Cueva García Robiou

Cueva García Robiou
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UbicaciónMayabeque, Bandera de Cuba Cuba

Cueva García Robiou. Cueva de gran significación, como exponente del arte rupestre. En ella se encuentran dibujos aborígenes de estilo geométrico lineal donde pueden reconocerse animales como ranas y peces. Está situada en la provincia de Mayabeque, en el municipio de Güines, específicamente en la loma de Diago, que pertenece al grupo orográfico bejucal-Madruga-Limonar. Esta declarada Monumento Local desde 1989.

Situación

La cueva García Robiou se localiza a 4 km al sureste del pueblo de Catalina de Güines, en la antigua finca Diago, en el municipio de Güines, provincia Mayabeque. Aproximadamente a los 22° 54´ de latitud norte y a los 81° 57´30´´ de longitud occidental.

Geográficamente se abre en la cima de la loma de Diago, a una altitud de 140 metros sobre el nivel del mar. Esta elevación pertenece al grupo orográfico conocido por Bejucal-Madruga-Limonar.

Sus límites son: norte Catalina de Güines; sur Güines; este carretera El Cangre; oeste carretera Catalina-Güines.

Descripción

En 1943, cuando Antonio Núñez Jiménez la explora por primera vez junto con los doctores René Herrera Fritot y Osvaldo Morales Patiño, se le llamaba a esta cavidad Cueva de Diago, por encontrarse en la finca de igual denominación. La existencia de dos cuevas en la misma zona, hizo que se le distinguiera con el nombre de Cueva Grande de Diago, de la Cueva Pequeña de Diago, y con dicho nombre figuró en los archivos de la Sociedad Espeleológica de Cuba, fundada el 15 de enero de 1940. Posteriormente se le llamó Cueva García Robiou en homenaje al arqueólogo cubano.

La cueva tiene su boca abierta en el techo, junto a la inclinada pared sur, desde la que se observa un impresionante salón hacia abajo, de techo bastante plano, donde se ven sus estratos calcáreos.

El espesor del techo es de solo 2.20 m y está perforado por cinco huecos o claraboyas (chimeneas) que en su interior se presentan campaniformes.

La boca de la cueva tiene una altura de 6.50 m y su anchura es de 8m.

El fondo de la cueva está, en total, a 19.27 m de profundidad bajo el nivel de la superficie. Si se suma el largo total de todos sus salones, la cueva mide 197 m.

En el Salón del Sol (localizado desde la boca abierta hacia el interior rumbo N.NE (338°) y distancia de 38 m) se observan grandes columnas, algunas con una altura de 10 m aproximadamente, formadas por la unión de gruesas estalagmitas y estalactitas.

En el Salón de las Pinturas se ven unas curiosas columnas como de 2.6 m de altura, muy próximas unas de las otras. El fuste de estas columnas no es regular y presentan varias fracturas que las cortan en varios segmentos. Junto al plano de las fracturas presentan salientes como discos dobles y paralelos, parecidos a las llamadas paletas: dos planos calcáreos casi siempre circulares, llamados así por su semejanza con la paleta de los pintores, que cuelgan de los techos y paredes de algunas cavernas.

Este fenómeno de columnas fracturadas con salientes laterales en forma de discos se repite en la pared sur del sexto salón. Adosada a la pared sobresalen paletas típicas, de las que cuelgan cortinajes estalactíticos. La parte que forma la paleta, está constituida por dos discos de calcita a los que se les ve, a trasluz, una estructura de bandas casi circulares que demuestran que debe su origen al correr de las aguas carbonatadas. En este mismo salón se observan estalagmitas con el tope o cima ahuecados.

En el piso de la entrada del salón quinto pueden verse dos huecos circulares llenos de agua abiertos en la roca del suelo cuyo origen se debe a la acción disolvente de las aguas aciduladas que caen del techo.

Origen

La cueva García Robiou debe su origen fundamentalmente a la acción de la disolución de las aguas freáticas, y no por aguas corrientes o de gran influencia subterránea. Así parece demostrarlo el plano de los salones, de formas lobuladas, casi circulares, donde no se forman los típicos túneles originados por los ríos subterráneos o las aguas vadosas.

La cueva se formó más a través de los planos de contactos estratigráficos que a lo largo de las diaclasas. Debe haber pasado por los siguientes episodios:

1. Inundada de aguas freáticas.

2. Al descender el nivel freático los salones quedaron desaguados.

3. Los materiales indisolubles de la masa caliza disuelta formaron en el piso de la cueva desaguada un grueso depósito de tierra roja que todavía se observa en algunos salones aparte de los arrastres procedentes del exterior.

