Despalillo del tabaco

Despalillo del tabaco
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Despalillo de la hoja de tabaco

Despalillo del tabaco. Consiste en quitarle la mitad de la vena central a las hojas reservadas para tripa, un cuarto a las destinadas a capote, mientras que a las elegidas para capa se les quita completa, conformando dos bandas.

Generalidades

Junto al torcido, es como el alma del proceso creador de un Habano. En los talleres de despalillo se seleccionan las hojas de tabaco por su tamaño y se separan las rotas, que servirán para tripa. Las hojas separadas hay que puntearlas, es decir, ponerlas punta con punta, una sobre otra, para que la pila quede pareja; luego, colocadas en una tabla, se planchan con una prensa.

El despalillo consiste en quitarle la mitad de la vena central a las hojas reservadas para tripa, un cuarto a las destinadas a capote, mientras que a las elegidas para capa se les quita completa conformando dos bandas. El corte se realiza con una especie de uña de metal; luego, la vena se hala con delicadeza para no romper la hoja.

Una de las etapas fundamentales para la elaboración del tabaco es la del despalillo, un lugar donde todas las labores se realizan de forma manual y se requiere de destreza y agilidad para que el producto tenga la mayor calidad posible.

Clasificación de las hojas

En los despalillos se trabaja la tripa volada y seca, y por el tamaño que puede ser grande, mediana y chiquita.

La otra clasificación se determina por cinco clases:

  • capote I, II, III,
  • tripa (quincena fortaleza 1 y dieciseisena fortaleza 1),
  • picadura (es una especie de rezago o pequeños pedazos de hojas y se usa para hacer cigarros)

Proceso del tabaco durante el despalillo

El tabaco viene desde las escogidas y se almacena en los despalillos, donde poco a poco se saca para el proceso de mojado. Una vez depositadas las hojas secas en el lugar que serán humedecidas se procede a la humectación que por lo general se realiza con un compresor y una boquilla apropiada a fin de crear un grado de división muy pequeño de las partículas de agua.

Este proceso se realiza con la finalidad de elevar los contenidos de agua en las hojas, mejorar su elasticidad y atenuar en gran medida su fragilidad, a fin de que las mismas se encuentren más suaves y que las despalilladoras puedan realizar su trabajo sin muchas dificultades y con un mínimo de daños mecánicos. Posteriormente las hojas están listas para ser llevadas al depósito de reposo.

Antes se mantienen agrupadas hasta una altura de 25 cm., y en ese lugar el tabaco ya mojado debe permanecer aproximadamente 20 minutos en reposo; después se vira, reposa cinco minutos, y se realiza todo ese proceso tres veces más. Luego se preparan tareas que serán entregadas a las despalilladoras. Antes de hacer esto el tabaco debe permanecer en el banco de reposo de 24 a 48 horas. Las trabajadoras después de recibir su bolsa con las hojas con la humedad requerida, hacen la labor de planchado y una clasificación que puede ser de tripas y capotes.

Posteriormente el despalillo consiste en quitarle la mitad de la vena central a las hojas reservadas para tripa; un cuarto a las destinadas a capote, mientras que a las elegidas para capa se les quita completa, conformando dos bandas. El corte se realiza con una especie de uña de metal; luego, la vena se hala con delicadeza para no romper la hoja, después estas hojas pasan a los tableros con las venas extraídas son colocadas en estos tableros para que conserven su planchado.

La altura de la cantidad de hojas en cada tablero puede ser hasta de 8 cm, y siempre manteniendo su clasificación, es decir se usa un tablero para cada clase. En ese lugar permanecen hasta el otro día cuando se trasladan a otro departamento donde se pesan y se embarrilan o empilonan de acuerdo a las clases para trasladarse a la fase de proceso.

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