Deadwood

Deadwood
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Serie de televisión dramática estadounidense
Características Generales:
Creador de la historieta:David Milch
Género:Drama, Histórica y Westerm
Fecha de inicio:21 de marzo de 2004
Versión para televisión:
Director(a):David Milch (creador), Gregg Fienberg y Mark Tinker
Episodios:36
Compositor(a):[[]]

Deadwood. Serie creada, dirigida, escrita y producida por David Milch (Luck, Big Apple). Está protagonizada por Timothy Olyphant (Justified: la ley de Raylan) en el papel de Seth Bullock y Ian McShane (Lovejoy) como Al Swearengen.

Sinopsis

La serie nos relata la historia de la ciudad homónima del Estado de Montana durante el siglo XIX. El pueblo de Deadwood, existente en la realidad, aún hoy mantiene vivo el recuerdo de sus primeros colonos buscadores de oro.Ofrece una buena combinación de personajes reales, tramas noveladas y leyendas que narran las vivencias de una ciudad sin ley en un territorio robado. Deadwood presenta temas clásicos del género del western: tiroteos, ahorcamientos, juegos de azar, duelos, indios y colonos, nómadas buscadores de oro y las chicas del Salloon, y no se puede dejar de mencionar los míticos personajes sacados de la vida real como Wild Bill o Calamity Jane

Primera temporada

ciudad Emitida entre marzo de 2004 y agosto de 2006, en sus 36 episodios se hizo con 28 nominaciones a los Premios Emmy –de los que ganó 8- y con un Globo de Oro. Alabada por la crítica, contó con el apoyo necesario del público para continuar con una emisión que sin duda sería de las más costosas, tal es el realismo de su producción. Deadwood se encuentra a años luz de la concepción clásica americana del western y del romanticismo que impregnan a muchos de sus protagonistas. En el show de la HBO todo es suciedad y los buenos sentimientos brillan por su ausencia; es una ciudad sin ley, donde los asesinatos y las muertes sin explicación son cosa diaria; sus habitantes son malhablados, sucios y peligrosos; los buscadores de oro y los buscavidas malgastan su dinero en alcohol, tabaco, opio, putas y en el juego. Pero en el fondo, Deadwood es una ciudad de oportunidades. De ahí que cada vez reciba a más gente deseosa de labrarse un futuro. El propio Milch comentó en su momento que su idea era la de plasmar cómo la civilización va tomando forma partiendo del caos inicial. En este aspecto, Deadwood cumple sobremanera en su caracterización y en su realización, ya que uno no puede imaginarse una ciudad o pueblo más caótica que la mostrada en esta primera temporada –sobre todo en sus inicios, sin apenas edificios y con las calles siempre repletas de barro y mugre, donde se matan los unos a los otros casi sin impunidad y los cuerpos se hacen desaparecer arrojándolos a los cerdos-. Curiosamente, Milch quería situar su historia en la civilización romana, pero llegó tarde con su idea, ya que Roma estaba a punto de ser lanzada. Milch tuvo que situar su historia en un momento diferente y eligió los últimos momentos del Oeste americano en una de sus ciudades fronteras. Es fácil distinguir en esta primera temporada como la llegada progresiva de nuevos habitantes en busca de negocios va transformando la ciudad y las relaciones entre ellos mismos, que de una total indiferencia y soledad van organizándose poco a poco. Las luchas por el poder están a la vuelta de la esquina, así como la total y legal unión a los Estados Unidos de América. Pero eso está por verse en posteriores capítulos.

