Entrega de la Base Manta
| ||||||||||||||||||||
Entrega de la Base Manta. Abandono por parte las fuerzas estadounidenses de las instalaciones ocupadas en la Base Militar Manta que funciona en un área adjunta del aeropuerto internacional del mismo nombre en la ciudad de Manta, Manabí, Ecuador.
Sumario
La Base Militar Manta
Manta
Manta es el segundo puerto más grande de Ecuador, con una población de 200.000 habitantes, ubicada en la provincia de Manabí. Se encuentra a solo 20 minutos en avión de la frontera colombiana. Es un país en el cual se implementa el Plan Colombia de lucha contra el narcotráfico y la insurgencia.
Manta formaba parte de una estructura militar estratégica de interrelación entre Centros Operativos de Avanzada (FOL/CSL), junto a Comalapa, en El Salvador; Reina Beatriz en Aruba; y Hato Rey en Curazao. Así, según el Departamento de Defensa de Estados Unidos, “los cuatro sitios juntos cubren un área geográfica más grande que la Base Aérea Howard y ofrecen una cobertura más profunda”.
Manta formaba parte de las estrategias de control desarrolladas por el gobierno de los Estados Unidos con el objetivo de proteger sus intereses e inversiones militares y comerciales a nivel mundial. La mayor inversión entre las cuatro FOL/CSL antes mencionadas, se realizó en Manta, con un monto de 80 millones de dólares, y convirtió al aeropuerto de la base aérea, en uno de los mejores equipados de América Latina.
Base militar
La Base Militar de Manta, conocida también como "Base Militar Eloy Alfaro", funciona en un área adjunta del aeropuerto internacional del mismo nombre en la ciudad de Manta, Ecuador. Es también conocida como Ala de Combate nro 23 y fue inaugurada por la Fuerza Aérea Ecuatoriana el 28 de octubre de 1978. En honor del ex - presidente manabita y héroe nacional, Eloy Alfaro, se determinó asumiera el nombre de "Base Militar Eloy Alfaro".
El uso y acceso a la pista y una porción de la base de Manta, fue cedido a la fuerza aérea del gobierno Estados Unidos, por convenio intergubernamental desde el año de 1999, supuestamente, para la lucha contra el narcotráfico en el noroeste de América del Sur. En ella se construyeron edificaciones y plataformas para uso de los militares norteamericanos reconstruyéndose la pista 05/23 con materiales de mayor resistencia con vista a soportar las operaciones de las aeronaves más pesadas del mundo, tanto civiles como militares.
El convenio fue firmado en el año 1998, durante el corrupto gobierno del demócrata cristiano Jamil Mahuad, por el canciller Benjamín Ortiz, con la complicidad de Heinz Moeller (canciller de Gustavo Noboa) y en el mismo se cedían, por espacio de diez años, las instalaciones de la base militar al gobierno de Estado Unidos con el consabido pretexto de la lucha contra el narcotráfico.
Esta decisión tomada por el gobierno ecuatoriano fue causa de animosidad y repudio por varios sectores de la sociedad. Entre los argumentos expuestos se encontraban: la pérdida de soberanía por la presencia de militares foráneos en territorio; el rechazo general a las fuerzas armadas de Estados Unidos; y el posible uso de la base para operaciones del Plan Colombia.
Esta base de tipo público – militar es propiedad de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, ubicada en las afueras de la ciudad de Manta, precisamente en el cantón de Manabí, sobre las atractivas costas de Ecuador, a poco más de 300 Km de Quito, la capital del país se construyó a una elevación de 15 metros y 48 pies (msnm) sobre el nivel del mar. Está localizada en la coordenadas 00o56´45” de latitud Sur y 80o40´43” de longitud Oeste. Posee una pista de 2.860 metros y 9.383 pies de asfalto.
Disposiciones del convenio
Durante el gobierno del presidente Gustavo Noboa el convenio fue ratificado y aumentado, entregando además de la base aérea, el puerto naval de Manta y las instalaciones relacionadas con la base o su vecindad, sin costo. Noboa cede además la soberanía sobre el espacio aéreo ecuatoriano, autoriza a las aeronaves operadas por o para Estados Unidos en relación con el convenio, a sobrevolar el territorio del país. Otorga a las naves estadounidenses, en todos los puertos marítimos ecuatorianos, el mismo trato que a las naves de la Armada Nacional del Ecuador.