4. La cueva, después de desaguada, se adornó de formaciones secundarias: estalactitas, estalagmitas, columnas, etc.

5. La excesiva ampliación de algunas bóvedas subterráneas como las de los salones del Sol y de los Musgos Verdes produjeron desplomes que las comunicaron con el exterior a través de amplios boquetes.

6. La erosión-disolución desde la superficie ahondó las depresiones del terreno y abrió algunos boquetes que se ven en el techo del Salón del Sol, algunos de los cuales se originaron también del interior hacia el exterior (chimeneas y campanas).

Posible uso de la cueva

Se cree que la cueva puedo haber tenido un uso calendárico-solar para los aborígenes cubanos. El impresionante juego de rayos solares y de sombra que puede observarse en ella debió a impresionar la mente primitiva de los aborígenes que la utilizaron como templo o para ritos de magia. Es posible incluso que la cueva sirviese de una especie de calendario estacional porque la posición de los brillantes rayos solares al filtrarse por las redondas claraboyas del techo inciden en determinados lugares de la gruta y esta incidencia, observada año tras año por los aborígenes, pudo asociarse con ciertas épocas del año y sus características: temporada de lluvia, tiempo de sequía y otros aconteceres de importancia para su precaria agricultura y los ritos que a ellas debían estas asociados.

Pictografías aborígenes

En la cueva existen 17 pictografías o grupos de estas.

Pictografía 1: Situada al comienzo de la pared oriental del Salón del Sol, representa un cuadrilátero, de color negro, de lados desiguales, el más largo de los cuales tiene 11.5 cm y el menor 7 cm. En su interior tiene dos líneas cruzadas que nacen de los vértices del trapecio. A la derecha y arriba de esta figura, se encuentra otra en forma de cuadrilátero también, del mismo color, que presenta dos rectas en su interior, las cuales forman un ángulo cuyo vértice descansa sobre la línea inferior del cuadrilátero.

Pictografía 2: De color negro y trazos similares a la anterior. La figura está borrosa, solo se destacan varios ángulos coincidentes en un centro.

Pictografía 3: Es un conjunto de figuras pintadas en negro, casi borradas por el tiempo. La más visible es un cuadrilátero cuyo lado mayor mide 16 cm y el menor 13. En su interior se encuentran cinco rayas paralelas casi horizontales. Alrededor de esta figura pueden verse otras: una formada por rombos y triángulos, otra que consiste en tres ángulos superpuestos, otra que representa un rombo, con dos de sus lados que forman un ángulo opuesto que se cierra en triángulo con una recta.

Pictografía 4: Es un conjunto de color negro, algo borroso, formado por dos figuras, una que semeja un círculo cruzado por tres rayas paralelas e inclinadas y otra que representa un cuadrilátero cruzado en su interior por cuatro rayas cruzadas a su vez por otra.

Pictografía 5: Es un conjunto de cuatro dibujos, algunos un tanto borrosos, de color negro, que cubre una distancia de 80 cm. De izquierda a derecha se observa una figura en forma de ¨escudo¨; un cuadrilátero que presenta en su interior una cruz en aspa y en cada una de las cuatro partes aparecen sendas figuras angulares cuyos lados tocan en los lados del cuadrilátero; cinco líneas curvas y paralelas que pueden ser restos de círculos concéntricos en cuyo centro aparece, desdibujada, una cruz griega y otra pictografía en forma de cuadrilátero, cruzada en su interior por una cruz en aspa.

Pictografía 6: Está situada en la pared oriental del túnel que conduce al Salón de la Rana. Es un interesante conjunto de cinco figuras geométricas pintadas en negro. De izquierda a derecha aparecen un cuadrilátero con siete rayas paralelas a su lado más corto, que mide 9 cm; dos triángulos que descansan sobre una línea base, de 14 cm de largo; una figura romboidal en cuyo interior aparecen líneas que se cruzan; dos semicírculos concéntricos y un cuadrilátero irregular adornado interiormente por figuras angulares.

Pictografía 7: En la pared su del Salón de la Rana se localizan nítidas pictografías bien diferentes en el estilo y en el tipo de pintura de las anteriores. La primera está dibujada sobre un hueco natural de la caliza, que parece que formó parte del dibujo. El dibujo semeja un rostro, cuya boca fuera el propio hueco natural, sobre el cual aparecen pintados un arco doble que pudiera representar la nariz, sobre este arco dos círculos, que pudieran ser lo ojos, y en lo que correspondería a la frente hay un semicírculo del cual penden dos figuras angulares (¿una diadema?).

