Disfasia infantil

Disfasia infantil
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En el niño el hemisferio izquierdo se desarrolla más lentamente y estaría más expuesto a posibles alteraciones y a la predisposición hereditaria.
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Trastornos del lenguaje más difíciles de diagnosticar y por ello de entender
Agente transmisor:Posibles causas endógenas
Región de origen:Universal
Región más común:Predominio en el sexo masculino de este trastorno
Forma de propagación:No
Vacuna:No. Trabajar la memoria auditiva, Ejercicios para aumentar la comprensión verbal,

Disfasia infantil. Trastorno en la adquisición del lenguaje que se manifiesta en una alteración en la expresión y comprensión del lenguaje. Los niños disfásicos presentan déficit en el lenguaje, tanto a nivel comprensivo como expresivo. Suelen utilizar gestos y mímica para poder expresarse. Es uno de los trastornos del lenguaje más difíciles de diagnosticar y por ello de entender. Los niños que tienen este trastorno sufren, en ocasiones, la incomprensión de otros padres, de sus compañeros y profesores que tienden a etiquetarlos de lo que no son. Por ello es conveniente contar con la ayuda de expertos que informen y asesoren sobre este trastorno.

¿Qué es la Disfasia?

Es el trastorno del lenguaje por fallas en su organización, afecta la expresión y la comprensión de este, por causas posiblemente endógenas, presente en el organismo de estos niños desde el principio de su desarrollo. Se afecta severamente la función comunicativa del lenguaje. Los estudios neuropatológicos señalan que de acuerdo con estos datos, existe un predominio en el sexo masculino de este trastorno, porque en el niño el hemisferio izquierdo se desarrolla más lentamente y estaría más expuesto a posibles alteraciones y a la predisposición hereditaria.

Los signos de alerta que pueden mostrar los niños con algún tipo de disfasia son:

  1. La aparición de sus primeras palabras después de los 3 años.
  2. La aparición de las primeras combinaciones después de los 4 años.
  3. La persistencia de un lenguaje esquemático pasados los 6 años.

Sintomatología más frecuentes

En la literatura se aprecia cierta tradición de relacionar todas las alteraciones posibles en el aprendizaje de la fonología, la semántica, la sintaxis y de lo pragmático. Es importante tener presente que no en todos los casos se evidencia de forma completa todos los síntomas unidos, además no están presente con la misma frecuencia ni intensidad. Existen una serie de síntomas, que son los que aparecen con más frecuencia y que son los relacionados con la expresión y comprensión del lenguaje:

  • Omisión de elementos gramaticales a la hora de organizar una frase.
  • En ocasiones suelen manifestar pocas intenciones de comunicarse con los demás.
  • Pobreza de vocabulario.
  • Dificultad para utilizar los pronombres personales.
  • No suelen utilizar preposiciones y conjunciones.
  • Los verbos los suelen emplear en infinitivo.
  • Dificultad en la adquisición de los morfemas como el género, número y morfemas verbales.
  • Alteración de la comprensión, pudiendo parecer en ocasiones, sordos.
  • Dificultad para recordar y repetir frases largas.
  • Reaccionan muy bien a los apoyos no verbales y por ello la utilización de gestos les ayuda mucho.
  • Repetición de palabras sin saber su significado.
Los niños pueden sufrir trastornos psicológicos, alteraciones del carácter, déficit de autoestima, entre otras
.

Con frecuencia estos síntomas van acompañados de otros síntomas como:

  • Alteraciones de estructuración espacial y temporal.
  • Dificultades en las praxias orofaciales: movimientos que intervienen en la articulación de los fonemas.
  • Alteraciones del ritmo.
  • Dificultades psicomotoras: retraso en las destrezas motoras, lateralidad poco definida o adquisición tardía de la lateralidad.
  • Déficit de atención e hiperactividad.
  • Problemas de discriminación auditiva: tienden a confundir unos sonidos con otros o a no identificar determinados sonidos que sabemos son familiares para el niño.
  • Alteraciones en la memoria auditiva: capacidad del niño para retener y reproducir una serie de números o palabras emitidas verbalmente.

Elementos expuestos

Si analizamos los elementos antes expuestos nos daremos cuenta que la Disfasia es un trastorno severo del lenguaje, los síntomas de este trastorno abarcan los aspectos morfosintácticos, lexicosemánticos, fonológico y pragmático, aunque los factores etiológicos no se definen con claridad, se aprecia un origen endógeno que desorganiza los mecanismos neurolingüísticos y psicolingüísticos de la comunicación. Es evidente que el mayor nivel de afectación está en la parte expresiva del lenguaje aunque puede afectarse también la impresiva.

Seeman al referirse al origen etiopatogénico de este trastorno plantea que la precocidad en la aparición de la Disfasia, permite llegar al análisis que está dado por el factor constitucional, como algo muy importante, aunque tal vez, no como causa, pero sí como un factor predisponente. Otros autores consideran que la Disfasia es producto de factores tanto heredados como ambientales. Además en relación con el componente perceptivo –auditivo. Es posible encontrar en el desarrollo de las Disfasias niños con sordera verbal (audición de sonidos sin discriminación de estímulos verbales por problemas de percepción a nivel central).

Los criterios anteriormente expuestos, están sustentados en los estudios neurológicos realizados que parten de la hipótesis que durante la vida embrionaria la migración de ciertas neuronas hacia el hemisferio izquierdo podría verse alterada en ciertos casos, lo que provocaría una reorganización de las dominancias hemisféricas con un sobre desarrollo del hemisferio derecho. Por eso la evolución de los niños difásicos es lenta, sin fase de recuperación rápida.

