temporada, otras aves migratorias, incluidas las cigüeñas y los flamencos. Además se encuentran las marismas del río Piedras y Flecha del Rompido, laguna de El Portil, marismas de Isla Cristina, etc, así como destinos importantes para el turismo cultural, como Baelo Claudia, o los lugares colombinos como el monasterio de La Rábida, Palos de la Frontera y Moguer.
Estas variadas reservas naturales de primera calidad presentan una rica variedad de fauna silvestre, algunas de ellas únicas en la zona, así como, plantas autóctonas, escoltadas en algunas ocasiones por pinares. El crecimiento urbanístico de algunas zonas del litoral, ha dejado beneficios económicos, pero también incidentes y agresiones medioambientales.
Playas
El principal atractivo de la Costa de la Luz son sus playas. Extendiéndose 300 km a lo largo de la costa Atlántica. Estas son amplias, con aguas limpias, a menudo muy tranquilas, con poderosas e interminables dunas con la arena más fina e infinita y clara de la península. Muchas de ellas están situadas en entornos vírgenes y serenos.
Otras más animadas, están equipadas con complejos hoteleros de primera, puertos deportivos, campos de golf y gozan de una buena oferta de ocio. Los veranos pueden ser calurosos, pero la brisa del Atlántico refresca también.
