Erich Rudorffer
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Erich Rudorffer. Piloto de la Segunda Guerra Mundial de Alemania, uno de los más grandes ases en la historia de la aviación. Con más de 1.000 misiones de combate, logró abatir a 222 aviones enemigos, luchando en todos los frentes: en el frente occidental, frente ruso, y en el teatro de operaciones del Mediterráneo. Durante la mayor parte de sus misiones piloteó un caza Focke-Wulf Fw 190. Entre sus condecoraciones figuran la Cruz de Hierro, la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro, y Hojas Roble con Espadas. Tuvo un récord sorprendente, logró abatir a 13 aviones soviéticos en 17 minutos con su Focke-Wulf Fw-190 el 11 de octubre de 1943.
Sumario
Síntesis biográfica
Nació en Zwochau, Sajonia, Alemania, el 1 de noviembre de 1917.
Trayectoria como piloto
Fue en su adolescencia piloto de planeadores. Admiraba mucho al barón rojo, Manfred von Richthofen. Por un breve tiempo fue piloto de Lufthansa, aviación civil alemana. Cuando estalló la guerra en 1939 ingresó en la Luftwaffe y en 1940 fue transferido al Escuadrón JG 2 "Jagdgeschwader Richthofen".
Obtuvo su primera victoria aérea durante la Batalla de Francia, el 14 de mayo de 1940, derribando un caza francés de fabricación estadounidense, un Curtiss P-36 Hawk. Antes de la capitulación de Francia había aumentado su registro en ocho aeronaves más. Luego luchó en la Batalla de Inglaterra, incrementando su marcador a 19 aviones derribados. En la segunda mitad de 1941, participó de la Operación Barbarroja y a fines de ese año obtuvo su victoria aérea número 40.
As en un día
El obtener 5 o más victorias aéreas en un mismo día, fue algo que hizo varias veces. En noviembre de 1942, fue transferido junto con su unidad a Sicilia y más tarde a Túnez. En un sólo día, el 9 de febrero de 1943, derrotó en batalla aérea a 8 pilotos británicos, y el 15 de febrero derribó a 7 aeronaves aliadas más.
Participación en el frente ruso
En julio de 1943, es nombrado comandante del Escuadrón JG 54 con destino en el frente ruso. El haber luchado contra los hábiles pilotos británicos le había dado una gran experiencia en combates aéreos y logró aumentar su registro considerablemente en el nuevo frente, abatiendo una tras otra las aeronaves bolcheviques, como si fuera tiro al blanco. El 11 de octubre de 1943 entró en los anales de la historia militar cuando en una batalla aérea logró abatir a 13 aviones soviéticos en 17 minutos con su Focke-Wulf Fw-190.
El 28 de octubre de 1944, cerca de la ciudad letona de Libau, en la Unión Soviética, logró otra proeza extraordinaria, mientras se preparaba para aterrizar, observó una formación de aproximadamente 40 aviones soviéticos que se dirigían para atacar los aeródromos militares de Libau. Ante esta amenaza, Rudorffer levantó vuelo nuevamente y embistió a la flota enemiga sin apoyo alguno, derribando 9 aeronaves enemigas en 10 minutos y poniendo en fuga a los demás aviones enemigos.
Piloto de chorro
Durante el invierno de 1944, se entrenó con el nuevo avión a reacción Messerschmitt Me-262. En febrero de 1945 fue nombrado comandante del Escuadrón JG 7, operando desde la base aérea de Kaltenkirchen, al norte de Hamburgo. Tenía la misión de atacar a los bombarderos aliados que tenían como objetivo Hamburgo y otras ciudades alemanas. Piloteando el Me-262, logró derribar las últimos 12 aeronaves enemigas ante del fin de la guerra. En mayo de 1945, Erich Rudorffer, junto con miembros de su escuadrón, se entregó a las fuerzas aliadas.
Después de la Segunda Guerra Mundial
Luego de la guerra, vivió algún tiempo en Australia trabajando como piloto para aerolíneas locales. Luego regresó a Alemania y trabajó también por algún tiempo para la Lufthansa.
Caballerosidad con el enemigo británico
Es el protagonista de una historia muy difundida en ambos lados del frente durante la Batalla de Inglaterra. Una historia que parecería increíble ante la ferocidad y la crueldad que caracterizó a la Segunda Guerra Mundial. La historia del Me 109 que después de hacer blanco contra un Hurricane británico combatiendo sobre el Canal, al darse cuenta de que el caza inglés ya no está en condiciones de combatir y que su piloto esta vivo, consciente y atrapado en la cabina, en lugar de rematarlo lo escolta hasta que el británico alcanza la costa de su país.
Resumen de sus récords
De sus 224 victorias, 128 serían logradas frente a los rusos, 27 en el Mediterráneo y el norte de África y las 69 restantes en el frente occidental, 10 de ellas en la forma de bombarderos norteamericanos abatidos. A pesar de haber sido derribado 16 ocasiones, 9 de ellas saltando en paracaídas, Erich Rudorffer sobrevivió a la guerra. Como Heinz Bar, fué uno de los pocos pilotos que combatieron en todos los frentes y volando todos los equipos a lo largo de la guerra.