Autoriza el establecimiento de una estación satelital para la recepción y emisión de todo tipo de telecomunicaciones, exentas de inspecciones, licencias, regulaciones, derechos, impuestos directos o indirectos, cargos y tarifas gravadas por Ecuador.
Asimismo, establece una condición jurídica de excepción al personal que opere en el convenio y a sus familiares, otorgándoles inmunidad y la misma condición legal del personal técnico y administrativo de la embajada de Estados Unidos. Incluso, en los casos en los que autoridades ecuatorianas detuvieren a miembros de ese personal, el convenio impone la obligación de notificar inmediatamente y entregarles a oficiales de estadounidenses.
En la definición de esta modernizada patente de corso, se incluía el derecho de todo el personal no permanente para ingresar y salir no sólo de la base, sino de la República con la identificación estadounidense, pasaportes ni visas y exentos de impuestos de entrada y salida, así como de gravámenes sobre las rentas recibidas, propiedad, posesión, uso o cesión, sobre los bienes que se encuentren en el Ecuador, relacionados con su presencia.
El convenio exoneraba a las operaciones de Estados Unidos de todos los procedimientos de importación, exportación, aranceles, impuestos directos o indirectos, a los productos, equipos, materiales, provisiones y todos los bienes que ingresen o egresen del país a nombre del acuerdo. Igualmente lo hacía en lo referente a los permisos y tasas de construcción que prevé la legislación ecuatoriana.
Además, Ecuador, mediante el Acuerdo Ortíz, renunciaba a todo reclamo por lesiones, muertes de personas o por daños, pérdidas o destrucción de bienes gubernamentales.
El documento constituye una pieza histórica que evidencia las políticas coloniales del gobierno estadounidense y sus nuevos métodos de intervención: impone la cesión de la soberanía ecuatoriana gratis, entrega territorios y estaciones físicas de un valor geoestratégico fundamental, impone implícitamente la supremacía de la armada norteamericana en los puertos ecuatorianos, establece derechos excepcionales para el personal de combate del gobierno de Estados Unidos o de los mercenarios que contrate a su servicio, que incluyen inmunidad diplomática, libre tránsito y exoneración total de impuestos. Y, además, otorga patente para matar o destruir.
A pesar del carácter írrito del Acuerdo, el 2 de junio del 2000 se suscribió un Convenio Operativo en el cual ya se caracteriza a lo que en sus inicios era un centro de apoyo logístico como un Centro de Operaciones Avanzadas (FOL en inglés y COA en español), al servicio del Departamento de Defensa estadounidense. En él se introducen nuevas violaciones a la soberanía de Ecuador.
Entre otras
- Se dispone que la administración del FOL o COA esté bajo el mando de un oficial estadounidense.
- Se faculta la operación de 4 aviones grandes E03 Awacs y KC-135, y de 4 aviones medianos.
- Se permite la presencia de hasta 475 militares estadounidenses, pero no se conoce si la cifra incluye a mercenarios contratados a través de empresas privadas.
- Se prohíbe a oficiales ecuatorianos volar en aviones norteamericanos.
- Se determina que los aviones de estadounidense tendrán el mismo tratamiento que los aviones militares de Ecuador.
- Se define que en incidentes actuará como Jefe el Jefe del Destacamento VII estadounidense.
- Se autoriza al gobierno de Washington a construir nuevas instalaciones, carreteras y servicios públicos.
La combinación de las medidas del convenio expone que Estados Unidos pretende legalizar la operación de su aviación militar por encima de la ecuatoriana, lo que contiene la liquidación implícita de la soberanía de la nación sobre su espacio aéreo y aeropuertos.
Aunque la firma del acuerdo violó leyes nacionales de Ecuador, éste fue presentado por el gobierno ecuatoriano de Mahuad, como una oportunidad de desarrollo para Manta, puesto que aumentaría el empleo, atraería la inversión extranjera y el turismo y crearía una nueva estructura urbana. Sin embargo, los impactos de la presencia del ejército extranjero fueron totalmente opuestos.
