El retrato oval
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El retrato oval su autor el escritor norteamericano Edgar Allan Poe (1809-1849), es un relato corto se escribió en el año 1842 y su título original "La vida en la Muerte". Se ha comentado que el relato, se refiere a un retrato en miniatura de su madre que Poe conservó siempre consigo. La obra es una reflexión sobre el arte, sobre el amor y la creencia en objetos mágicos que siempre han fascinado a la imaginación de los hombres. El título proviene de que un cuadro oval, con marco dorado y ricamente afiligranado al estilo morisco, que representa el retrato de una mujer joven y hermosa, constituye el tema central del relato, a tal punto que la historia es simplemente la narración del modo como ese cuadro fue pintado, y él porque de la vida que hay en la joven retractada. La narración es en tercera persona omnisciente y el narrador es un testigo desconocido, que extrae el relato de un libro cuyo autor no se menciona. El lenguaje es culto, y no hay dialogo entre los personajes.
Sinopsis
Este relato narra la historia de un hombre herido, quien con su sirviente pasa la noche en un castillo, castillo que según las apariencias, había sido temporalmente abandonado en fecha muy reciente, por su dueño. El castillo era suntuoso y estaba decorado con hermosos tapices y se destacan numerosos cuadros, además de que contaba con una cantidad enorme de habitaciones también bellamente decoradas y llenas de cuadros modernos, religiosos y demás. El hombre herido y u criado se instalaron en una de las habitaciones más reducidas y menos suntuosamente arregladas, situada en una apartada torre del castillo. Su decorado era rico, pero ajado y viejo. En sus paredes colgaban tapices y adornábanse con diversos y multiformes trofeos heráldicos, así como con una insólita cantidad de pinturas modernas de gran viveza encuadradas en ricos marcos con arabescos de oro. Este hombre herido, tal vez a causa por la debilidad febril, comienza a sentir un vivo interés por estos cuadros que estaban colgados no sólo de las superficies principales de las paredes y de los numerosos rincones que la extraña arquitectura del castillo. El hombre tiempo después se recuesta para descansar y sobre su almohada encuentra un libro con la descripción y críticas hacia las obras de arte que decoraban el castillo. Entonces cambia de lugar la posición del candelabro y se ilumina un sector que antes se hallaba oscuro, y descubre la presencia de un retrato oval de una joven, un retrato de medio cuerpo y confiesa que este llama la atención en cada momento que trata de no pensarlo, y procede a leer su historia. Ella era una mujer de singular hermosura que se enamoró de un pintor con el cual se casó y todos los días ella tenía que subir a su torre para ser pintada durante horas. Su esposo un apasionado de la pintura, al retratarla plasmó su pasión por lo que amaba, recibió el elogio de todos cuanto miraban el avance del cuadro, conforme avanzaba y mas real se volvía el cuadro, mientras que ella amaba todo excepto al arte, que era su rival y le arrebataba el amor de su marido. Detestó el deseo de su esposo de retratarla, y así ella se lo permitió. El tiempo pasaba y la joven se iba debilitando sin que su esposo lo notase ya que nunca la miraba por estar obsesionado con aquella pintura. Ella nunca le recriminaba nada a su esposo ver que él amaba lo que hacía. Entonces el pintor llegó a enloquecer de pasión hacia su obra, y con cada pincelada le quitaba vida al modelo que tenía frente. Tanto es así, que el retrato concluye cuando el pintor da los últimos retoques al cuadro, este esta maravillado con la obra, quedó extasiado con su trabajo, pues ahora podría ver a su amada todo los días en ese retrato que le llevo tanto tiempo diciendo: Ciertamente este cuadro, es la vida misma-, pero al voltear a mostrar a su musa el cuadro por fin terminado se lleva una gran sorpresa y sombre que lo llena de terror pues al volverse hacia su amada. ¡Estaba muerta!. Al finalizar su obra, comprobó que toda la vida de su amada estaba dentro de la pintura, y que su esposa estaba muerta.
Personajes
Los personajes principales son un pintor, enamorado de su arte más que de su joven esposa; y está enamorada de su marido y celosa de la pintura, los cuadros y los pinceles. Los personajes secundarios son una persona desconocida que relata la impresión que le produjo el cuadro, y la historia referida a él que lee en un libro; y el criado de este narrador , Pedro, quien es apenas mencionado y es poco lo que aporta al relato.
