El triunfo de la voluntad

El triunfo de la voluntad
Información sobre la plantilla
Documental, Propaganda |
El triunfo de la voluntad.jpg
NombreEl triunfo de la voluntad
Otro(s) nombre(s)Triumph des Willens
Estreno1935
GuiónLeni Riefenstahl y Walter Ruttmann
DirectorLeni Riefenstahl
Producción GeneralAdolg Hitler
Dirección de FotografíaSepp Allgeier, Franz Weihmayr
Productores EjecutivosAdolf Hitler y Leni Riefenstahl
RepartoAdolf Hitler, Heinrich Himmler y otros líderes nazis
ProductoraReichsparteitag-Film

El triunfo de la voluntad. Es una película propagandística nacionalsocialista dirigida por Leni Riefenstahl.

Sinopsis

Alemania, año 1934. Adolf Hitler acababa de llegar al poder un año antes. En Nuremberg, el Partido Nacionalsocialista celebra un triunfalista y patriótico congreso en el que se exaltan los valores del pueblo alemán y la raza aria.

El film transgrede varias de las normas del documental clásico, pero refleja con gran nitidez los medios utilizados por Hitler para enardecer a las masas y controlarlas bajo su poder. La directora filma a los miembros del partido desfilando, al son de conocidas marchas, y como banda sonora se reproducen fragmentos de discursos de varios líderes nazis en el Congreso. Entre ellos destaca, obviamente, Adolf Hitler. El nietzscheano título de la cinta obedece a un objetivo claro: de la mano del Führer, Leni publicita el regreso de Alemania a la categoría de potencia mundial. Hitler es la gran esperanza aria, el elegido para devolver la gloria a la nación. Bajo las órdenes de la directora las cámaras presentan por primera vez un congreso político planificado en su totalidad para su difusión mediática.

El triunfo de la voluntad no se limita pues a documentar el acontecimiento político, sino que va más allá adaptando esa realidad a las necesidades técnicas y visuales del medio cinematográfico. Albert Speer, el arquitecto de Hitler (también conocido como ‘el arquitecto del diablo’), colabora en la producción diseñando el escenario y la iluminación. El filme se estrena el 28 de marzo de 1935 y alcanza un gran éxito internacional. El Festival de Cine de Venecia y el de París premian el talento de la directora encumbrándola y lanzándola a la fama.

Crítica

A pesar de su insuperable valor artístico, la clara exaltación de la raza aria a lo largo de toda la cinta provocó que la autora Riefenstahl fuera, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, criticada e ignorada de por vida. Su mejor publicidad en su momento y la peor para el resto de su vida la hizo el propio Adolf Hitler, que alabó el documental (definido como "de nazis, para nazis, sobre nazis") como una "incomparable glorificación del poder y la belleza de nuestro movimiento". Verlo hoy sabiendo lo que supuso el nacionalsocialismo en la década siguiente hiela la sangre. Repudiable por el ominoso mensaje que escondía tanto orden y armonía, puede afirmarse sin embargo que es el mejor documental de propaganda jamás rodado.

Fuentes