La Base de Manta cedida a Estados Unidos por los gobiernos títeres del Ecuador, fue sólo una parte de las múltiples tentativas encaminadas a involucrar a Ecuador en el conflicto interno colombiano. La Base de Manta fue parte de la estrategia militar del Plan Colombia; pero éste es a la vez parte del proyecto de dominio y control amazónico.
Consecuencias del convenio
El "Convenio Operativo para el Puesto Avanzado de Operaciones en la base ecuatoriana de Manta" fue suscrito el 2 de junio del 2000, sin plazo definido, para ceder un extenso terreno de suelo ecuatoriano al ejército norteamewricano. Menos de un año después, los daños a Ecuador por la regionalización del Plan Colombia eran innegables, pues la supuesta "Guerra contra la Droga" era en realidad una "Guerra contra la Guerrilla colombiana", lo que arrastró a Ecuador a un conflicto fronterizo inútil.
En la región Andina, el Plan Colombia es el que define las operaciones militares, como se evidencia en la interrelación habida entre la Base de Manta y la frontera ecuatoriana-colombiana. Desde 1999, la Base de Manta se constituyó en un enclave ilegítimo de militares estadounidenses, que gozaban de inmunidad y cuyas acciones vulneraban la soberanía nacional. Desde 2002, se crearon 16 nuevos puestos militares ecuatorianos en la frontera con Colombia, para la vigilancia fronteriza.
Fuentes oficiales ecuatorianas aseguraron que en esta base se organizó el ataque perpetrado el 1 de marzo contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucioanrias de Colombia (FARC), en el que fueron asesinados una treintena de guerrilleros mientras dormían, entre ellos el comandante Raúl Reyes. Aunque el gobierno norteamericano lo niega, las pruebas recogidas en el lugar del bombardeo han verificado las sospechas: “se arrojaron cinco bombas inteligentes” utilizadas en la guerra del Golfo “con una precisión impresionante” y un margen de error de un metro, “de noche, en aviones a gran velocidad”. Ningún cuerpo militar latinoamericano posee semejante arsenal de guerra.
Las investigaciones condujeron a Manta. “Los pilotos que dirigieron el bombardeo eran estadounidenses, posiblemente de la empresa DynCorp”, proveedora de equipamiento bélico y mercenarios, que tiene contratos en el marco del Plan Colombia desplegado en la guerra contra el narcotráfico y el terrorismo. Indicios demostraron además, que en esta base se entrenaron a mercenarios ecuatorianos para ser enviados a Irak y se organizaron los vuelos fumigadores que causaron estragos en reservas selváticas de la Amazonía”.
El costo de vida había aumentado y quienes pretendían incrementar sus negocios con la venta de sus productos al personal estadounidense, se decepcionaron al ver que casi todos los productos trajeron desde el extranjero. El número de trabajadoras sexuales y clubes nocturnos también creció, así como la explotación sexual a mujeres y niñas. En cualquier parte del mundo donde se instale una base militar norteamericana, se incrementa el negocio de la prostitución del narcotráfico y trata de personas, entre otros execrables delitos.
Las naves militares americanas llevaron a cabo 45 acercamientos ilegales a barcos que estaban transportando emigrantes ecuatorianos o que se encontraban en actividades de pesca. Se conoce del hundimiento o destrucción de por lo menos ocho barcos ecuatorianos en el período de 2001 a junio del 2005, sin recibir ningún castigo, debido a que el personal estadounidense tiene inmunidad.
Los programas de seguridad llevados a cabo desde la llegada del ejército estadounidense habían creado conflictos con la sociedad civil, pues los mismos afectaron los mecanismos de supervivencia tradicionales de la población, basados en la pesca y la agricultura. Con la expropiación de más de 24,000 hectáreas para actividades en la Base de Manta, muchos campesinos se quedaron sin tierra. También, debido a la militarización del puerto de Manta, los pescadores locales no podían llevar a cabo su trabajo lo que ocasionó el aumento del desempleo, la migración y la pobreza.
Desde la Base de Manta, el ejército estadounidense no sólo supervisaba el tráfico de drogas, sino también controlaba la migración y entregaba información y soporte logístico para la guerra antiguerrilla en Colombia.
