Costillo Templario de Ponferrada

Castillo Templario de Ponferrada
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Obra Arquitectónica  |  (Castillo)
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Construido por la Orden del Temple
Descripción
Tipo:Castillo
Localización:Situado en Ponferrada, Bandera de España España

Castillo Templario de Ponferrada . Construcción arquitectónica protegido desde su declaración como Monumento Nacional.


Costillo Templario de Ponferrada

El Castillo de los Templarios de Ponferrada es una construcción soberbia. Acoge la Biblioteca Templaria y Centro de Investigación y Estudios Históricos de Ponferrada, con cerca de 1.400 libros entre los que se incluyen facsímiles de obras de Leonardo Da Vinci. Es el mayor castillo del noroeste peninsular. Su historia se remonta a muchos siglos atrás y su amplia restauración consiguió evitarle la ruina. Actualmente está protegido desde su declaración como Monumento Nacional.

Historia

En su origen fue un castro y, más tarde, una ciudadela romana. En 1196 Alfonso VIII de Castilla ataca el Bierzo, lo que obliga a Alfonso IX de León a reforzar su presencia en la zona y a que emprenda la puebla de la villa, organizada por el adelantado Fernán Fernández. En 1211 Alfonso IX hace las paces con la Orden del Temple y les dona la villa de Ponferrada. En 1226 los templarios ya habían fortificado la villa tomando posesión de la fortaleza reforzándola y ampliándola para servir como palacio habitable y como protección, al paso de los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela.

Al desaparecer los templarios de Castilla, el castillo pasó a la Corona, que lo cedió, primero, a Alvar Núñez Osorio (conde de Lemos), después a Pedro Fernández de Castro, que construyó el luego llamado Castillo Viejo, a Fadrique Enríquez (duque de Arjona) y a su hija Beatriz (condesa de Lemos). A la muerte de su marido en 1483, hubo enfrentamientos armados entre sus herederos que se disputaban la posesión de la fortaleza. Intervinieron los Reyes Católicos que, en 1486, retomaron la titularidad del castillo y nombraron alcaide a Juan de Torres, marqués de Villafranca. Aún en 1504 había obras, al acabarse la torre que se llamó de los Reyes Católicos.

En 1521, ante la guerra de las Comunidades en Castilla, la alta nobleza local pidió y obtuvo de Carlos I el envío de tropas reales para guarnecer el castillo y defender la ciudad. Hacia 1558, Juan de Torres compró el castillo a la Corona por 6 millones de maravedíes. Y pasando a unos tiempos de tranquilidad en el interior del reino, durante los siglos XVII y XVIII, la fortaleza tuvo una vida tranquila, sin novedades de importancia.

Tras la invasión pacífica de las tropas napoleónicas y declarada el 2 de mayo de 1808 la Guerra de la Independencia, los franceses ocuparon Ponferrada el 3 de enero de 1809. La Regencia del Reino, el órgano que gobernaba España en ausencia del rey Fernando VII, dio orden en 1811 de demoler las fortalezas españolas para evitar que los franceses se apoderaran de ellas. Por suerte, al castillo de Ponferrada sólo le volaron algunos muros.

A partir de entonces entró en un doloroso período de degradación. En 1840 era sólo un montón de escombros rodeados de murallas y, desde 1848, el Ayuntamiento utilizó sus piedras para edificar un mercado y unas caballerizas públicas, y también las vendía explotando los restos de la fortaleza como fuese una gran cantera.

Para remediar semejante desaguisado, en 1880 y en 1882, la Real Academia de Bellas Artes pidió al Ayuntamiento que pusiera fin a la destrucción del castillo, pero no hizo caso y puso en arriendo sus terrenos para el cultivo.

En 1923 se instalaba en su interior un campo de fútbol a costa de grandes destrozos que, en parte, se vieron frenados cuando fue declarado Monumento Nacional por Real Orden de 7 febrero de 1924.

Restauración

Con el objetivo de proteger esta joya del patrimonio histórico, a lo largo de los años se han llevado a cabo importantes tareas de excavación y restauración, y de reconstrucción de partes fundamentales, como el arco del puente de entrada y la rampa de acceso. Nuevas intervenciones se llevaron a cabo en campañas iniciadas en 1978 y 1982.

Conscientes de la enorme importancia patrimonial del castillo de Ponferrada, se decidió llevar a cabo una intervención global, que dio lugar a un plan director encargado por la Junta de Castilla y León que fue presentado en 1994. Tras su aprobación, en 1996 comenzaron las obras de reforzamiento general y se realizaron más excavaciones arqueológicas, lo que supuso el cierre de castillo al público.

En 1997 pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Ponferrada con el compromiso de restaurarlo y mantenerlo; fueron derribadas las casas adosadas a sus muros, recibió alumbrado, se hicieron nuevos trabajos de consolidación y las caballerizas adosadas a la parte sudeste fueron reconvertidas en oficinas de turismo. El castillo fue de nuevo abierto al público en 1998.

Arquitectura

El castillo tiene forma de pentágono alargado muy irregular. Su eje mayor, casi en dirección norte-sur, mide 165 metros y su anchura llega casi a los 100 metros. Ocupa una superficie de 8.000 metros cuadrados, con una amplia muralla que cierra su perímetro. Es uno de los mayores castillos españoles.

Castillo Templario

La portada principal, de mampostería, está compuesta por dos torreones que flanquean un amplio arco de medio punto. Tras este arco se alzaban las puertas de acceso al patio en el que, a la izquierda, se sitúa la torre del homenaje, desde la que se accede a la patio de armas, hoy cubierto de escombros. Tuvo un foso por el norte, el este y el sur, mientras que por el oeste tenía la protección del río Sil. En su construcción se utilizaron todo tipo de elementos: granito, pizarra, cantos rodados, otros tipos de piedras y barro.

Al castillo se accede por un puente de piedra construido donde estuvo el puente levadizo. Dentro de las murallas se conservan las estructuras del Castillo Viejo al norte, junto con vestigios de otras edificaciones en el resto del terreno, que conforma el Castillo Nuevo.

Galeria

Fuentes