Dromedario

Camelus dromedarius
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Clasificación Científica
Nombre científicoCamelus ferus
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Mammalia
Orden:Artiodactyla
Familia:Camelidae
Hábitat:Desiertos.

El dromedario o camello arábigo (Camelus dromedarius). Es similar al camello bactriano (Camelus ferus), del que se diferencia por su pelaje más corto, cuerpo menos robusto y presencia de una joroba en lugar de dos. Es un animal doméstico que habita en el desierto y se distingue por tener una joroba en el lomo, cuello largo y un hocico prominente.

Historia y distribución

Los dromedarios son originarios de la península Arábiga, aunque han sido introducidos por el hombre en dicímiles lugares. A modo de ejemplo se pueden citar los camellos del Sáhara, introducidos por primera vez en la época romana, y los de Australia, que llegaron allí durante las exploraciones inglesas del siglo XVIII, a partir de ejemplares transportados desde las Islas Canarias.

El uso de este animal como motor de trabajo en las tareas agrícolas ha sido común en dicho archipiélago hasta la reciente industrialización, generándose términos propios como guelfo, para definir a la cría del dromedario.

Se preservan numerosas referencias literarias, epigráficas y papirológicas de la presencia de los dromedarii en los ejércitos romanos, y se estima que la primera unidad que contó con ellos se formó en época del emperador Trajano,3 aunque los propios romanos conocían su uso por parte de aliados y enemigos desde hacía mucho tiempo.

Características

Es un tilópodo sin cuernos, con los orificios nasales formando aberturas oblicuas, el labio superior dividido y movible por separado y extensible, con pezuñas, el abdomen elevado y patas largas y delgadas. Las rodillas y tobillos tienen callosidades que las hacen más resistentes al ardor de la arena cuando se sientan, sus pestañas largas y finas mantienen los ojos a salvo de que les entre arena, y en la joroba mantienen un depósito de grasa del que pueden nutrirse e incluso generar agua si es necesario. Su capacidad de resistencia ante la deshidratación los ha hecho unos animales muy valiosos en el desierto. El dromedario puede llegar a beber hasta 150 litros de agua en muy poco tiempo.

Alimentación

El dromedario se alimenta exclusivamente de vegetales y es muy fácil de contentar en ese aspecto. Pasa semanas enteras comiendo la hierba más dura y seca del desierto y, en casos de extrema necesidad, consigue matar el hambre tragando un viejo cesto o una estera de hojas de palma. Es verdaderamente extraño el hecho de que las espinas y los pinchos más agudos no hieran su boca; muchas veces se ha visto dromedarios que tragaban ramas de acacia totalmente cubiertas de espinas lo bastante duras como para traspasar de lado a lado la suela de los zapatos.

Cuando el dromedario se alimenta de vegetales jugosos, puede estar semanas enteras sin beber agua. Ello se debe, en parte, a la especial disposición de su estómago, cuyos dos primeros compartimentos tienen grandes celdas que se pueden considerar como verdaderos depósitos de agua. Los dromedarios del desierto, acostumbrados desde pequeños a beber cada cuatro o seis días y a alimentarse de plantas secas, son mucho más aptos para los largos viajes que los originarios de los países más fértiles, donde no padecen hambre ni sed.

Reproducción

En la época del celo, que habitualmente ocurre de noviembre a marzo, la inquietud innata del dromedario aumenta extraordinariamente: el animal pierde el apetito, rechina los dientes y en cuanto ve a uno de sus semejantes se le forma una fea vejiga cutánea, al tiempo que gruñe, refunfuña y gime. Luego de 355 a 389 días de gestación, la hembra pare un único hijo que nace ya con los ojos abiertos y cubierto de un pelo espeso, blando, lanoso y bastante largo. La joroba es pequeñísima y las callosidades apenas insinuadas. Es más grande que un potro de la misma edad, pues mide casi un metro de alzada, y al cabo de una semana ya ha crecido bastante. Durante este período, no se separa jamás de la madre, que lo cuida con la mayor ternura.

La lactancia puede durar hasta los veinte meses aunque empiezan a comer vegetación antes de cumplir los dos meses de edad. Las hembras alcanzan la madurez sexual a los 3 años y habitualmente se aparean a los 4 ó 5 años. Los machos empiezan a aparearse a los 3 años, pero no son totalmente activos hasta los 6 u 8 años. Las hembras se siguen reproduciendo hasta los 20 ó 30 años, mientras que los machos hasta los 18 ó 20.

Longevidad

Cuando están bien alimentados y cuidados, los dromedarios pueden llegar a vivir hasta 40 años.

Fuentes