Cultivo in vitro

Cultivo in vitro
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Concepto:Diferentes técnicas de cultivo de material vegetal diverso, incluyendo a los protoplastos (células desprovistas de su pared celular), células, btejidos, órganos y plantas completas.

Cultivo in vitro. También llamado “cultivo de tejidos vegetales” involucra a diferentes técnicas de cultivo de material vegetal diverso, incluyendo a los protoplastos (células desprovistas de su pared celular), células, tejidos, órganos y plantas completas. Mediante éstas y otras técnicas de cultivo, es posible obtener plantas libres de microbios en un medio nutritivo aséptico (estéril) en condiciones ambientales controladas.

Historia

Las primeras experiencias relacionadas con el cultivo de tejidos vegetales se remontan a 1902, pero recién en 1922 se logró el primer experimento exitoso: la germinación in vitro de semillas de orquídeas.

Luego de la germinación, las plántulas obtenidas se transfirieron a un medio de cultivo en condiciones asépticas, y así se mantuvieron protegidas del ataque de patógenos (hongos, virus y bacterias).

Hoy esta técnica tiene numerosas aplicaciones:

  • Propagación masiva de plantas, especialmente para especies de difícil propagación por otros

métodos, o en vías de extinción

  • Clonación de individuos de características agronómicas muy deseables durante todo el año
  • Obtención de plantas libres de virus
  • Producción de semillas sintéticas
  • Conservación de germoplasma (conjunto de individuos que representan la variabilidad genética

de una población vegetal)

  • Obtención de metabolitos secundarios
  • Producción de nuevos híbridos
  • Mejora genética de plantas (incluyendo obtención de plantas transgénicas)
  • Germinación de semillas.
  • Producción de haploides.
  • Estudios fisiológicos diversos.

Ambiente in vitro

En los procedimientos de cultivo descritos hasta la década de los ochenta, no se hace ninguna referencia al control ambiental en el desarrollo de las plantas in vitro. Sin embargo, las tasas de crecimiento, desarrollo y muchas de las características fisiológicas y morfológicas de las plantas formadas in vitro están influenciadas por el ambiente físico, químico y gaseoso de los recipientes. El incremento de conocimientos acerca del control ambiental del cultivo de tejidos en condiciones estériles, está provocando una evolución de las distintas técnicas empleadas en la micropropagación de plantas.

El ambiente in vitro en recipientes con baja tasa de ventilación presenta unas tasas bajas de flujo de materia y energía, con mínimas variaciones de temperatura, elevada humedad relativa y grandes cambios diarios de la concentración de CO2 en el interior de los recipientes. El tipo de recipiente de cultivo (tamaño, forma, material y sistema de cierre) puede condicionar la evolución de la composición gaseosa en su interior durante el período de cultivo. Ante los distintos factores de estrés que tienen que soportar durante las fases de la micropropagación las plantas producidas en recipientes con nulo o escaso intercambio gaseoso, pueden manifestar alteraciones o déficit en cuanto a su estructura anatómica, morfológica y fisiológica.

Como consecuencia, estas plantas presentan un fenotipo incapaz de sobrevivir al transplante directo al invernadero o campo. Actualmente se pueden utilizar diferentes métodos para controlar el ambiente en las distintas fases de la micropropagación, ya sean cultivos heterótrofos, mixótrofos o autótrofos. La elección de la mejor estrategia va a depender de varios factores, destacando la especie, el número de transplantes requerido y la relación calidad precio entre otros.

Proceso

El cultivo in vitro consiste en tomar una porción de una planta (a la que se denominará explanto, como por ej. el ápice, una hoja o segmento de ella, segmento de tallo, meristema, embrión, nudo, semilla, antera, etc.) y colocarla en un medio nutritivo estéril (usualmente gelificado, semisólido) donde se regenerarán una o muchas plantas.

La formulación del medio cambia según se quiera obtener un tejido desdiferenciado (callo), crecer yemas y raíces, u obtener embriones somáticos para producir semillas artificiales.

El éxito en la propagación de una planta dependerá de la posibilidad de expresión de la potencialidad celular total, es decir, que algunas células recuperen su condición meristemática. A tal fin, debe inducirse primero la desdiferenciación y luego la rediferenciación celular. Un proceso de este tipo sucede durante la formación de las raíces adventicias en el enraizamiento de estacas, la formación de yemas adventicias, o cuando se busca la propagación de begonias, violeta africana (ver figura 1) o peperonias mediante porciones de hojas. Uno de los factores más importantes a tener en cuenta para lograr la respuesta morfogenética deseada es la composición del medio de cultivo.

No existen dudas que en todo intento de propagación vegetal, ya sea in vitro o in vivo, el carácter del proceso de diferenciación depende del genoma de la especie, y que está regulado por el balance hormonal propio y por el estado fisiológico del órgano, tejido o célula puesta en cultivo. Sin embargo, también se sabe que ese balance puede ser modificado por el agregado de compuestos que imiten la acción de las hormonas vegetales. Estos compuestos se denominan reguladores del crecimiento, y se emplean en los medios de cultivo para conseguir la micropropagación de una planta.

Fuentes

  • Revista de biotecnología vegetal. [1]. Artículo Fisiología del cultivo in vitro. Maria Jesús Cañal*, Roberto Rodríguez, Belén Fernández, Ricardo Sánchez-Tames y Juan Pedro Majada. *Autor para correspondencia. Lab. Fisiología Vegetal, Dpto B.O.S., C/ Catedrático Rodrígo Uría s/n 33071, Universidad de Oviedo, España.
  • PDF cultivos celulares y sus aplicaciones II (cultivos de células vegetales). Lic. María Eugenia Segretín INGEBI-CONICET - Dpto. FBMyC, FCEyN-UBA.