Clasificación de síntomas dado por los autores Rapen y Allen, 1983

  • Agnosia verbal auditiva: el sujeto no entiende el lenguaje, se comunica con gestos, su expresión. Es nula o casi nula, incluso en la repetición. Es decir hay deficiencias en el campo perceptivo, dificultades en la discriminación de fonemas a nivel semántico.
  • Dispraxia verbal: existe una comprensión total o parcialmente normal, pero con dificultades en la organización articulatoria de los fonemas y de las palabras.
  • Déficit de programación fonológica: comprensión relativamente normal, pero con cierta fluidez de producción, aunque con poca claridad. En tareas de repetición se alcanza mejoría en la calidad articulatoria, en relación a la repetición aislada de sílabas y palabras cortas, no así en las frases y palabras largas.
  • Déficit fonológico-sintáctico.

¿Por qué se produce este trastorno?

En muchos casos es difícil detectar cuáles podrían ser las causas. Sin embargo, en otros se sabe que puede estar relacionado con:

  • Lesión cerebral o falta de oxígeno al nacer.
  • Traumatismo craneoencefálico en el momento del parto.
  • Enfermedades infecciosas como meningitis, encefalitis, etc. que afectan al sistema nervioso central.
Niños con dificultades para comunicarse, repercute en el nivel académico causando, en muchos casos, fracaso en los aprendizajes escolares y por tanto el aislamiento social

Conviene aclarar que no es fácil saber si la disfasia se debe a algún tipo de lesión cerebral, no hay datos concluyentes al respecto. Por ello no podemos decir que estas sean causas del problema, pero sí podemos decir que influyen en el retraso de la maduración. Hay otros factores que pueden agravar o desencadenar este problema como el mal ambiente familiar o los períodos largos de hospitalización.

Consecuencias

Debido a la dificultad, tanto para expresarse como para comprender, se produce aislamiento social llevándole a tener dificultades para integrarse socialmente ya que al no hablar o no entender, tienden a aislarse. Esto puede llevar también a que se realicen diagnósticos erróneos como retraso en el desarrollo del lenguaje, sordera, autismo, etc. Todas estas dificultades repercuten a nivel académico produciéndose, en muchos casos, fracaso en los aprendizajes escolares, sobre todo en el aprendizaje de la lectoescritura y aprendizajes básicos. Como consecuencia de todo esto pueden llegar a sufrir trastornos psicológicos como alteraciones en las relaciones afectivas, problemas emocionales, rasgos de ansiedad, déficit de autoestima y en ocasiones manifiestan alteraciones del carácter.

Tratamientos más eficaces

La disfasia se puede ir superando poco a poco si se utilizan las estrategias y los métodos de intervención adecuados. Conviene saber que cada niño es diferente y que el ritmo de aprendizaje de cada uno es distinto. Por ello es importante tener en cuenta la etapa evolutiva en la que se encuentra el niño/a y no marcarse objetivos para los que no están preparados. A la hora de establecer unas metas y estrategias de intervención, es muy importante tener en cuenta la madurez neurológica y psicológica del niño. En todo caso, conviene contar con la colaboración escolar y familiar. Es fundamental que los padres estén bien informados de lo que le ocurre a su hijo/a y hacerles partícipes del tratamiento. En cuanto a las estrategias de intervención, conviene aclarar que son diferentes y todo depende de cada caso pero las más generales podemos decir que son las siguientes:

  • Ejercicios de discriminación auditiva: se le enseña a distinguir sonidos distintos que son familiares para el niño. Esto se suele hacer a través de grabaciones y se le pide al niño que intente adivinar de que sonido se trata. Por ejemplo: sonidos de estímulos que están en el ambiente del niño (el viento, tormenta, los pájaros, las campanas, etc.), sonidos de instrumentos musicales, sonidos de animales, etc.
  • Trabajar la memoria auditiva: Es frecuente que el niño aprenda palabras y que las olvide o distorsione después. Por ello es importante que el entrenamiento vaya dirigido al análisis y síntesis de la palabra. Es muy útil marcar el ritmo con golpes o palmadas al mismo tiempo que se está diciendo la palabra.
  • Ejercicios para aumentar vocabulario: se suele empezar por conceptos y palabras que son conocidas para el niño y progresivamente aumentar el nivel de dificultad. Cuando el niño ya posea un número suficiente de palabras, pasamos a clasificarlas e incluirlas en categorías. De esta forma le damos funcionalidad al vocabulario que va aprendiendo.
  • Ejercicios y praxias buco-faciales: El objetivo es conseguir una correcta pronunciación de los fonemas. Estos ejercicios consisten en ejercitar y trabajar todos los órganos que intervienen en la articulación de los fonemas (la boca, lengua, labios, respiración, etc.). Se les pide que hagan ejercicios del tipo abrir in cerrar boca, ejercicios de soplo, movimientos de la lengua, etc.
  • Actividades para organizar el campo semántico: A través de imágenes o dibujos se juega a relacionar unos conceptos con otros por ejemplo una flor se puede relacionar con un jardín.
  • Otras actividades: Ejercicios para aumentar la comprensión verbal, ejercicios morfosintácticos, actividades para aprender la organización y estructuración de frases, etc.

Son muchas las estrategias que se utilizan, todo va a depender del niño/a y del nivel madurativo. Pero conviene aclarar que deben ser aplicadas por profesionales y especialistas en el tema y, sobre todo, contar con la colaboración de la familia y el colegio en todo el proceso de intervención.

Fuentes