Ermio Hernández Rodríguez
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Ermio Hernández Rodríguez. General de División de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba. Participó durante las misiones internacionalistas en Etiopía y Angola.
Sumario
Síntesis biográfica
Hijo de una familia muy humilde, desarrolló parte de su infancia y juventud en el pueblo de Guayos, en Santi Spíritus, Cuba. Su padre fue obrero agrícola. Comenzó su vida laboral limpiando pisos en los almacenes "La Republica", a los once años . Años más tarde se hizo sastre.
Labor revolucionaria
Su lucha contra el régimen de Fulgencio Batista comienza en el propio entorno laboral; donde mantenía relaciones con otros jóvenes involucrados en actividades conspirativas. A principios de 1958, fundan una célula del Movimiento 26 de julio, de la que Ermio formó parte hasta el triunfo revolucionario. Participó en sabotajes, recogida de armas y abastecimientos para los compañeros que operaban en el Escambray.
Tras el triunfo revolucionario
Cuando triunfa la Revolución cubana el 1 de enero de 1959, Ermio sólo contaba con dieciséis años. Para entonces aún trabajaba como dependiente y estudiaba por la noche. Nunca dejó de participar en las actividades revolucionarias.
Fue fundador de las milicias. En septiembre de 1960, producto de la situación que se había creado en las montañas del Escambray, fue llamado a integrar el batallón 303, que participó en las primeras luchas contra bandidos. Dicho batallón estaba formado en su mayoría por jóvenes. Ermio participó en la captura de "El Curita", uno de los alzados más buscados de la zona.
El batallón 303 se desintegró en febrero de 1961 y surgió el batallón 345, ya como parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias(FAR).
Playa Girón
Los eventos de Playa Girón sorprenden a Ermio en Sancti Spíritus. El 16 de abril, su batallón recibió órdenes de marchar hacia Girón. Guiados por unos carboneros, llegaron a la zona de Caleta Nueva, al amanecer del día 17 de abril de 1961. La misión encomendada era la de evitar que los mercenarios trataran de avanzar hacia el Escambray.
El batallón 345 permaneció cuarenta y cinco días en la zona de Girón. Se destacó por la captura de 65 invasores y la ocupación de armamentos y un tanque.
Regreso a Cuba
Al regresar a Las Villas, Ermio fue enviado a Cubanacán, en la propia ciudad de Santa Clara, a pasar un curso de sargentos que se daba allí. Se graduó con buenas notas y se convirtió en profesor de Táctica.
Fue elegido para pasar un curso de tanques en Managua, La Habana. Allá viajó y aprendió el arte de utilizar, manejar y mantener esas complejas máquinas; por las que Ermio siente especial admiración y predilección.
Como parte del Ejército del Centro sólo estuvo hasta 1970, momento en que fue enviado a pasar el curso básico de tropas blindadas en Matanzas.
Posteriormente, fue enviado a la antigua Unión Soviética en unión de diez compañeros, a la escuela de unidades blindadas que se encontraba a unos setenta kilómetros de Moscú.
A su regreso a Cuba, lo hicieron Jefe del Estado Mayor y posteriormente Jefe del regimiento de tanques de La Paloma, en el Ejército Central.
Etiopía
El 29 de diciembre de 1977, Ermio fue informado que debía partir hacia Etiopía en una misión internacionalista.
La salida hacia el país africano tuvo lugar el 7 de enero. Dos días antes, el propio Fidel Castro les había planteado la misión en La Cabaña. Tras un viaje llenos de contratiempos, el grupo cubano ariibó al puerto etiope de Assab.
En una gran caravana los llevaron hacia Arba. Allí el grupo cubano fue entrenado desde el punto de vista del conocimiento de las misiones que iban a cumplir. Luego se dirigieron hacia la provincia de Harare donde se libraban las acciones combativas. Ermio se desempañaba como Jefe de Estado Mayor de la Décima Brigada de Tanques. El jefe era el General de Brigada Gustavo Fleitas.
Entre los muchos combates vividos en suelo africano, el más intenso fue el de Arabi. En este combate la unidad cubana entró en acción, con vista a apoyar la Tercera Brigada, que hacía dos días que estaban combatiendo en esa región. La orden fue la de tomar el poblado de Arabi. Tras un día entero de combate, el objetivo fue alcanzado.
Angola
Al regresar de Etiopía, dos años después, Ermio estuvo un tiempo en La Habana como Jefe de Estado Mayor de la brigada Plaza.
Después pasa un curso de seis meses en la URSS. Al regresar, a finales de 1986, tenía otra misión en espera: Angola.
Su responsabilidad fue como Jefe de la Brigada de tanques de Luena. Después lo enviaron para Menongue, capital de la provincia de Cuando Cubango.Esa era una región muy conflictiva, de perennes acciones de la UNITA. El grado de tensión era muy alto.
Posteriormente, lo designaron Jefe de las tropas cubanas en Cuito-Cuanavale. La misión asignada era la de prestar ayuda para defender Cuito–Cuanavale e impedir que cayera en manos de los sudafricanos, por su importancia estratégica y connotación política. El objetivo fue alcanzado.
El hecho de reconquistar esta posición sirvió para levantar la moral combativa de la tropa, que ya llevaba un mes retrocediendo y perdiendo terreno. Esta fue la primera victoria en Cuito-Cuanavale. Después, se produjeron los combates del 14, 19 y 25 de febrero y el del 15 de marzo.
El combate más significativo de esta gesta fue el que tuvo lugar el 23 de marzo. Aquí se produjo la derrota total de los sudafricanos y fue el combate que los hizo desistir por completo de tomar Cuito Cuanavale.
Esta victoria ayudó considerablemente al avance de las tropas de la Agrupación Sur hacia la frontera con Namibia, pues ante este descalabro, el enemigo empezó a retirar sus unidades.
Hoy
Ermio Hernández es actualmente General de División de las Fuerzas Armadas Revolucionarias cubanas y goza del prestigio y la admiración de sus colegas, subordinados y pueblo cubano en general.