La entrega
El presidente ecuatoriano Rafael Correa, al igual que la ministra de defensa fallecida Guadalupe Larriva, durante su campaña prometió no renovar el convenio que permitía el acceso y uso de la base en 2009, especialmente bajo las mismas condiciones. Con la anuencia del presidente Correa a firmar la renovación del acuerdo de utilización de la instalación por parte de Estados Unidos por otros 10 años, las fuerzas extranjeras se ven obligadas a abandonar el país.
La suscripción del acuerdo y la operación del mismo adolecían de nulidad jurídica. La Constitución de Ecuador, establece expresamente que corresponde al Congreso Nacional aprobar los tratados internacionales y el mismo nunca fue discutido ni aprobado por la legislatura.
El mismo se tramitó con un visto bueno de una comisión parlamentaria no facultada para sustituir al Congreso y fue suscrito facultativamente por el canciller de un gobierno que dos meses después fue destituido por el Parlamento de los Pueblos de Ecuador, en medio de una insurrección popular que acusó al presidente Mahuad de violar y renunciar a la soberanía nacional, por suprimir la moneda nacional con la dolarización y permitir que el país fuera usado como una base militar de una potencia extranjera.
En ningún caso, la Constitución ecuatoriana faculta al Canciller a disponer de la soberanía de la nación, a determinar las políticas de defensa nacional, a generar derechos privilegiados a favor de ciudadanos extranjeros y a exonerarlos de obligaciones que cumplen los ecuatorianos, a ceder la soberanía del espacio aéreo y los puertos del país, a renunciar a la protección de los derechos humanos y de los bienes de la nación ni a reformar la Constitución con la sola suscripción de un convenio.
El gobierno ecuatoriano, presidido por Rafael Correa, decidió no renovar el convenio a los visitantes que se dedicaban a luchar contra el narcotráfico, ya que muchos expertos denunciaban que la base era una pieza del Plan Colombia destinada a la lucha contrainsurgente en esta sensible región.
La decisión de no renovar el acuerdo implicó "la concreción de una política del gobierno que no quiere ni presencia ni instalaciones de fuerzas militares extranjeras de ningún tipo y bajo ningún concepto en territorio ecuatoriano.
En septiembre de 2009, en presencia del canciller ecuatoriano Fander Falconí, las fuerzas estadounidenses abandonaron finalmente las instalaciones, entregando, el día 18 de septiembre, la mencionada base a las autoridades ecuatorianas, lo que puso fin al convenio por el que se estableció la base en 1999 y recuperando, Ecuador, la soberanía sobre una parte del territorio nacional que fuera entregada inconstitucionalmente por el presidente Jamil Mahuad, el 12 de noviembre de 1999.
Los tentáculos imperiales aprisionan al mundo, pero Ecuador, pequeño país situado en la mitad del mundo, cortó uno de esos tentáculos al expulsar de su territorio a quienes, durante diez años, ocuparon la Base Aérea de Manta; pero apenas es uno de alrededor de mil tentáculos llamados bases militares instaladas en casi todos los países del mundo que cedieron su soberanía en beneficio de los objetivos geopolíticos de dominación imperial.
La Base de Manta fue de vital importante dentro del Plan Colombia por su excelente ubicación para operar en el área, era como los ojos y los oídos del Plan Colombia. Con el sofisticado sistema integrado de inteligencia electrónica, esta base proporcionaba los datos de inteligencia en tiempo real sobre los movimientos de la guerrilla de las FARC, para que fueran utilizados por los tres batallones contrainsurgentes que estaba entrenando Estados Unidos y que estarían integrados por 1000 hombres cada uno.
Fuentes
Enciclopedia del Terrorismo de Estado en las Américas
Diario digital El Ecuador
Manta ya resulta vital para EEUU?, diario El Comercio, sábado 22 de julio del 2000.
Enlaces externos
- Los tentáculos del imperio. Transnational Institute, Marzo de 2007.
- Artículo de la Wikipedia: Base Militar de Manta
- Artículo del periódico Hoy Digital: Estados Unidos entrega a Ecuador Base de Manta