Pictografía 8: Parece corresponder a la figura de una rana, dibujada en negro, como con carbón, cuyo cuerpo está representado por una formación secundaria natural, por una especie de estalactita parietal adosada a la pared, lo que indica que el aborigen utilizó un elemento de la naturaleza para complementarlo con sus trazos artificiales. Esta representación zoomórfica posee cuatro extremidades, las dos delanteras proyectadas hacia delante, dobladas cada una como formando brazos acodados en ángulo recto. En cada uno de los antebrazos posee dos círculos a tinta llena que semejan adornos. Las manos presentan palmas y cinco largos dedos. La cabeza triangular presenta como orejas. En la parte inferior presenta dos patas no acodadas, sino estiradas, como si la rana estuviese saltando. También estas dos extremidades presentan dos círculos a tinta llena parecidos a los de las extremidades anteriores. Entre las patas posteriores se distingue una línea más ancha que los demás trazos de 15 cm de largo que parece una representación fálica.

Pictografía 9: Figura formada por cuatro líneas paralelas, a su vez cruzadas por siete líneas verticales que formas como una red. El color es negro.

Pictografía 10: Es una gran pictografía de color negro cuya parte superior semeja un triángulo doble colocado sobre una figura irregular que pudiera representar el dibujo complicado y esquemático de una rana.

Pictografía 11. También de color negro, parece representar la gran cabeza de un pez, donde parecen observarse la boca, el ojo circular (representado por un hueco natural de la roca), así como las agallas.

Pictografía 12. Representa un rostro humano formado por cuatro líneas negras que forman como un cuadrado (cabeza). Hacia la parte superior derecha aparece dibujada una gran oreja y a su lado, en la parte interna de la cara, un círculo en cuyo centro aparece un agujero natural de la roca que es el ojo derecho. La ¨boca¨ está representada también por un hueco natural.

Pictografía 13. Es un conjunto pictográfico lineal, de color negro, situado en el techo del Salón de la Rana, del cual se destacan dos líneas paralelas entre las cuales aparecen varias líneas cruzadas oblicuamente.

Pictografía 14.Corresponde a un dibujo de color negro, de un trazo fino, formado por dos semicírculos, uno dentro del otro, el de la derecha cóncavo, el de la izquierda, convexo. Este último presenta una prolongación en un semicírculo menor algo borroso.

Pictografía 15. Está situada en el pared suroeste del Salón de la Rana. Es un gran conjunto pictográfico o mural que mide 2 m de ancho por 1 m de alto. A la izquierda presenta incontables figuras circulares y curvas pintadas en rojo, a la derecha aparecen rarísimas figuras lineales que semejan columnas con elaborados dibujos internos, es decir, en su conjunto son líneas paralelas en cuyos interiores hay complicadas figuras rectas, curvas, etc. Lucen también como fustes de alargados tambores y el de la extrema superior derecha parece representar un rostro de complicadas líneas. Este está enmarcado entre dos formaciones estalactíticas parietales. Una de estas figuras columnares, de base más ancha que el resto de la figura, presenta dos cruces griegas.

Pictografía 16. Esta y la 17 se encuentran pintadas sobre una especie de alero rocoso en la pared norte del primer salón de la cueva. Para pintarlas, el aborigen debe haberse subido sobre este alero. La 16 representa tres rombos concéntricos. En el rombo más interno aparece un círculo de cuya parte inferior parte una figura angular que descansa sus extremos inferiores en la base de este último rombo. A la izquierda se ven restos de otra figura geométrica, de un triángulo triple y figuras cuadradas y triangulares.

Pictografía 17. Se trata de un conjunto pictográfico de 3 figuras. A la izquierda aparece una mancha roja semejante a una media luna a tinta llena, borrosa, de 25 cm de ancho. Al lado de esta aparece una de las pictografías más interesantes de la cueva cuyo conjunto da la impresión en el observador de tratarse de una figura femenina formada por un círculo de color rojo en cuyo interior aparece un redondel de color negro a tinta llena que cubre casi toda la parte interna del círculo, en cuya parte derecha superior hay un punto rojo que parece un ojo. Debajo, y como sosteniendo la figura anterior, aparece el ¨cuerpo¨ formado por una especie de trapecio o cuadrilátero en cuya parte interna presenta finísimos trazos negros que semejan ¨costillas¨ que forman como la ¨columna¨ de un cuerpo. Sobre la ¨cabeza¨ aparecen dos adornos formados por líneas y un semicírculo. La figura tiene 34 cm de alto por 17 cm de ancho. Debajo de esta pictografía aparece un cuadrilátero dividido en dos por una recta en que se combinan los colores negro y rojo. A la derecha de la ¨figura femenina¨ aparece un cuadrilátero de color rojo cruzado por una cruz en aspa que lo divide en cuatro sectores, en cada uno de los cuales aparece un triángulo que descansa en el referido cuadrilátero.

Fuentes

• Núñez Jiménez, Antonio. Cuevas y picotgrafías. Estudios espeleológicos y arqueológicos. Ed. Revolucionaria.