Segunda temporada

Han transcurrido unos meses desde que el poblado de Deadwood empezara a sonar como posible nueva anexión del territorio de Dakota. Son muchas las personas que han decidido instalarse en esta ciudad fronteriza donde lo más importante son las concesiones mineras que van apareciendo a su alrededor. Eso no quiere decir que todos los recién llegados codicien el oro de las minas que existen en este lugar apartado del oeste americano, también residen proxenetas y asesinos al lado de comerciantes honrados; dueños de establecimientos donde se bebe y se juega; empresarios hoteleros y demás profesiones típicas de cualquier ciudad, como un médico o un periodista. Lo único que le faltaba era un sheriff que se ocupara de mantener el orden en Deadwood y eso es algo que acaba de conseguir. La segunda tanda de episodios de Deadwood comienza con un trepidante capítulo doble cuya parte central es el enfrentamiento físico y psicológico entre Al Swearengen y Seth Bullock, el nuevo sheriff –aunque tenga que dejar su placa de lado para tales negocios-. Aunque ambos antagonistas habían conseguido llegar a un acuerdo entre ellos al finalizar la anterior temporada, un comentario jocoso del primero hacia el segundo, mofándose de su relación con la viuda Garret –que lo nombró su representante legal y defensor de sus intereses, en especial de la explotación de su rica concesión minera-. Bullock no es de los que aguantan mofas –en realidad se siente algo culpable porque en realidad está casado con la viuda de su hermano. Cuando éste murió Bullock se hizo cargo de su esposa y de su sobrino, al que adoptó como propio-. La paliza que le da el sheriff al dueño de La Gema es antológica y sólo le salva la intervención de sus secuaces, que dejan a Bullock bastante malherido. Justo en el momento en que peligra su vida llega la diligencia a Deadwood, donde viajan su mujer y su hijo, acompañadas de unas nuevas prostitutas que van a establecerse al otro lado del campamento –ya serían el tercer grupo en el lugar-. La pelea entre ambos trae graves consecuencias: por un lado Bullock tendrá que cortar su relación con la señora Garret de raíz, por respeto a su esposa, con la que va a vivir en la casa que ha construido –el tío es un manitas increíble-. Poco a poco irá acostumbrándose a su nueva familia, ganándose la confianza de su hijo y el amor, o al menos el respeto, de su mujer. Por otro lado, Swearengen es el que ha recibido más y está para el arrastre. Para colmo se le diagnostica piedra en el riñón que le impide evacuar por lo que pasa varios capítulos en cama a punto de morir, pese a todos los cuidados del doctor y de sus secuaces. En los últimos capítulos donde se decide el destino final del pueblo son espectaculares, ya que esto apenas es una trama en segundo plano. La familia Bullock va a sufrir un mazazo sin igual que va a trastocar a toda la ciudad y la tensión que se vive en esos momentos es ideal. Durante muchos momentos el espectador que empátice con el sheriff estará deseando que éste desenfunde de una vez y se quede solo en el campamento, matando a todos a su alrededor. Claro que eso sólo ocurre en las películas y esto es una serie de HBO, real como la vida misma.

Tercera temporada

El final de Deadwood es tal y como lo esperabamos. Desde la primera escena, consigue que volvamos inmediatamente a su universo gracias, en gran parte, a la caligrafía tan personal de sus diálogos y al reencuentro con unos personajes a los que les tenemos mucho cariño (o desprecio, depende).En Deadwood han pasado diez años y se nota en los postes eléctricos, en la llegada del teléfono, el ferrocarril y la política nacional. También han pasado diez años en los personajes, que han madurado, prosperado o que regresan al pueblo, como nosotros. Sofía ha crecido como una jovencita sociable gracias a Alma, Bullock y Martha están comprometidos con su familia, Trixie y Seth están a punto de tener un hijo y Al está enfermo, porque tanto alcohol tenía que pasarle factura. Todo ha cambiado, pero sigue igual, y esa familiaridad era la que echábamos de menos. En realidad, gran parte de lo que la hizo grande, sigue siendo grande. Seguimos con los magníficos decorados, vestuario, ambientación y con unos personajes de carisma sucio y valiente sin caer en un tópico heroico vacío y mil veces glorificado —aunque en la primera temporada hubo un poquillo de esto, personificado en Wild Bill—, algo discutible, tal vez, en el caso de Montana, quien, a su manera, es un paladín entregado al desfacimiento de entuertos.

En esta temporada hay cosas que no son tan malas como la eterna gloria para el ruin y miserable de Hearst, el más despreciable que se ha visto y cómo la monta capítulo tras capítulo, contrario a todos, enemigo del mundo. Hearst, el inhumano y furibundo, el repugnante y ególatra adinerado que escucha a la tierra, que siempre le habla de oro, de dónde vive. Gloria para Al Swearengen, sin duda, el mejor personaje de la serie y uno de los mejores que ha dado de sí la televisión, el trabajador, aplicado y bondadoso Doc Cochran, la siempre impredecible Trixie, el amable y paciente Sol Star, la elegante Alma Garret una de cuyas fotos utilizan (si no he visto mal) para Boardwalk Empire, ganándose mi simpatía de inicio, el encantador Whitney Ellsworth, y, en menor medida, el valiente Montana, su compañero Utterson y el caricaturesco Richardson. Gloria para la intro: para la deliciosa música que la acompaña y para la secuencia de imágenes que la forman, entre las que destaco el caballo del final, poderosamente evocador.

Hay de decir que la serie tuvo un final muy satisfactorio a nivel emocional que más que dar cierre abrió nuevas puertas para los personajes que quedaron.

Reparto

Personajes protagónicos

Curiosidades

Deadwood durante los tres años que estuvo al aire, no fue un éxito. Fue la serie más cara del HBO hasta ese momento y fue cancelada después de tres temporadas. Pero si sigue apareciendo en las listas de mejores series de la historia, y si HBO le sacó película en 2019, es porque algo tiene que tener.

Fuentes