El jardín del amor

El jardín del amor
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El Jardín del Amor.jpg
Datos Generales
Autor(es):Peter Paul Rubens
Año:1638
País:Bandera de Bélgica Bélgica
Técnica:Óleo sobre lienzo
Dimensiones:198 X 283 cm
Localización:Museo del Prado

El jardín del Amor o El jardín de las Gracias. Obra de madurez, pintada hacia 1638, Rubens luce en ella toda su maestría con una libertad de pincel y una audacia en el color y en el toque, excepcionales. Es un homenaje, cortesano y sensual, del pintor a su segunda esposa Elena Fourment, con la que casó enamoradísimo en 1630, cuando ella contaba dieciséis años y él cincuenta. Su matrimonio será un tónico para el ya maduro pintor y la felicidad conyugal que vivirá la pareja se pone de manifiesto en la obra. Sin ninguna duda ésta debió ser una de sus obras más valoradas, la perfección técnica y la factura cuidada muestran la maestría del pintor flamenco pero además la obra debía de tener un componente personal muy importante para el artista ya que la conservó consigo hasta el final de sus días.

Historia

El matrimonio de Rubens con Helena Fourment el 6 de diciembre de 1630 probablemente fue el principal incentivo para la realización de esta obra, en cuya creación Rubens puso especial cuidado, como indican los innumerables dibujos preparatorios existentes. Pese a reconocerse las facciones de su esposa en el personaje femenino central y la casa del artista como marco arquitectónico, el cuadro es la recreación de una idílica escena cortesana galante, sin pretensiones narrativas, donde se mezclan personajes de apariencia real con otros mitológicos. Los amorcillos en el aire portan símbolos del amor conyugal. Las fuentes de las tres Gracias y de Venus aluden al amor fecundo. El conjunto es una exaltación del amor y la dicha conyugal. Se documenta por primera vez en 1666 en el Alcázar de Madrid.

La obra

El cuadro muestra a varios hombres y mujeres elegantemente vestidos, que caminan o aparecen sentados en una terraza ante un templete de tipo clásico. En torno a ¬estas figuras revolotean varios amorcillos, ¬cuya presencia en la escena, junto a la de dos estatuas dedicadas a la diosa Venus y a las tres Gracias, identifican el escenario como un jardín del amor. En la parte izquierda del lienzo la escena se extiende hacia un espléndido fondo de paisaje que muestra las dotes de Rubens para este género pictórico. La dulzura de las expresiones y la delicadeza de los gestos de los personajes, la calidez de la luz que impregna la escena y la riqueza y belleza de los ropajes conforman un cuadro que siempre ha gozado de enorme éxito crítico, y demuestran el cuidado que el pintor puso en esta obra, para la que realizó numerosos dibujos preparatorios.

Interpretación

Para comprender el significado del cuadro hay que tener en cuenta su relación con la literatura contemporánea. El jardín del amor se relaciona con un tipo de libro muy popular en los ambientes cortesanos durante el renacimiento y el barroco, donde se describen las aficiones y los comportamientos de la alta sociedad; estos libros, entre otras cuestiones, se ocupaban del galanteo y tenían un componente de nostalgia por una vida bucólica que reflejaba un deseo por alejarse de la rigidez de la corte.

En los mismos ambientes cortesanos gozaban de popularidad poemas donde se describían los placeres del amor y la seducción y el lugar imaginario del amor, habitado por Venus y Cupido, que goza de una primavera eterna. El cuadro de Rubens se puede considerar como un equivalente plástico de este tipo de literatura.

Algunos símbolos que se incluyen en este cuadro indican que el amor que en él se recrea y se celebra es un sentimiento conyugal. La antorcha y la corona que porta el amorcillo central son similares a las que se ven en otros cuadros de Rubens como símbolos de Himeneo, el dios de los matrimonios. Uno de los amorcillos que aparece a la izquierda de la composición lleva un yugo en una mano y en la otra una pareja de palomas, las aves de Venus, unidas por una cinta, elementos que también se reconocen como símbolos de unión matrimonial. El grupo escultórico de las Gracias que se sitúa en el templete muestra a unas diosas que en la antigua mitología, que tan bien conocía Rubens, con frecuencia se encontraban presentes en la ceremonias nupciales. El pavo real que aparece junto a la fuente de Venus es un atributo de la diosa Juno, que en la mitología romana se asociaba también con las uniones conyugales.

Rubens pudo pintar el cuadro motivado por el acontecimiento concreto de su boda, o pudo hacerlo algo más tarde, movido por la felicidad que vivía desde el momento de su matrimonio. El cuadro se documenta por primera vez en 1666, cuando se incluye en un inventario del Alcázar de Madrid, donde se describe como «un sarao de Rubens».

Permaneció en la colección real hasta su ingreso en el Prado, donde se cataloga por primera vez en 1843.

Fuente